Acababan de terminar las vacaciones de Navidad y al día siguiente teníamos que regresar a la escuela. El aire fresco de la mañana se filtraba por la ventana mientras yo permanecía en la cama, atrapada entre el sueño y la vigilia. A mi lado, Jenna, mi profesora y... algo más que eso, dormía plácidamente, su respiración tranquila llenando la habitación con una paz que no quería romper.
Sin embargo, el agudo sonido del teléfono rompió la serenidad. Intenté ignorarlo, sumida aún en la neblina del sueño, pero después del quinto timbrazo, me rendí y alargué la mano para contestar. Jenna se removió ligeramente a mi lado, sus dedos rozando mi cuerpo en un gesto instintivo. Medio despierta, buscó mi mano y, en un gesto dulce y distraído, besó el dorso de ella, murmurando algo ininteligible antes de volver a acurrucarse contra mí.
-¿Hola...? - contesté con la voz todavía adormilada.
-¡T/n, necesito hablar contigo! ¡Es urgente! - la voz al otro lado era de Enid, quebrada y entrecortada, cargada de angustia.
-¿Enid? ¿Qué ocurre? ¿Por qué me llamas tan temprano? - pregunté, mi preocupación creciendo mientras mi mente comenzaba a despejarse.
-Tuve una pelea horrible con Ajax anoche. Estoy desesperada, no sé qué hacer… - su voz se quebró y pude escuchar su sollozo a través del teléfono.
Miré rápidamente a Jenna, quien ahora, medio despierta, apoyaba su cabeza en mi pecho, sus ojos todavía cerrados, pero sus movimientos comenzaban a volverse más conscientes. Un nudo se formó en mi estómago; no era el mejor momento para una crisis.
-Oh, Enid, lo siento mucho... - murmuré, tratando de mantener la calma. - Escucha, tal vez sea mejor que yo vaya a tu casa. Dame unos minutos y estaré allí.
Colgué antes de que Enid pudiera decir más, mi mente ya trazando el plan. Jenna abrió los ojos, mirándome con una mezcla de curiosidad y preocupación.
-¿Qué sucede, cariño? - murmuró con voz suave, estirándose mientras se acomodaba mejor a mi lado. -¿Quién era al teléfono?
-Era Enid, tuvo una discusión con Ajax y necesita mi ayuda. Está realmente mal - expliqué, mientras dejaba el teléfono en la mesita de noche.
Jenna suspiró y asintió, comprensiva como siempre, aunque el cansancio aún nublaba sus ojos.
-Pobre Enid... - murmuró, acercándose para darme un suave beso en la mejilla. - Si hay algo que pueda hacer para ayudar, solo dímelo.
La calidez de su gesto me reconfortó, pero sabía que Jenna no podía involucrarse demasiado, al menos no públicamente. La situación era complicada y nuestra relación, aún más.
-No te preocupes, Jen. Será mejor que me ocupe de esto sola. Quiero que te quedes aquí, tranquila. Te mantendré informada - le dije mientras me inclinaba para besarla suavemente en los labios.
Me levanté rápidamente de la cama, me vestí con ropa cómoda y, tras una última mirada a Jenna, salí en dirección a la casa de Enid. Mientras caminaba hacia su casa, los pensamientos se arremolinaban en mi mente. Me sentía culpable por tener que ocultar mi relación con Jenna, pero sabía que no era el momento de pensar en eso. Enid me necesitaba.
Al llegar, ella abrió la puerta de inmediato. Su rostro, normalmente radiante y lleno de vida, estaba desfigurado por las lágrimas. Sus ojos, hinchados y enrojecidos, me miraban con una mezcla de alivio y dolor.
-Siento mucho lo que estás pasando, Enid - murmuré mientras la abrazaba con fuerza, intentando transmitirle consuelo a través del contacto físico. Ella se derrumbó en mis brazos, su cuerpo sacudido por sollozos incontrolables.
-No sé qué hacer... todo se siente tan mal... - sollozó, aferrándose a mí como si fuera su único ancla.
La conduje suavemente hasta el sofá, donde nos sentamos. Ella apoyó la cabeza en mi hombro, mientras yo acariciaba su cabello, tratando de calmarla.
-Las peleas a veces parecen peores de lo que son en el momento - le dije, escogiendo cuidadosamente mis palabras. -Pero una discusión no significa el fin de una relación, Enid. Ambos necesitan tiempo para reflexionar, hablar con calma y entender qué está pasando realmente.
-Sí, pero... Ajax estaba tan furioso, t/n. Nunca lo había visto así. Tenía celos de cosas que no tienen sentido… - Enid sacudió la cabeza, claramente angustiada.
-Los celos son complicados, pueden distorsionar la percepción de las cosas. Pero la clave es la comunicación, ambos necesitan hablar desde el corazón. Las relaciones no siempre son fáciles, pero con amor y honestidad, pueden superarse obstáculos - le dije, sorprendida por lo adulta que sonaban mis palabras.
Enid se quedó en silencio un momento, sus sollozos finalmente disminuyendo.
-No quiero perderlo... - susurró, aferrándose a mi camisa como si temiera que todo se desmoronara.
-No lo perderás, Enid. No si ambos están dispuestos a trabajar en la relación. Y yo estaré aquí, apoyándote en todo momento - la tranquilicé, dándole un beso en la cabeza.
La conversación continuó, llena de consuelo y lágrimas. le ofrecí quedarme a ver una película con ella, para distraerla un poco, pero Enid me miró con sus ojos aún llenos de lágrimas.
-Gracias por todo, pero creo que necesito estar sola un rato. Prometo que te llamaré si las cosas empeoran... - murmuró.
Asentí, respetando su necesidad de espacio. Le di un último abrazo antes de salir. Mientras caminaba hacia la puerta, mi teléfono vibró en mi bolsillo. Lo saqué y, al ver el remitente del mensaje, un escalofrío recorrió mi espalda.
Era Olivia.
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━𝐌𝐢𝐬𝐬 𝐎𝐫𝐭𝐞𝐠𝐚 | j.o
Fanfic[ REVISIÓN ] Jenna Ortega X Fem!Reader Antes de entrar al nuevo año escolar, nunca pensé que el cambio de mi profesor de cálculo iba a cambiar mi vida completamente. En específico, unos ojos cafés y pecas que no me dejaron otra opción más que rendi...