Vida Propia

La mente maestra

- muchas gracias por su ayuda, Todoroki san - agradecio la anciana sirvienta - no se hubiera molestado -

- no es nada Okamura san - respondió Enji mientras terminaba de acomodar la parrilla con queroseno bajo el Kotatsu de la sala - en realidad ya no tendría que hacer esto, su horario de trabajo terminó hace veinte minutos, puede irse a casa -

- pero  aun tengo que recoger esto y llevar el combustible al cuarto de mantenimiento-

- no se preocupe, yo lo llevare, vaya a descansar -

- ¡papá! -

Touya entró muy animado a la sala, con una tableta en la mano, bajo el entusiasmo en cuanto vio a la sirvienta y su ex nana, nunca le había agradado esa mujer, mucho menos cuando fue de chismosa a contarle a su madre de los pájaros que quemaba en el jardín trasero, la mujer también mantenía su distancia con él ya que en cuanto lo vio entrar se puso nerviosa

- bueno, ya me voy a mi casa, hasta mañana Todoroki san -

- hasta mañana Okamura san -

- hasta mañana...joven Touya -

- aja...- respondió Touya sin mirarla siquiera

La mujer salio de la sala y una vez que se fue Touya se acercó a su padre

- papá mira esto-

- ¿Islas Fiji? - Enji tomó la tableta que Touya le mostraba  con fotos de las islas paradisíacas

- si, quiero que vayamos ahí - respondió Touya con una sonrisa - esta a nueve horas máximo de Japón, bastante cerca a decir verdad -

Enji miró las fotos una vez más, aunque el lugar parecía un paraíso tentador, no sentía deseos de estar ahí ni en ningún otro sitio, el nuevo rechazo de su familia, la pérdida de su trabajo y sobretodo la traición de Keigo eran aún heridas abiertas

- ¿papá? -

Entonces miro a Touya de nuevo, quien lo veía con una sonrisa y los ojos brillando por la ilusión, por un momento no le pareció ver al joven adulto con piercings y tatuajes, si no a su pequeño hijo de tres años cuando lo seguía por todas partes, esos habían sido tiempos tan buenos, que lastima que los haya echado a perder

- si...es perfecto - murmuró Enji

- ¡genial! Buscare donde hacer las reservaciones -

Tomaría una pequeñas vacaciones con Touya para despejar su mente, después regresaría y lo arreglaría todo

- Touya ¿has visto mi teléfono? No lo encuentro por ningún lado -

- no, no lo he visto...tal vez lo dejaste por ahí, ya aparecerá- respondió encogiendose de hombros como para restarle importancia, mostrandole más fotos del lugar y sus playas

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Shoto se encontraba sentado sobre el tapete de su habitación viendo hacia la nada, pensando en las palabras de su hermana y la mirada de decepción que le había dedicado, no le gustaba sentirse así, sabía que había hecho mal y había lastimado a muchas personas más que a su padre, se preguntó en ese momento ¿que haría Midoriya en su situación? Probablemente aceptar sus culpas y aceptar el castigo correspondiente,  es lo mínimo que podía hacer aunque si le dolieron las palabras de su hermana, Probablemente las de su madre lo matarían

- Shoto...¿puedo pasar? - pregunto Natsuo al otro lado de la puerta, sonaba abatido

- adelante -

Natsuo entro a la habitación de su hermano menor cerrando la puerta tras de sí y se sentó frente a él con las piernas cruzadas, en sus ojos se notaba que había llorado