Cap 10: Gritos

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Lan QiRen no puede dormir. Después de abrir sus aposentos para que Wangji y su esposo pasarán la noche, ha despertado de sus intentos de sueño cuando los sollozos de Wei Wuxian inundan la estancia y la voz de Wangji se escucha suavemente. La situación, por primera vez en años, lo abruma. Se queda con los ojos abiertos mirando el techo, hasta que el llanto se calme.

Esto es un hechizo cruel, no puede imaginar a quién se le ha ocurrido. Puede parecer una magia poderosa y beneficiosa para algunos, pero es probable que la mayoría de las personas, sobre todo la gente común, no tuvieran recuerdos agradables de la primera vez que se llevaron su virtud.

Siente calma al saber que Jingyi no vivió ese destino y su decisión fue en apariencia voluntariosa. Le satisface que Sizhui se mantuviera puro y Lan Wangji, su sobrino, no tuviera un gran cambio (de seguro relacionado con la llegada de Wei Wuxian). No obstante, lo que ocurrió con el cuerpo de Jiang Wanyin en la guerra y el conocimiento del horror de un niño, ha hecho que su corazón lata apesadumbrado.

Doblará las vigilancias en los maestros de Gusu Lan, vigilará con más esmeros a los junior y... sin dudar, nadie tocara a sus pequeños herederos, nadie encontrará un momento para atacarlos.

Se lo jura.

Para cuando llega la hora de levantarse, Lan Qiren sale del mueble y se estira. Decide que es buen momento de preparar té porque está seguro de que Wangji no intentará dormir más. Cuando está listo, su sobrino aparece en su campo de visión. Como lo esperaba, luce cansado.

—Wangji, ven y toma un té conmigo.

—Mmm.

Durante medio incienso, Lan QiRen no habla. Se deleita con el té y espera que esa misma calidez lo arrulle un poco hasta encontrar un punto de equilibrio. Lo hace, de una manera que no pensó verlo, después de que hubieran pasado tantos años. La espalda de Wangji se dobla, sus labios se muerden dolorosamente y las lágrimas empiezan a filtrarse hasta correr por sus mejillas mientras contiene sus miserables sollozos.

A Lan QiRen se le parte el alma.

En silencio, deja la taza de té que bebía en la mesa y mueve su manga hasta convocar al guqin y comenzar a tocar. Claridad le dará paz a su espíritu y le permitirá no dejarse llevar por la desesperación. Funciona.

—Te daré el mismo consejo que le di a A-Huan, A-Zhan —susurra, mirando a su sobrino limpiar suavemente el rostro mojado—. La desesperación nubla el juicio. Solo la calma nos podrá guiar en el camino correcto.

—¿Qué debería hacer? No he entendido a Wei Ying, subestimé su estado actual y lo descuidé. Si no hubiera estado en Recesos de las nubes... probablemente lo hubiera perdido de nuevo.

—Por lo que entiendo, a la luz de mi observación y de lo que he escuchado, este hechizo no solo los lleva a ese momento, a sus emociones, sino también a la capacidad de sentir. Aunque Wei Wuxian sea un adulto en espíritu, sus reacciones son las de un niño de diez años. No puedo culparte: los niños son impredecibles.

—Debí estar más atento.

—Wangji, no te detengas en lo pasado. Aprende la lección y continúa.

—Mmm.

Suena el gong que anuncia la hora del desayuno. Lan QiRen mira la ventana y piensa, tardíamente, en la figura que debe estar durmiendo en su cama: un niño pequeño y asustado, temblando por el peso de horrores que nunca fueron su responsabilidad, en ninguna de sus vidas.

No necesita que le digan para saber qué fue lo que justamente Wei Wuxian buscó y no necesita tener los detalles para saber qué fue lo que encontró. La evidencia está en la cama de su otro sobrino, pasando por su propio calvario.

Regresión (MDZS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora