🄲🄾🄽🄵🅄🅂🄸🄾🄽 🄳🄴🅂🅃🄸🄽🄰🄳🄰 ( 𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒)

Maldito!!

Hmm donde estoy — dijo Guillermo para si mismo —

El rizado estaba bastante desorientado sobre la cama, hasta que recordó la escena que vivió en el baño del hospital.

Por lo que se levantó de golpe sentándose sobre la cama.

No, no,no — Decía para si mismo el rizado tratando de guardar la calma —

Hola Guillermo — sonrio Carlos abriendo la puerta de la habitación donde tenía al rizado —

¡Déjame ir maldito! — grito Guillermo golpeando a el alfa justo en la entre pierna —

¡Siéntate maldito omega! — respondió Carlos dejando algunas fuertes bofetadas etada sobre el rostro de Guillermo —

¿Que quieres de mi?, no entiendo tu maldita fijación conmigo, nunca te hice nada — pregunto Guillermo tratando de no llorar —

Oh mi querido omega, no lo recuerdas — sonrio Carlos pasando su mano por la mejilla del rizado el cual rápidamente lo alejo —

Rompiste mi corazón al no quererme como tu alfa, fuiste muy mal omega y tienes que pagar por eso, mira incluso profanaste tu cuello con la marca de otro alfa que no soy yo — respondió Vela empezando a besar el cuello del omega sobre su marca  —

¡Tu ni siquiera me amabas! — grito Guillermo pataleando al alfa que lo sostenía por el cuello —

Y lo siento por eso mi querido omega, pero lo haré ahora — respondió Carlos tratando de acercarse al rostro de Guillermo para besarlo —

El omega le escupió en el rostro — Eres un imbecil, yo no te amo, te quise en algún momento de mi maldita vida, pero no te amo ni te amaré — dijo Ochoa tratando del golpear al alfa, pero fue en vano ya que este le sostuvo las manos —

¿Cuando te volviste asi de renuente maldito omega?, pensé que eras diferente a los demás omegas Guillermo, tu eres amable, tranquilo — pregunto Carlos mientras que el rizado seguía tratando de soltarse con todas sus fuerzas —

Déjame en paz, yo nunca te hice nada — Pidió Guillermo —

Me rechazaste,  te revelaste ante mi, te crees mucho cuando solo eres un omega, tu obligación era dejar que yo te marcara, que tu me complacieras y atendieras por que yo soy tu alfa — dijo Vela fuertemente sacudiendo al rizado —

¡No lo eres! ¡mi alfa es Lio el me ama! ¡Yo lo amo también por eso soy su omega! ¡tu ni siquiera eres un alfa de verdad para mi! — grito Guillermo —

Para Carlos era nuevo ver a un Guillermo así, el omega que había dejado era tan solo un miedoso que no tenía voz ni fuerza para ponerlo en su lugar. 

Carlos se había encargado de romper la confianza y la personalidad del rizado, al punto que este era sumiso ante el.

Pero ya no era así.

En un momento de ventaja por parte del alfa, Guillermo bajo su codo enterrandolo en el abdomen del alfa tirandolo al suelo. Para luego patearlo en su entrepierna.

Lo dejaría por unos momentos sin poder moverse, aunque sea para poder escapar.

Maldito omega, de aquí no sales con vida — grito Carlos —

Guillermo abrió la puerta y corrío rápido observando para todos lados donde estaba la salida de la habitación.

Es un hotel — noto el omega para luego tomarse del vientre — Ay mi cachorro, te prometo que regresaremos con papá — dijo Guillermo —