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Ardiendo en llamas.




Linda.








Estaba en el apartamento por enésima vez desde que lo conocí, no me había venido a el por qué literalmente, mañana me regresaba a Monterrey.

El hecho de irme hacia que Kevin estuviera algo inquieto, pensaba que nunca más me volvería a ver. Lo malo de todo es que yo no podía asegurarle lo contrario, ni siquiera yo sabía si regresaría o si esto se quedaría en algo pasajero.

Como motivo de despedida, quedamos en vernos esta noche y tomar unos cuantos tragos. Se trataba de disfrutar el uno del otro durante las próximas horas restantes de mi estadía, trataría de que Kevin no pensara mucho en eso pero creo que sería inútil.

La puerta abriéndose me hizo sonreír, Kevin estaba entrando por ella con una sonrisa. Se notaba que acababa de darse un baño, venía bien vestido y olía delicioso.

Se acercó hasta donde me encontraba esperándolo en el medio del living y rápidamente se inclinó para darme un beso magnífico.

— Que rica bienvenida— lo escuché murmurar entre el medio del beso.

— Totalmente de acuerdo — murmure de la misma manera en la que el lo hizo.

Nos separamos un poco para poder caminar hasta donde nos esperaba una mesa decorada, demasiado cliché pero demasiado romántico también.

Había mandado traer algo de sushi para cenar, además tomaríamos una botella de vino mientras nos hundíamos en nuestras charlas profundas.

Era evidente que entre nosotros había una atracción física increíble, pero también estaba el hecho de que sentíamos que éramos el uno para el otro. Yo en especial sentía que podía pasar horas y horas hablando con el de cosas importantes y de otras no tanto, me encantaba la conexión que había entre nosotros.

La charla fue increíble, la cena estuvo deliciosa y el vino fue la cereza del pastel.

— ¿Bailas? — pregunté en cuanto me puse de pie.

— No soy muy bueno bailando pero puedo hacer la excepción— dijo poniéndose de pie.

Sonreí satisfecha de su respuesta y me dirigí a poner algo de música, me encargue de que fuera una música movida pero romántica.

Como la de Perfecta con Edición Especial.

Me acerqué a Kevin, el rápidamente puso sus manos en mi cintura firmemente y yo enrede las mías al rededor de su cuello.

Comenzamos a bailar mientras cantabamos un poco de la canción, era la combinación perfecta. Estar con el, bailando y cantando, definitivamente mi mejor noche desde que llegué a Culiacán.

Solo tú no necesito más, te adoraria lo que dure la eternidad, debes ser perfecta para, perfecta para mi, mi amor

Kevin cantaba en mi oído mientras yo recargaba mi cabeza en su pecho, sonreí eternecida por tan bello acto.

entonces el amor nos tiene de rehén, seré tu eterno enamorado y te aseguro que, todas las noches te amaré

𝑰 𝒏 𝒇 𝒊 𝒆 𝒍 ╔ 𝑲 𝑪 ╗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora