"Dulces sueños, Capitana..."

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¿Han tenido aveces esa sensación de calma y paz pero temor y miedo a la vez?

Es esa sensación de cuando te das cuenta de que lo más preciado para ti siempre esta junto a ti pero tienes miedo a que este se vaya.

Bueno, cierta Peliverde tiene ese sentimiento

¿Porque?

Pues...

—¡Chicoos! ¡ya casi llegamos a la isla! —Exclamó el pelinaranja mirando al horizonte.

—Ah... Al fin un descanso —Suspiro la francotiradora con una sonrisa— Chappy-chan ¿Vamos a buscar tus medicinas a la isla?

La pequeña doctora le miró y asintió—Necesito más medicinas y vendas, las últimas se agotaron en la batalla.

—Namizou-kun yo necesito más vegetales y carne para la cena ♡ —Cantareaba la cocinera alrededor del más alto.

Namizou solo suspiro y asintió con una sonrisa.

Miró a su lado y con la mirada logró encontrar a Robin y a Francy hablando.

—¡Oi Robin! ¿Necesitas algo de la isla? —Pregunto y este solamente negó

—Yo necesito más Cola, no quiero que el Sunny se quede varado —Habló la peliazul.

Y así mismo asintió dando por hecho que se compraría.

—Bien, entonces, Ussa y Chappy van juntas, Sanju y yo buscaremos comida, Robin y Francy irán juntos ¿No? —Ambos asintieron— Entonces Zaroh se quedará cuidando el barco y a Luffyko.

—No quiero que Luffyko se quede sola —Murmura Chappy con cierto temor.

—No te preocupes Chappy-chan estoy seguro que de Zaroh la cuidara bien —Intenta Animar el navegante consiguiendolo.

Y así todos se retiraron del barco dejando a la espadachín y a la capitana en el barco.

La espadachina chasqueo la lengua al ver que todos se habían ido.

Con lentitud decidió quedarse bajo la sombra del árbol sentándose en el césped y relajándose al estar tranquila.

Pero nuevamente las emociones regresaron.

Nuevamente sentía una ansiedad que no la dejaba descansar en paz

Abrió su ojo y miró hacia su mano.

Debería hablar con ella... de todas formas... no hay nadie en el barco...

Por alguna razón el simple hecho de pensar que estaba sola con ella la hacía avergonzar de sobremanera.

—Zaroh, ¿No hay nadie más en el barco?

Al escuchar la voz de la menor se sobresalto e inmediatamente se levantó.

—¿Luffyko? ¿Que haces despierta? Deberías estar descansando, tus heridas aún no se han curado del todo —Decia mientras la examinaba en todas partes.

La Mugiwara río ante la acción de su Segunda al mando.

—Tranquila Zaroh-chan, estoy bien.

La peliverde la miro y suspiro, para nuevamente sentarse en su lugar, la pelinegra hizo lo mismo sentandose a su lado.

La menor bostezó, pues aún tenía sueño, sin pensarlo recarga su cabeza en el hombro de Zaroh y esta solo se sonroja.

De manera titubeante volteó a ver a su capitana, donde según ella tenía una de las mejores vistas.

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