Se despertó tallando sus ojos para enfocar mejor su vista y darse cuenta que estaba en la cama algo que le pareció extraño pero lo ignoró, asegurándose que nadie estaba en el baño saco su toalla y ropa para luego entrar y cerrar la puerta con seguro.
Las gotas frías luego calientes de agua se paseaban por su cuerpo mientras que ella estaba ansiosa «¿Como será su nueva escuela?» era raro pensar que una cosa como esa la ponía nerviosa, no tenía amigos y nunca fue buen para hacerlos y a la única persona que tenía era a Inuyasha pero no quería molestarlo para siempre el ya tenía una vida echa y no quería interrumpir en eso.
Después de despejar un poco su mente salió con sus productos de aseo personal y se cambió tenía una rutina de Skincare que aún en esta situación iba a cumplir. Al terminar salió para poder hacer un desayuno.
Muchos pensaban que era pésima en la cocina pero no su Nana le había enseñado todo lo que sabía sobre la cocina para que en un futuro fuera una buena esposa pero es este casa sería para poder sobrevivir.
Se puso el mandil de la cocina y empezó a hacer unos waffles deliciosos y un jugó de naranja, lo hacía como agradecimiento por haberle permitido que darse en su casa aún siendo una completa extraña para el.
—¡Wow!—fue su primera reacción al ver todo—«No es una completa inútil, que sorpresa»—pensó sentándose.
—Come no está envenenado—rodo los ojos.
Comió el primer bocado y comprobó dos cosas: 1: No estaba envenenado y 2: ¡Era delicioso! Sin duda había juzgado mal a la niña bonita pero aún así le falta trabajar.
Terminaron de desayunar y tomó un baño rápido para luego irse de una vez.
Ropa Kagome:
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Ropa Inuyasha:
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Iban caminando ella con sus auriculares y el pensando en el cansado día que le esperaba solo deseaba que la niña bonita no lo dejará en vergüenza con su jefe.
—Llegamos—le tocó el hombro.
—¿La Oficina del director?—preguntó con un tono serio y más neutro.
—Sígueme—la guió—Nadie debe saber que vivimos juntos además de que tienes que ir hoy a la cafetería—recordó ella solo asintió en silencio.
Al llegar la dejó ahí y se fue con sus amigos no quería que pensarán que ahora era niñero.
—Señorita Higurashi—saludó de manera seca el director—No quiero que se meta en problemas, por lo que ví es una alumna excelente por eso no habrá problemas—dijo—Vaya a su primera clase y bienvenida—dijo sin mirarla.
Salió buscando el Salón que el director le indicó y lo encontró para su sorpresa era el mismo que el de Inuyasha.
—Bien Señorita presentese—pidió el maestro.
—Hola, mi nombre es Kagome Kurumi Higurashi Watts—dijo con frialdad.
Por eso se le dificultaba tener amigos era demasiado fría en la primera impresión. Los demás alumnos la miraron con naturalidad pues si bien sabían quien era no les importa siempre y cuando la niña Rica se mantuviera alejada de ellos.
—Bien, siéntese a lado de Taisho—la suerte no estaba de su lado. Aunque no odiaba al oji dorado tampoco quería convivir más de lo necesario con el.
Se sentó y prestó atención a la clase aunque los comentarios cada vez que respondía algo bien la molestaban solo por que era Rica significa que no tiene cerebro.
Pero la gota que derramó fue una chica casi idéntica a ella físicamente solo que era algo más alta y sus ojos eran café y su cabello Lacio.
—Niña rica—llamó deteniendola—¿Tu ropa es falsa?—burlona.
—No me compares contigo—la abofeteó con el recibo de las prendas que ella misma llevaba pero eran de imitación—Las tuyas son falsas, una prenda Gucci no tendría esas manchas—sonrió.
—Mira estúpida hincate y pídeme perdón—con arrogancia.
—¡Ja! La única estúpida eres tú por que aunque este aquí cualquiera de mi ex círculo social te haría su sirvienta por que eres tan arrogante que no piensas, le tengo lástima el pobre estúpido que sea o fue tu novio—se acercó a ella—Vuelveme a amenazar y voy a ser menos gentil—sonrió.
