La Nonna.

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-Emilia, Pauli y yo vamos a ir a la peluquería, ¿vos venís?- me dijo mamá cuando pasaba frente a la puerta de mi dormitorio.

-¡Ya voy!- dije cerrando mi netbook y bajando de la cama.

Tomé mi cartera, revisé que tuviera la billetera adentro, puse mi celular en el bolsillo interno y me dispuse a salir.

-¿Molesta demasiado si les hago compañía?- preguntó Sebastian.

-Solo compórtate.- le dije mientras salía -. ¡Cierra con llave cuando salgas!


Ya en la peluquería, hablé con Laura para que me recomendara qué color usar esta vez en mis californianas, iba a ser la segunda vez que me teñía el pelo. El color elegido terminó por ser el violeta. Laura estaba a punto de cortarme las puntas del pelo cuando sentí que mi celular vibraba. Lo saqué de la cartera y me acomodé para ver quién era: José acababa de responder el wpp que le escribí más temprano.

Me distraje de ver qué hacía Sebastian para entretenerse hasta que salí de la peluquería sintiéndome hermosa y amando el nuevo color y el olor a tinta recién aplicada en mi cabello. Sebastian se había quedado conmigo, en cambio, mamá y Paulina estuvieron listas antes y decidieron irse (más que nada porque mi hermana estaba impaciente y quejándose de estar aburrida).

-¿No vas a decirme nada?- inquirió Sebastian, dos cuadras después de salir de la peluquería.

-¿Qué quieres que te diga?- pregunté como respuesta.

-Esperaba que preguntaras mi opinión sobre cómo se ve tu cabello.

-Me importa más la opinión de José que la tuya.- le dije mientras intentaba sacarme una foto al pasar por una zona iluminada, pero mi celular seguía quejándose de no tener tarjeta de memoria.

-¿Con él te estás escribiendo ahora?- volvió a preguntar.

-No preguntes lo que ya sabes.

-Bien... ¿Ya le hablaste de mí? ¿Tienes pensado cómo explicar que dormimos en la misma cama pero aún así no hay nada entre nosotros?

-Eso es porque tú no quieres ordenar tu propia cama.

-Te recuerdo que son tus pertenencias.

-Decí "tus cosas", no "tus pertenencias", pareces uno de esos ricos nariz estirada...- me quejé.

-Aún no respondes a mi pregunta.- dijo con tono levemente molesto.

-Supongo que le diré la verdad. Nuestra apuesta, eres un demonio, nuestra convivencia es por la apuesta, aunque a veces creo que te caigo bien... Todavía no se me ocurre una mentira que pueda servir con él además de decir que eres gay.

-Y no olvides que me llamas el padre de "nuestros hijos los gatitos".- dijo de modo burlón.

-Di que no son tus bebés y que no los adoptamos juntos.- por una vez lo miré a la cara y dejé de mirar la pantalla del celular.

Sebastian desvió la mirada y siguió caminando con actitud orgullosa. Negué con la cabeza un poco mientras lo seguía de cerca.


Al día siguiente, mientras terminaba la limpieza y Sebastian cuidaba de Tama y Arish (a estas alturas hasta les hace pedicura), papá llegó a casa del trabajo un poco más temprano de lo habitual. Saludó como siempre y preguntó cómo había sido el día antes de ir a ducharse.

A los pocos minutos de que salió del baño, el teléfono fijo comenzó a sonar en el living. Yo estaba con Sebastian en ese momento, preparando algo para merendar, y papá llegó al teléfono primero, así que no me molesté en ir. Minutos después, papá entró en la cocina.

-Dice la abuela que viene a quedarse a dormir, arreglá la cama de abajo.- me dijo.

Mi corazón se detuvo por una fracción de segundo.

-¿La Nonna? ¡¿Viene hoy?!- alcancé a decir, se notaba que me alarmé al escucharlo.

Papá asintió con un movimiento de cabeza.

-Acaba de avisar.- me dijo.

Terminé de hacerme la taza de leche con cocoa y me atraganté para terminarla lo más pronto posible. La lavé y salí corriendo como alma que lleva el diablo hasta mi cuarto. Saqué toda la ropa que estaba en la cama de Sebastian para arriba de la mía y comencé a organizarla para doblarla y tratar de guardarla toda en mi cajonera y el ropero del cuarto de mis hermanos de ser necesario. Sebastian entró con Tama en brazos casi que inmediatamente después.

-¿Dónde dormirá tu abuela?- inquirió.

-En tu cama, como siempre.- le sonreí burlonamente -. A ti te toca dormir en el sillón del living esta noche.

-¿Y Tama y Arish?- inquirió.

-¿Quieres que te los deje para ti solo esta noche? 

-Me aburriría mucho si no lo hicieras.- asintió -. ¿Y a "Nonna" qué le vamos a decir?

-Que sos gay, así que anda practicando tu imitación de Grell Suttcliff.- bajé la voz antes de seguir hablando -. La Nonna es muy chismosa, así que va a salir a hablar de que vives acá cuando vuelva a Minas, y mi tía madrina es muy religiosa, dice que la Virgen del Verdún la puso el diablo, imagínate el escándalo que arma si se entera que sos un demonio.

-¿Tu madrina no podía adjudicarle a mi especie algo más satánico? Me parece bastante obvio que no pondríamos un monumento a "la virgen".

-También le va a parecer satánico que supuestamente seas gay, pero va a ser menos dañino que el que se entere de la verdad.

-¿Y de tu pelo teñido no va a hablar como algo satánico?

-A lo mejor lo hace.


Finalmente llegó Nonna. Mamá y Papá llegaron más tarde de Punta del Este por ir a buscarla, así que había hecho de todo por tener el cuarto presentable cuando llegaran.

-¡Hola!- me saludó Nonna, dándome un abrazo como saludo antes de notar la presencia de Sebastian -. ¿Y este muchacho? No me digas que tenés novio nuevo...- me sonrió con picardía y complicidad.

-¡No, nada que ver, Nonna! Sebastian es gay, ¿sabes? Se queda con nosotros porque su familia lo corrió a la calle, hasta que consiga un laburo y un alquiler barato.- voltee a ver a Sebastian.

-Lo que dijo Emilia.- comentó suavizando la tonalidad de su voz a modo de no sonar tan viril como siempre, pero no lo suficiente para llamarlo afeminado -. Es un gusto, señora.- le sonrió.

-Mucho gusto, tesoro.- le sonrió Nonna, haciendose la coqueta antes de acercarse a mi oído -. ¿Segura que lo de ser gay no es una excusa para estar cerca tuyo?- me susurró.

-¡Nonna!- exclamé ofendida y avergonzada.

-Bueno, bueno, si decís que es gay... Pero podrías conseguirte uno que no lo sea.

-Dejate de andar de casamentera y dejá entrar.- le dijo papá desde en otro lado de la puerta.

Apuesta de Terquedad [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora