Nuestro Amor Entre Las Nubes [RusMex hetero]

Capitulo 4

Por la mañana me despierta mi telefono.

-Hola.

-Buenas tardes Caperucita, queria avisarte que en un ratito llego para que comamos juntos y despues irnos al aeropuerto.

Veo el reloj y pego un grito de sorpresa.

-Lo se, acabas de ver la hora verdad.

-Si, me dormi muy tarde.

-Me lo imgine por eso no te desperte antes, pero bueno estoy a 10 minutos de llegar.

Cuelga y me levanto de un salto y corriendo agarro mi ropa para darme una ducha que por cierto a sido la mas rapida que me he dado en toda mi vida.

Estoy terminando de cambiarme cuando suena el timbre.

Abro la puerta y ya viene con su uniforme, trago saliva para no pensar en como se le ve, cuandocomienza a caminar para la cocina mis ojos no pueden despegarse de su..su.. bueno si, de su enorme tracero.

-Siento perfectamente donde esta tu mirada en este momento.

-Nunca te han dicho que eres muy vanidoso.

-No, me han dicho que estoy guapo y sabroso pero no vanidoso.

Yo suelto una carcajada.

-¿Sabroso?

-bueno esta bien eso no me lo han dicho, a mi se me ocurrio.

-Ya decia yo que estabas exagerando.

Se acerca y me besa.

-Vamos a comer antes de que empiece con el postre.

Estamos comiendo cuando suena mi telefono, es Canada, no contesto y sigue insistiendo.

-Es mejor que contestes.

No tengo ganas de pelear pero tiene razon.

-¿Que quieres Canada?

-Vine a buscarte a casa de tu madre y la muy bruja se atrevio a correrme con el rifle en la mano.

-Bueno tu te lo buscaste ¿que quieres?

-Ya firme el divorcio.

-Si lo se, me lo dijo USA,

-El juez quiere que te de la mitad de mi apartamento.

-No te preocues que yo no lo quiero.

-Esta bien me alegra escuchar eso ¿donde vives?

-No tengo por que decirtelo.

-Mexico he estado pensando mucho en ti, creo que todavia tenemos una oportunidad.

-No Canada, me canse de tus humillaciones de que siempre controlaras mi vida y de tu obcecion por ser millonrio y arrastrarme contigo para aparentar lo que no eramos.

-Mexico dime donde vives tenemos que hablar.

-No y por favor deja de llamarme ya no tenemos nada que hablar.

Cuelgo y Rusia toma mi mano y la besa.

-Estoy muy orgulloso de ti, eres una mujer muy fuerte.

-Lo supiste por como decore el apartamento.

El me sonrie.

-Por cierto me encanta, quedo perfecto.

Terminamos de comer y entre los dos recogemos todo.

-Gracias por la comida estaba deliciosa.

-De nada, no quieres pasar al postre.

-Me parece que no, aun no hago mi maleta.