Cartas rusas y pánico en la ducha.

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Ese lunes al salir de casa, Galuel estaba ahí. Le sonreí a mi angel y falso novio antes de ir a saludarlo, al mismo tiempo que Sebastian lo veía con desprecio.

-¿Qué haces aquí?- le preguntó Sebastian con muy mala cara.

-Voy a conocer a los amigos de mi amada.- sonrió Galu.

-¡Genial!- dijo con sarcasmo.

Nos fuimos a la UTU. Galuel y yo fuimos todo el camino tomados de la mano mientras Sebastian nos seguía con mala cara. Al llegar todavía era temprano.

-¡Mili~! ¡Sebastian~!- oímos la voz de Leslie.

Leslie venía corriendo hacia nosotros y se detuvo cuando notó que Galuel estaba allí conmigo y me tomaba la mano. Se acercó ahora más tranquila.

-¿Quién es él...?- preguntó.

-Leslie, él es Galuel, mi novio.

-¡¿Tenías novio?!- dijo sorprendida -¡Ah, yo quería SebasMili! ¡No se vale!

-... ¿Qué...?

-¡Soy tú fandom, dame fanservice!- me dijo.

-Leslie, calmate...- le pedí -Ve y pidele a Sebastian que te hable de "el fanservice" que te perdiste.

-¡Pe-pero...!

Continué caminando con Galuel de la mano y dejé que Leslie entretuviera a Sebastian mientras le preguntaba por su "fanservice".

Durante el resto de la semana, Leslie estuvo criticando a Galuel en todo lo que podía y lo comparaba con Sebastian, quien se la pasaba apoyando la postura de Leslie. Por otro lado, al resto de la clase (excepto por Gregorio, por supuesto) Galuel le caía fenomenal.

En lo que a mí concierne, el viernes es el mejor día de la semana. Los viernes se puede dormir hasta más tarde, nuestras clases inician a las 10, solo tenemos una materia y esa es la favorita: Recreación.

Salimos de casa 10 minutos antes y como toda la semana, Galuel estaba allí. Sebastian volvió a mirarlo de mala manera.

-¿Qué no tienes que trabajar o estudiar?- le dijo con fastidio.

-Yo siempre estoy trabajando, Sebastian.- le sonrió Galuel.

Yo besé a Galuel como ya me era costumbre y nos pusimos los tres en marcha. Galuel se despidió en la entrada del salón de clases y Sebastian y yo entramos. Saludamos al profesor y nos sentamos en nuestros asientos. Poco a poco la clase se fue llenando y pronto comenzó la clase.

-Bueno, saquen una hoja y algo para escribir.- pidió el profesor.

-¿Qué vamos a hacer?- preguntó Agustina.

-Hagan lo que les digo, ya verán...

Todos obedecimos y sacamos lápiz y una hoja.

-Escriban el nombre de un chico al inicio de la hoja, el primero que piensen.- dijo el profe.

Pensé en Sebastian, pero preferí escribir "Bastian" para no ser obvia.

-Ahora doblen esa parte de la hoja, dejen un par de renglones y escriban el de una chica.

Escribí Catalina.

-Ahora doblen la hoja y cámbienla con un compañero.

Así hicimos todos.

-Ahora escriban una acción.

-¡¿Una acción?!

-Sí, una acción que termine en ar, er o ir... También puede ser un verbo reflexivo.

Puse saltar.

-Cambien de hojas de nuevo y escriban un lugar.

Así hicimos. Yo escribí Roma.

-Doblen y cambien de hojas de nuevo.

Otra vez...

-Ahora escriban una respuesta.

Todos quedamos mirando al profe.

-¿Cómo...?- pregunté.

-Imaginen que les preguntaron algo y tienen que responder. ¿Qué responden?

Escribí: "Yo no veo ningún koala."

-Cambien de nuevo y escriban un animal.

Qué fácil, escribí gato.

-Ahora cambien de nuevo.- así hicimos -Desdoblen la hoja... - lo hicimos - Bien, ahora, después del nombre del chico escriban: "se encontró con..."

El profesor nos dió el resto de las pautas, nos hizo tener un par de traumas y luego intercambiar las hojas.

-Ahora cada uno va a leer la que tiene en voz alta. Sebastian, ¿puedes comenzar?

-Sí...- no parecía muy convencido - "Marco se encontró con Nathaly y la invitó a besarse a la playa. Ella respondió: Yo no veo ningún koala; y se fueron comiendo un cuervo felices..." ... esto es traumático, Profesor...

-Gracias Sebastian; Emi, es tu turno.

-Sí, profesor. Dice así: Ashton se encontró con Kassandra y la invitó a cantar al bosque. Ella respondió: Sí, el pandicornio también vuela; y se fueron comiendo jirafa felices... 

Todas las frases eran por el estilo. Alex y Jerson fueron a saltar a casa de Agustina (ella dijo "a mi casa") y se comieron un cachorrito. Otros dos fueron a hacer lemon al zoológico y se comieron un gato... Y después el profesor nos explicó que ese juego era la Carta Rusa.

Después de eso hicimos unos cuantos juegos más y hablamos del bingo que estábamos organizando para el mes de setiembre para recaudar fondos para el viaje de fin de año. Sebastian y yo salimos juntos después de clases, como era costumbre.

-Así que... ¿te comieron de camino a la playa?- le pregunté.

-Eso fue traumático...- me respondió.

-¡Por supuesto! ¡Debiste haberte visto la cara de horror cuándo lo leíste!- recordé la expresión que puso y comencé a partirme de risa.

-No le veo la gracia, Emilia...- me dijo algo molesto.

-¡Jajaja! Bueno, ya no me río... ¡Pero lo que sí fue horrible fue con los que se comieron al gato!

-En eso sí estoy de acuerdo. ¡¿Qué clase de monstruo insensible se come un gato?!

-... Alf...- dije.

-Oh, es cierto, existía esa serie...

-Por lo menos nunca se comió a Suertudo...


Luego del almuerzo, mis padres salieron con mis hermanos a hacer compras. Sebastian se había entretenido con Tama y Arish, tanto que pensé que podía tomar una ducha tranquilamente sin tener que llevar conmigo la pistola con el agua bendita... Grave error...

Cuándo estaba en la ducha, oí que la puerta del baño se abría lentamente.

-No te acabes el agua caliente.- me dijo Sebastian en tono seductor desde el otro lado de la cortina.

-¡¿Pero qué mierda estás haciendo?! ¡Sal del baño Sebastian, espera a que yo termine para tomar tú un baño!

-Lo siento, pero no tengo ganas de esperar.- a juzgar por la sombra al otro lado estaba quitándose su sweter y camisa -Prefiero compartir la ducha contigo.

-¡Lárgate ahora o lo lamentarás, Sebastian!

-¿Y cómo piensas detenerme? Sé que olvidaste tu pistola en el dormitorio.- dijo de forma burlona.

Maldición, de esta no saldré virgen, me va a violar...

-¿Te quedaste sin palabras, "Mili"?- volvió a usar su tono burlón.

Vi cómo comenzaba a desprenderse los botones de su pantalón. Sentía mi corazón en un puño, pero antes de que terminara de quitárselos alguien tocó el timbre.

-¡Uy, parece que tendrás que abrir la puerta!- le dije con tono de burla.

Apuesta de Terquedad [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora