en la cubierta del barco

1.2K 70 21
                                    

Un azabache miraba al mar de manera tan relajada, tanto que no notaba la mirada de cierto peliverde puesta sobre el.

—Si sigues mirando de esa manera van a pensar que eres un adolescente enamorado.

Zoro gruñó al escuchar la voz del cocinero.

—¿Y eso te incumple cocinero de cuarta?

Una vena resaltó en la frente se Sanji.

—Deberías acercarte y no quedarte mirando —Suspiro el rubio tratando de calmarse—, No te hará daño acercarte .

—Eso a ti no te incumble

Con molestia en su voz regreso su mirada hacia su capitán. El rubio al ver que el Peliverde no colaboraba decidió mejor irse de allí no sin antes decir: —Bien, como quieras, pero no disimularas nada con esa cara de adolecente enamorado.

Las palabras del cocinero habían hecho interrupción nuevamente pero con eso el rubio se alejó.

Volteo su mirada nuevamente hacia su capitán quien se encontraba ahora jugando con Chopper y Usoop en la cubierta del barco.

La risa del mugiwara resonaba en el barco, era como un rayo del luz a las aguas más oscuras o como zoro le describía una hermosa melodía que fue compuesta por las olas y la vida.

Sí, muy cursi.

—Espadachín-san, tengo una pregunta. —Habló la mujer quien ahora se encontraba a lado Zoro

Este chasqueo la lengua en forma de molestia. Habían vuelto a interrumpirlo.

—¿Que quieres?

Pregunto de mala gana.

—Se que estas enamorado del Capitán, eso se nota desde hace tiempo, pero mi pregunta es ¿Porque no se lo dices?

Zoro quedó en silencio un momento hasta que un suspiro se escapo de sus labios.

—Miedo —Murmuro por lo bajo pero lo suficientemente alto para que Robin escuchara.

Ante la respuesta la contraría quedó sorprendida.

Desde que conoció a Zoro este se dio a entender que no le tenía miedo ni a la misma muerte ¡Nisiquiera al mismísimo Dios!

Ahora ese mismo hombre, acaba de declarar que tiene miedo y no a cualquier cosa si no a declararse.

Tomando un poco de más de clama volvió a preguntar.

—¿Ha que le tienes miedo exactamente?

Este con una mirada preocupada le respondió.

—Al Rechazo, tengo miedo de que las cosas no salgan bien y que tenga que irme del barco, no podría dejarlo le prometí quedarme a su lado, me juré que nunca lo dejaría y así será incluso si tengo que mirarlo desde de lejos y admirar desde allí su belleza así será, solo para seguir a lado de el.

Y así dio concluido su pequeño discurso.

Robin no dijo nada más, se sentía feliz pero a la vez muy triste.

Feliz, porque el espadachín tenía su propio amor y era capaz de sacrificarlo todo por el, pero triste, porque la persona con quien está hablando era su primer amor y amaba a alguien más.

No podía sentirse peor por amarlo..

Y ahí se quedaron ambos mirando la cubierta del barco uno admirando la belleza de su capitán y otra... deseaba ser su capitán.

one shots ZoLuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora