Regresión (MDZS)

Cap 12: Sorpresa

Capítulo anterior: Después de la maldición, han buscado información para romper la matriz. En el capítulo anterior Lan XiChen fue con el grupo esperando romper al con su cultivo, pero fue alcanzado por la maldición y ahora es un joven risueño de 16 años.

Cap 12: Sorpresa

Zhao Xian es una presencia constante a su lado. Duerme en el lugar que ocupa Lan Huan al inicio y luego, Jiang Cheng la convida a ocupar también la cama para que descansara mejor. Esto ha provocado algo que no ocurrió antes, una situación que Jiang Cheng lamenta: su cuerpo reacciona a su cercanía, similar a lo ocurrido con Lan Huan y él tiene que quedarse quieto y pensar en cosas hasta que la situación mejore.

En la guerra, no tuvo tiempo de nada de eso. Demasiado abrumado entre buscar discípulos, moverse por su vida, buscar a Wei Wuxian y tratar de hacerse escuchar en la guerra, no hubo tiempo para que su cuerpo se preocupara por ello y ni siquiera tenía deseo para atender sus erecciones intermitentes. Ahora, que está en ese cuerpo adolescente recién maltratado y en paz, tiene demasiado tiempo libre y demasiada estimulación.

Se odia por ello.

Se odia por recordar y repentinamente tener los flashazos de su cuerpo cediendo y recibiendo placer en medio del dolor.

Se odia al pensar en la noche de boda que tuvo con sus concubinas y tratar de atraer los momentos agradables.

Se odia por pensar en Lan Huan, en su cuerpo firme, en lo fácil que es sentirse sostenido por él como alguien frágil y valioso.

Se odia porque cuando piensa en recibir el placer, algo en él se retuerce y quiere gritar, golpear y alejarse.

Su cuerpo y su mente ahora es un campo de batalla. Y mientras está acostado, dándole la espalda a su compañera, sus ojos rojos por la falta de sueño empiezan a palpitar de frustración. Intenta olvidar la dureza que se siente entre sus piernas y el aroma suave a jazmines y flores que brota del cabello mojado de Zhao Xian, a su lado.

Cierra los ojos y su recuerdo lo traiciona. Vuelve a la noche de su compromiso, cuando entró a la habitación con Zhao Xian, Liu Qiujiu y Yang Hua detrás de él. Jiang Cheng les había hablado antes de todo, les había confesado todo lo que debían saber y esperar de él. Nunca estuvo con nadie, no de la manera voluntaria que se hubiera deseado.Y no sabe como hacerlo, muchas veces el pensamiento le dio asco al recordar el horror que vivió en la masacre de Muelle de loto y no pudo separar ambas cosas. Su cuerpo está lleno de heridas físicas, pero no mencionó las heridas en el espíritu y no hizo falta hacerlo. No sabía si podría cumplir y esperaba la discreción en caso de que eso ocurriera. Estaba abriendo su vida y su parte más vulnerable porque ellas le habían demostrado a lo largo de los años que eran de fiar.

Las respetaba.

De alguna manera, las quería.

Y estaba ansioso de fallarles en todo lo que, como hombre, debía ser.

Les confesó que ni siquiera había estado con Lan Huan más allá de unos besos y abrazos. Ellas escucharon y aceptaron sus términos.

Así que esa noche él estaba nervioso ante la perspectiva de fallar. Con la puerta cerrada, el incienso encendido y las velas iluminando la estancia, vio a sus tres mujeres desnudarse y Zhao Xian fue la primera en acercarse para ayudarlo. La suave figura de las tres mujeres despertaron en él algo desconocido y cada vez que el fantasma del terror quería atravesarlo y obligarlo a dar un grito, las manos suaves de ellas lo instaban a mirarlas y su rostro se relajaba al notar el cuidado con el que lo trataban. El calor, en algún momento, fue mayor que su miedo. Y la bebida que le daría el aguante para cumplir toda la noche no fue necesaria cuando su núcleo y el anhelo se volvió brutal.