Freezing Moon || Euronymous.

Capítulo 6

[...] ㅡ¿No?

Deslicé mis manos hasta llegar a su cintura y me acerqué a su oído.

ㅡEntonces, ¿Puedo besarte?

Dejé un beso en su cuello e hizo un movimiento, sentí como sonreía.

ㅡMe da cosquillas.

Me alejé y la miré, pasó sus brazos alrededor de mi cuello. Froté su cintura y la apegué más a mí, entonces me atreví a besarla.

________.

No me creía estar así con Øystein, y menos estarlo besando en este momento.

Me levantó y enrollé mis piernas al rededor de su cadera, éste se apoyó en el capó mientras el beso iba subiendo su intensidad.

¿Debía entregarme a él o no?

Ni siquiera sabía si me gustaba, era lindo, y últimamente nos habíamos estado llevando mejor.

No me importó sacarle su chaqueta y sacar su remera en medio de la noche.

La única luz que teníamos era la del auto, se separó de mi y abrió la puerta trasera, me cargó hasta allí, hizo los asientos más hacia adelante y apagó la luz del auto, ahora sí, la única luz que había era la de la fría luna.

[+18]

Sacó mi remera y bajó mis jeans, mientras yo bajé los de él junto a su boxer, su amigo estaba bastante duro por lo poco que pude ver. También sacó mis bragas, dejándola por allí junto a la demás ropa.

Saqué mi sujetador, quedando desnuda completamente ante él.

Esto no significaba nada, ¿O si?

Besó mis pechos, mientras jugaba con mis pezones.
Introdujo dos dedos dentro de mi y comenzó haciendo movimientos circulares.

Jadeé e hice que sacara sus dedos, quedé sobre él y tomé su miembro para comenzar a introducirlo. Solo lo guié por mi entrada, para que él luego comenzars a penetrar.

Entró despacio y al estar completa me tomó por las caderas y comenzó a hacer movimientos de adelante hacia atrás, tomé el control y comencé a dar pequeños brincos, él apretaba mis caderas con fuerza.

ㅡFuck.ㅡ Gruñó.

ㅡAh... Saliste gringo. ㅡBromeé y me apretó más fuerte.

Me sostuvo y giramos, quedando yo debajo de él.

Continuó con sus embestidas hasta que ambos llegamos al orgasmo y sentí un líquido corriendo por mis muslos.

Solté una pequeña risa y él salió de mi, dejándose caer sobre mi sin aplastarme.

ㅡTe hacías la difícil.ㅡ Tocó la punta de mi nariz.

ㅡContigo, porque eras un idiota.

ㅡTienes que admitir que ahora te caigo bien.

ㅡSi no me cayeras bien no me habría acostado contigo, ¿O acaso no te caigo bien?

ㅡNo, claro que me caes bien.

Nos quedamos un rato así hasta que nos vestimos y fuimos a los asientos de adelante. Ya estaba amaneciendo cuando salimos.

Me dejó en mi casa y luego iría a su casa. Los chicos aún debían de seguir en el círculo negro.

Me arropé y quedé profundamente dormida hasta que recibí una llamada cerca del mediodía.

Atendí.