━𝐌𝐢𝐬𝐬 𝐎𝐫𝐭𝐞𝐠𝐚 | j.o

epílogo

—¿Puedes contarlo de nuevo, mamá?-

Sonreí inconscientemente y extendí la mano para acariciar el cabello desordenado de Harry. Mis ojos miraban tiernamente los suyos, suspirando al ver que eran los mismos ojos de Jenna.

—Quizás mañana, cariño, es tarde- sonreí y me incliné para besar su frente cuando vi que estaba haciendo pucheros.

—¡Pero mamá! ¡Queremos escucharlo de nuevo!- Elizabeth infla las mejillas y me mira reprobatoriamente, deseando escuchar la historia de cómo conocí a su madre.

—Amor, ¿qué tal mañana? Además, también les contaré sobre el embarazo- murmuré besando la mejilla de mi hija, la más pequeña de 5 años.

—¡Uf, está bien!- Elizabeth extendió sus pequeños brazos y los envolvió alrededor de mi cuello, abrazándome
—Te quiero, mamá t/n-

Mis ojos se llenaron de lágrimas y con una sonrisa en mis labios, respondí su abrazo con delicadeza—También te quiero, Eli-

—¡Hey, yo también estoy aquí!- Harry, el mayor de los dos, de 8 años, salió de la cama y se acercó rápidamente hacia nosotros, uniéndose al abrazo.

—Te quiero, pequeño príncipe- le di un beso en la punta de la nariz.

—Ahora, a la cama- murmuré más seriamente y mis dos niños obedecieron con protestas.

Han pasado exactamente 10 años desde la propuesta de matrimonio de Jenna.

Nos mudamos a California y alquilamos una casa que no estaba muy lejos de la de mis suegros. Jenna encontró trabajo en una escuela secundaria exclusivamente masculina y yo estoy tomando los últimos exámenes para convertirme en abogada.

Al año siguiente, nos casamos en la playa y poco después, Jenna y yo decidimos expandir la familia. Con tratamiento médico, ella quedó embarazada de nuestro principito: no es casualidad que se parezca a Jenna, lo cual, afortunadamente, debo decir.

Queriendo experimentar el embarazo, le confié a Jenna mi deseo de ampliar aún más la familia, lo que resultó en gritos de felicidad y besos de aprobación.

9 meses después, nació mi niña: Elizabeth.

—Buenas noches- susurré, apagando la luz y cerrando la puerta de su habitación.

Con un suspiro, me dirigí hacia la sala, escuchando risas y charlas. Me apoyé en el marco de la puerta y sonreí al ver a Jenna riendo y bromeando con sus antiguas alumnas y mis actuales mejores amigas. Enid finalmente había dado el gran paso con Ajax y estaba embarazada, lo que la hacía parecer un dulce a punto de estallar.

Mis ojos se posaron en Olivia Rodrigo. Sin duda, entre las personas presentes en la habitación, era la más exitosa y próspera económicamente. Después de graduarse, decidió seguir una carrera como cantante: lanzó dos álbumes, uno de los cuales estaba dedicado a mí, y se convirtió en una de las artistas más famosas y queridas del mundo.

Esta fama la llevó a encontrar el amor de su vida: Dua Lipa. Aunque las cosas no terminaron muy bien con Dove, ya que se descubrió que la rubia había estado involucrada en el plan de Xavier, Olivia está muy feliz con la inglesa

—Oye, cariño, ¿terminaste de contar nuestra historia?- La pregunta de Jenna me hizo volver mi atención de mis pensamientos, y asentí lentamente con una sonrisa tímida. —Les prometí que la contaría de nuevo mañana, y además con la primicia del embarazo- sonreí y Jenna hizo lo mismo.

—¿Otra vez la historia, t/n?- preguntó Olivia divertida, y yo bufé lentamente.
—De hecho, necesito tomar algo- murmuré mientras caminaba hacia ellas y agarraba una cerveza de la mesa.

—Eres hermosa, ¿lo sabías?- Seguí bebiendo la cerveza y miré a Jenna, que me observaba con ojos brillantes y llenos de amor. —Amor- murmuré, desviando la mirada hacia Enid y tratando de ocultar mis mejillas sonrojadas.

Jenna rió y Enid fingió un gesto de asco.

Aún no puedo creer que Jenna haya pasado de ser Miss Ortega a ser la Señora Ortega-T/A. Tampoco puedo creer que esté felizmente casada y tenga dos amigas maravillosas y unos suegros que me tratan como si fuera su propia hija.

No puedo creer que haya logrado uno de mis sueños más grandes gracias a mi pasión por las matemáticas.

Y así, rodeadas de risas, amistad y amor, Jenna y yo continuamos nuestro camino juntas. A lo largo de los años, enfrentamos desafíos y celebramos triunfos, construyendo una vida llena de momentos preciosos y recuerdos imborrables. Nuestro amor ha crecido más fuerte con el tiempo, como un lazo indestructible que nos une. En el refugio de nuestros brazos, encontramos consuelo y apoyo incondicional, demostrando que el amor verdadero puede conquistar cualquier obstáculo. Juntas, compartimos sonrisas, lágrimas y aventuras, escribiendo cada capítulo con pasión y dedicación. Y mientras el sol se pone en el horizonte, sé que nuestro amor seguirá iluminando nuestro camino en el viaje de la vida.

Fin.

El viaje termina aquí, mis amores.

Gracias por acompañarme en esta aventura llena de lágrimas y amor... ha sido un enorme desafío escribir esa historia y puedo finalmente decir de haber ganado jsjdjd

Los amo