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¿Alfa?

Habían pasado ya unos días desde que Guillermo había ido a visitar al argentino, el seguía con su día normal, pero Lio se había percatado de algo.

No puede ser que me sienta así — nego el alfa mientras le daba vueltas a sus pensamientos —

Es normal Lio, ya no sos un pibe para hacer tanto quilombo solo por que te atraé alguien — Dijo Angél —

Es que como puede ser si lo acabo de conocer hace unas semanas — se cuestionaba Lio —

Ya te dije que es normal, de hecho a vos se te hacía atractivo desde un principio no se por que te sorprendes — Señaló Angel —

Esperaba tardar más en sentirme así, pero es que Guille tiene algo aparte de su belleza. El es tan... — Suspiro Lio —

Por que no se lo dices — sugirió Angel —

¡No! — respondió Lio algo exaltado — Me da pena — dijo este en voz baja —

Osh si ya estas más viejo que nada, ya eres un adulto y te sigue dando pena expresarte — nego Angél mirando a Lionel —

Pues si, nunca me gusto alguien lo suficiente como para decírselo, recuerda que soy un virgen — dijo Lio —

Eso ya lo sé wacho, pero mirá es mejor hablar ahora, los dos ya son adultos, Guillermo no te humillara enfrente de todo el colegio, lo peor que puede pasar es que no le gustes — dijo Angél —

¿ Y si tiene pareja? — cuestiono Lio —

No tiene marca no creo que tenga o ¿te ha mencionado a alguna pareja? — pregunto Di María —

Pues no — respondió Lio —

Entonces tu date, dile lo que sientes, ¿que importa? vida solo hay una, pueden intentarlo si el quiere — Sugirió Angel —

Tenes razón flaco, sos re bueno para esto — dijo Lio —

No es que sea demasiado bueno, es que vos sos muy tonto — dijo Angél dándole un leve zape en la cabeza —

Gracias por tanto amor — rio Lionel con ironía —

Obvio, yo el más amoroso — río Angél también —

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Guillermo se encontraba pensante en su comedor mientras tomaba una taza de café.

La duda seguía ahí ¿Hizo bien al perdonarlo?

Hola mi vida buenos días — dijo Carlos dejando un beso en la cabeza de Guillermo —

Buenos días cariño — Contesto Guillermo —

Pasare por ti más tarde al trabajo para luego prepararte la cena ¿te parece bien? — pregunto Carlos —

Si como tu quieras — respondió Guillermo —

Bueno me voy, te quiero — se despidió Carlos —

Adiós — sonrió Guillermo pesadamente —

Antes hubiera amado el nuevo comportamiento de Carlos, pero ahora no se sentía bien. Carlos ya era más cariñoso, pero el no se sentía bien, no sentía que su relación fuera algo bueno.

Si Carlos estaba mejorando su comportamiento con el
¿Por que no se sentía bien?

Estaba pensando y pensando, hasta que un sonido interrumpio su rato de reflexión.