Solas en la casa, oídos sordos, una copa y un demonio...

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-Bueno, esto ya está pronto.- dije al terminar de guardar la loza limpia junto con Leslie, una de mis amigas.

Mis padres y hermanos salieron de vacaciones y como tenía un examen importante que dar, me quedé sola en casa. Como pasé mi examen, me dejaron invitar a una amiga a dormir en casa, y decidí invitar a Leslie.

Leslie y yo tenemos mucho en común, amas amamos el anime y el manga, los creepypastas, admiramos a Guillermo Lockhart y el programa de Voces Anónimas, y ambas amamos la música rock y pop. Generalmente soy la clase de chica que todo mundo adora, pero a Leslie... Digamos que soy el unico ser existente que le tiene paciencia suficiente como para no gritarle en todo un día y más.

-¿Y ahora qué hacemos?- me preguntó.

Eran las 23:52, ya habíamos cenado, visto tv, jugado videojuegos, leido manga, visto anime, incluso habíamos escuchado de música mientras nos quejábamos de los chicos que nos rodean el nuestro liceo (es la escuela secundaria o insti, para los que no son uruguayos que sepan de qué estoy hablando). Simplemente habíamos hecho de todo y estábamos sin ideas y sin ganas de ir a dormir...

-La verdad que no sé.

-¡Uh! ¡Ya sé! ¿Y si jugamos al juego de la copa?- me dijo.

-¡¿Estás loca?! ¡Con eso no se juega, Leslie! Hay que dejar que los muertos descansen, además de que podrías terminar llamando a la muerte o a un demonio; con mucha suerte terminas llamando a un ángel, pero hay otros métodos menos peligrosos para ellos. No es un juego común y corriente, es peligroso y no voy a jugarlo, yo respeto a los del otro lado.

-Pero solo es un juego más, solo que más misterioso que los normales...

-¡Leslie!-  la sacudí tomándola de los hombros -¡Escúchame cuándo te digo las cosas, yo sé de lo que hablo mujer!

-¡Pero me aprendí todas las instrucciones y reglas, incluso hice el tablero y traje una copa de cristal!

-Dios...- suspiré, negando con la cabeza -Hacé lo que quieras, pero yo no voy a formar parte de eso.

-¡Genial! ¡Voy a jugar entonces!- sonrió alegremente, corriendo a mi dormitorio para traer las cosas de su mochila.

Yo la seguí y busqué algo que leer mientras ella se divertía jugando con su invocación. Tomé el libro de "Novia de media noche" y volví a la cocina, sentándome del lado contrario de la mesa en que se había sentado Leslie. Comencé a leer mientras que ella iniciaba su juego. Al principio Leslie parecía no establecer contacto con ningún tipo de ente, pero luego de un rato, parece que la copa comenzó a moverse. La oí preguntarle a su ente cuál era su nombre, y luego dió un grito de emoción.

-¡Ah! ¡Mili, dice que es Sebastian Michaelis!- me dijo con una sonrisa inmensa en su rostro.

Como si fuera a creerle, Sebastian es sólo un personaje ficticio...

-No jodas, Leslie, estoy leyendo.- le dije.

-Pero de verdad dice que es Sebastian...

-¡Sebastian Michaelis es un personaje ficticio creado por Toboso-Sama! ¡Él no existe y no existirá por mucho que lo deseemos, así que déjame tranquila y sigue "jugando" con "Sebastian"!- le dije casi gritando; hacía al menos dos meses que Leslie no me hacía perder la paciencia.

-Bueno...

Volví a mi lectura, mientras oí el sonido que hacía la copa al moverse sobre el tablero de cartón.

-Am... Mili, Sebastian dice que eres una idiota...- me dijo algo incómoda.

-Me resbala completamente lo que diga o piense de mí.- respondí, esta vez sin quitar la mirada del libro -No importa si es Sebastian Michaelis, Guillermo Lockhart, la Reina de Inglaterra o el viejo del bar de la esquina, yo soy yo y mi opinión sobre mí misma es la única que me interesa.

Apuesta de Terquedad [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora