𝑰 𝒏 𝒇 𝒊 𝒆 𝒍 ╔ 𝑲 𝑪 ╗

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Kevin

¿Que les puedo contar?, había logrado convencer a Linda de que se quedara unos días más, incluso le pedí a mi primo prestada la casa que tenía en Mazatlán para que ella no se sintiera encerrada en un solo lugar.

Así que ahora estábamos en el Super comprando algunas cosas para tener hoy en la casa y hacernos de comer. Ella estaba encantada con la idea de que pasaramos todo estos días juntos, incluso yo me iba a regresar solo por que ella de aquí se iba a Monterrey.

Miraba como tomaba cosas y las ponía en el carrito de compras, mientras iba viendo los precios y yo iba viéndola a ella.

— Oye que chula estás he — dije haciendo que sonriera de oreja a oreja

— ¿Me quieres pedir algo o por qué tan cariñoso ahora?

Ella me dió una mirada divertida antes de lanzarme un beso y girarse a tomar unas galletas.

— Nada más me nace por lo guapa que estás.

Ella siguió sonriendo y tomando algunas cosas, así hasta que teníamos lo necesario y seguimos comprando algunas cosas.

Fuimos a la caja y ella tuvo que ir a responder una llamada, así que pague todo y la espere a un costado. Ella me sonrió y quiso quitarme una bolsa, pero no la deje y seguimos caminando hacia el auto.

Su llamada transcurrió hasta que llegamos al estacionamiento.

— Mi madre está muy insistente en que vuelva, no se que esté pasando allá — dijo cuando colgó y estaba metiendo las bolsas en los asientos de atrás.

— ¿La notaste preocupada? — se encogio de hombro.

— No exactamente, más bien afligida, pero cuando le dije que estaba en unas mini vacaciones dijo que me podía tardar un poco más.

— Eso está muy raro — dije y ella asintió.

— Pero no importa, le haré caso y voy a quedarme a disfrutar de estos días aquí contigo

Sonreí cuando se acercó y rodeó mi cuello con sus brazos, yo hice lo mismo con su cintura y la besé.

Soltó una risa divertida cuando se alejó de mi, la vi subirse al asiento de copiloto y cerré la puerta trasera.

Por cosas como estas es que me atraía demasiado, me gustaba su personalidad y como actuaba como una niña. Disfrutaba de su vida y eso me hacía sentir que también podía hacer la mia, finalmente no sabemos cuanto más vamos a estar en este mundo ¿No?

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Estaba viendo como Linda ponía música y después se acercaba a mi con una sonrisa, esas sonrisas que me vuelven loco por ella.

Se sentó en la orilla de la alberca, únicamente mojando sus pies mientras yo si estaba dentro de esta.

— Apague mi celular, estoy fastidiada de tantas notificaciones— comentó llevando una Sabrita a su boca.

— Tal vez debería hacer lo mismo, me han llegado varias — respondí

— Las cuales no vas a ver ¿Verdad? — sonreí

— Así es, voy a estar solo para ti.

Me acerque a la orilla en donde está ella sentada, sus ojos me analizaron y esa sonrisa que siempre tenía al verme no se borraba.

Ella inclinó su cabeza y me besó, de una forma tan diferente que me hizo sentir una sensación completamente distinta a los otros besos.

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La noche había caído y habíamos planeado ir a un antro, pero comenzó a llover y entonces nos tuvimos que quedar en la casa de nuevo.

Por suerte Linda había comprado unas Barajas y ahora estábamos sentados en el comedor, jugando y comiendo golosinas.

— No seas tramposo Kevin — se quejó cuando vió como estaba intentando ver sus cartas.

— Nada más me asome tantito, ni vi nada — me defendí pero ella no le creyó

— No puedo permitir que ganes, no quiero pagarte un viaje — me solté a reír

Habíamos apostado que quien perdiera esta última partida iba a patrocinar un viaje al otro, obviamente ella quería viajar y que yo fuera su patrocinador.

— Vamo a ver pues.

Seguimos jugando hasta que vino la carta que estaba esperando, gané.

Ella bufó desilusionada y yo, célebre un poco, más que nada solamente por que le había ganado a pesar de que era muy buena jugando.

— Ya no se enoje chiquita, venga para acá

La tome de la mano haciendo que se levantara, ella lo hizo de mala gana pero hice que se sentara, esta vez en mis piernas.

— ¿A donde quieres tu viaje? — preguntó poniendo sus manos en mi pecho

Sonreí más tranquilamente.

— No quiero un viaje si no es contigo — murmure — Aunque en este momento, me puedo confirmar con una sola cosa.

— ¿Con que? — preguntó en voz bajita

— Con tenerte aquí, abrazada a mi.

Ella sonrió y junto su frente a la mia.

— Eso es fácil

Solté una risita y besé su nariz, creo que era la primera vez que estábamos tan cerca el uno del otro, tan cariñosos como si hubiera algo más que una simple atracción sexual.

— ¿Que me estás haciendo Kevin? — preguntó viéndome con esos ojos tan hermosos que me cautivaron desde que los ví.

— ¿Que me estás haciendo tu mi chula? — pregunté de vuelta acariciando su mejilla y dejando que el calor de su cuerpo se mezclará con el mio.

— ¿Acaso nos estamos enamorando cuando dijimos que no sería así? — suspiro.

— Es que nosotros podemos decir, pero el que dispone es el corazón.

Ella sonrió de medio lado y se acurruco en mi pecho, la abrace, cerré mis ojos y me deje envolver por lo bien que se sentía estar con ella.

Sin saber que lo peor venía pronto.

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