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Padres

Después de la ceremonia en la iglesia, la pareja de recién casados junto a sus amigos y los padres de Guillermo salieron camino a donde se llevaría a cabo la fiesta de su boda.

Al llegar todos bajaron con alegría observando la bella y detallada decoración en tonos beiges que adornaba el lugar.

Al ser pocos invitados todos pudieron sentarse con facilidad en una sola mesa, la cual era larga y grande.

Ya vine racita — saludo Edson —

¿Los trillizos no lloraron? — pregunto Hirving —

Para nada, nomas los agarro mi mamá y bien tranquilitos — Contesto Edson —

No puedo creer que hallas tenido la descencia de casarte de blanco ya estando embarazado — menciono la madre de Guillermo —

Mujer — regaño Antonio —

Ay ya ni me escucho — respondió la omega — Cuando pensabas decirnos de tu esposo y de tu embarazo Guillermo, ¿cuando tu hijo ya pudiera hablar? — cuestiono Ruth la madre de Guillermo —

Si les dije de mi embarazo, le conté a papá pensé que el te diría — Contesto Guillermo tomando la mano de su esposo por debajo de la mesa —

Si lo hizo pero ¿No pudiste hacer una llamada para hablar con tu madre? — Cuestiono Ruth—

Normalmente cuando te llamo no te interesa saber de mi vida solo me pides dinero  — hablo Ochoa entre dientes —

Andres al ver la incomoda situación y conociendo a los padres de su amigo decidió hablar.

Miren ya viene la comida, recuerdas cuando íbamos a bodas de chiquitos y siempre nos íbamos directo a la mesa de dulces, pero lo dejamos de hacer por que una vez te manchaste de chocolate — menciono Andres —

Si — río Guillermo —

Te la rifaste mano, se me hace que mi cría va a ser bien pachanguera por que no para de moverse — Dijo Javier —

Como no le va a gustar la fiesta si es hija de Andres — río Hirving —

A Andrés había que amarrarlo a la silla en las fiestas por que con todos quería bailar — dijo Edson—

¿Vas a tener un cachorro Andres? — pregunto la madre de Guillermo —

¡Felicidades! — sonrió Antonio el padre del omega —

Si doña Ruth, una cachorra más bien — sonrió Andrés —

Has de tener como dos meses apenas por que no se te nota para nada el cachorro ¿tu alfa no vino contigo?— menciono la señora —

No en realidad quien esta embarazado es mi omega, Javier — presentó Guardado —

Ah — dijo la señora tratando de no formular una mueca de disgusto —

Eso es sorprendente, muchas felicidades Andres, ya sabes que tu y Memo son como hermanitos, tu eres como un hijo más — sonrió Antonio —

Gracias señor — sonrió Andrés —

Después de esa platica todos continuaron comiendo. Después de la cena todos se levantaron de sus lugares para bailar con sus respectivas parejas.

Los recientes esposos también bailaban, Guillermo se abrazaba de Lio con las manos sobre su cuello mientras que el alfa lo abrazaba delicadamente por la cintura.

Te amo mi Lio de verdad que estoy muy pero muy feliz por todo esto — sonrió Guillermo —

Te amo más mi amor, no sabes lo mucho que me emocione cuando estábamos en la iglesia y lo mucho que me llena de alegría tenerte entre mis brazos ahora, no quiero que estemos lejos nunca — Contesto Lio —