♢ Capítulo uno.

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En multimedia Bleu & Harry. (best friends).




En un barrio dónde se vive en apartamentos desgastados, pequeños y viejos, con narcostraficantes y delicuentes presentes día a día, no es fácil mantenerse tranquila y con algo de paz por un momento.


Los narcotraficantes son los dueños de las calles, son los dueños de todo el barrio y practicamente se adueñan de todo lo que nos rodea.


Por eso, trabajo en un restaurant, para poder pagar la renta del viejo y feo apartamento. Aunque tengo que agradecer que estoy sana y viva.


-Bleu, ¿podrías ir a la mesa cinco, por favor? -Pidió Adam, mi jefe. Mirándome suplicante.


Asentí, saliendo del ensimismamiento en el que me encontraba, le di una pequeña sonrisa. Tomé el plato de sus manos y lo llevé a la mesa cinco.


-Que la disfruten. -dije y me retiré de la mesa.


Miré por los ventanales del restaurant y pude apreciar la nieve que caía fuertemente. Adentro del restaurant no hacía tanto frío y habia una cálida sensación en el ambiente. El lugar estaba con poca gente pero se debía a que ya era tarde, así que pronto cerrarían.


-Adam, ¿puedo irme? Necesito llevarle los medicamentos a mi hermana April.-Susurre cuando me acerqué a el. -Y la farmacia cerrara en diez minutos más.


Suspiró y me miro. -Claro, ve.


-Gracias.


Corri a los vestidores y agarré mi bolso, saqué mi gorro y los guantes y salí del restaurant. Comencé a correr, la farmacia queda a dos cuadras y dudo mucho que llegue en cinco minutos.


Esquivé a la gente y cuando chocaba con alguien me disculpaba. Seguí corriendo hasta llegar y para mi desgracia un hombre estaba cerrando la reja de la farmacia.


-¡Señor! -grite haciéndolo sobresaltar. El se giro mirándome con una ceja enarcada. -D-disculpe...-aun no recuperaba el aliento y me dolía la garganta.


-¿Que pasa chica?


-Mire se que esta cerrando pero necesito unos medicamentos para mi hermana... Esta muy enferma y tiene que tomarse todos los días el medicamento.


-Lo siento pero no puedo abrir. Ya cerré todo y apague todo adentro.


-Por favor. -puse cara del gato con botas. -¡Realmente lo necesito!


-No, de verdad...


-¡Por favor! -Lo interrumpi, arrodillandome ante él. -¡Se lo suplico!


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