XXXIV

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Jenna y yo nos encontramos en el pasillo de la escuela después de resolver el problema Olivia. Con ojos curiosos, observo a Jenna esperando su respuesta.

Jenna asiente, sus ojos brillan de felicidad. —Sí, te amo. Es algo que he sentido por un tiempo, pero tenía miedo de confesártelo- dice con una sonrisa.

La abrazo con fuerza, emocionada por este descubrimiento. Sin embargo, después de un momento de alegría, recuerdo algo importante. Después de la horrible experiencia que tuve con Olivia necesito decírselo a Enid para tener a alguien que me pueda ayudar frente a los demás.

—Jenna, quiero decirle a Enid sobre nosotras dos. Quiero que sepa que estamos juntas- confieso y Jenna me mira como si me hubiera salido una segunda cabeza.

Jenna se retira ligeramente, indecisa.


—No estoy segura de si es un buen plan. Tengo miedo de que las cosas se compliquen- sus ojos negros me miran con temor, temiendo tener que pasar por la misma situación de hace unos minutos.

Tomo las manos de Jenna y la miro a los ojos con ternura.

—Entiendo tus preocupaciones, Jen, pero creo que es mejor enfrentar la situación con honestidad. Enid es una persona comprensiva, mi mejor amiga, quiero que seamos libres de ser nosotras mismas al menos frente a ella-admito mientras miro a Jenna con una leve sonrisa.

Jenna reflexiona sobre mis palabras y se da cuenta de que tengo la razón. Después de respirar profundamente, Jenna me sonríe.

—Tienes razón, debemos enfrentar la situación juntas. Pero sin mencionarlo a mi familia, no ahora obviamente- dice y sonrio como confirmación — Solo debemos estar preparadas para enfrentar las posibles consecuencias-añade Jenna con una sonrisa, y de manera instintiva se acerca hacia mí para abrazarme.

Retrocedo un paso al ver a un estudiante acercándose en la distancia.

Jenna me mira confundida, frunciendo el ceño. —Debes ser más discreta- susurro mientras el estudiante pasa junto a nosotras, y Jenna asiente lentamente.

—Perdón- susurra Jenna y le sonrío dulcemente. —No te preocupes... ¿nos vemos más tarde en tu casa?- pregunto y Jenna me sonríe como el gato de Alicia en el país de las maravillas.

—Esta vez, estudiar en serio- dico y Jenna poniendo una mueca de desaprobación golpea el pie contra el suelo, comportándose como una niña de dos años.

—Vamos, tienes 23 años... debes ser más madura-comento y ella suspira de frustración. —¡Tiinis 23 iñis!- responde en tono de broma y yo ruedo los ojos por su comportamiento.

—Serás tú la niña- saca la lengua y me mira con los ojos entrecerrados, sus brazos cruzados contra el pecho.

Encogiéndome de hombros con indiferencia, asiento con la cabeza.
—Sí, en realidad lo soy, tengo 17 años- dije mientras miraba mis uñas sin mucho interés. Jenna abrió la boca con indignación. —Cierra la boca si no quieres que entren moscas- le dije.

Jenna cerró la boca y se movió incómoda en su lugar, mirándome con las mejillas sonrojadas.

—Fantástico, no solo estoy saliendo con una de mis alumnas, sino que además es menor de edad- murmuró Jenna para sí misma, abriendo los brazos de forma teatral. —unos meses más y no arriesgarás de ser encarcelada, querida- dije lanzándole una mirada de reojo. Jenna me miró mordiéndose el labio inferior, preocupada.

—Y tienes que admitir que te gusta follar con esta menor de edad- susurré con una sonrisa provocadora, ganándome una mirada furiosa de Jenna. —Eres realmente idiota- Jenna sacudió la cabeza y me dio un ligero golpe en el hombro.

━𝐌𝐢𝐬𝐬 𝐎𝐫𝐭𝐞𝐠𝐚 | j.oDonde viven las historias. Descúbrelo ahora