16. La abuela de Shampoo.

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Después de recibir una cachetada de Akane gracias a Shampoo, sus pocos días tranquilos se acabaron.

Casi se había olvidado de la gata que envió Shampoo al no verla durante ese tiempo, a pesar de eso, la minina decidió revelarle su identidad como la chica de cabellos lilas justo cuando ella (o él, en ese momento) se estaba bañando con agua caliente, y dió la casualidad de que Akane quiso revisar el baño en ese instante.

Fue un malentendido, uno que no explicaría hasta que le preguntaran, o al menos hasta unas horas después si le daba la gana.

Por el lado de Kasumi, desde que pasó lo de los gatos, Ranma dejó de acompañarla a hacer las compras o ayudarla en la cocina, había vuelto a como estaba al principio. Aunque la hija mayor de los Tendo no comprendía muy bien porque él actuaba así, y cada que intentaba preguntarle, el joven siempre sacaba alguna excusa o se hacia el sordo.

Mayumi había escogido darle la ley del hielo por poco tiempo.

....

La llegada de la abuela de Shampoo, solo fue una señal de que los problemas se avecinaban. Primero que nada, le encontró, y después de ciertos sucesos la anciana presionó en su cuerpo "el punto del gato" imposibilitándole tocar el agua caliente.

Por ella no había problema, podría soportarlo, la vieja se cansaría de esperar. Pero nuevamente, su padre y el señor Soun tuvieron que decirle que no se diera por vencido porque de otra manera no podría casarse con Akane, tenerlos a un lado hablándole sobre eso cada que podían era cansado.

Dado el caso, se encaminó en búsqueda de la anciana para convencerla, encontrarse con Kuno fue un obstáculo del que se libró gracias a Akane que volvía del colegio, al que no había podido ir por obvias razones, quien al ser notada por el capitán de Kendo no dudo un mandarlo a volar cuando este intento abrazarla; como siempre. De paso, tuvo la suerte de que Shampoo le estuviera buscando.

La amazona mencionó unas píldoras fénix y después la llevó al restaurante donde trabajaban ella y su abuela. Primeramente intento platicar con la señora, pero no llegó a mucho, y curiosamente, Mayumi diviso un cartel en el que se publicaba la oferta de trabajo como mesera.

Se convenció rápidamente, obtendría dinero y tendría más oportunidades de convencer a la anciana de que le diera las píldoras, o quitárselas en un momento de distracción. Nuevamente se recalcaba que este no era su cuerpo, y la anciana no era débil, así que no debería preocuparse mucho de atacarla ¿o sí?

...

―exijo un aumento ―Mayumi miró impasible a la anciana.

―¿un aumento? ¿de qué hablas, prometido? ―la señora Cologne, le sonrió.

―me tiene como equilibrista en el restaurante, siempre lanza los platos al aire y yo debo atraparlos sin dejar que se derrame algo ―su mano izquierda fue formando un puño ―¡ya que también doy un show, debería recibir un poco más de dinero!

―está bien.

―¿enserio?... ―no creyó que la vieja aceptara tan rápido.

―te aumentare 300 yens.

―...supongo que es algo ―ella solo pudo resignarse, tampoco esperó mucho desde el principio, pero al poco tiempo se retractó ―¡espere! ¿Qué tal 500 yens? Por favor...

―si vuelves a preguntar ni siquiera te daré los 300 yens ―la anciana achico lo ojos mientras sonreía.

―300 yens está perfecto, muchas gracias ―hizo varias reverencian antes la anciana y suspiro tranquila al verla asentir, incluso si solo eran 300 yens no los dejaría ir.

¡Ranma no es Ranma!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora