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Adios

Ya había pasado un día desde el fallecimiento de una de las personas más importantes en la vida de Lio. Le sería difícil recuperarse de eso pero no imposible.

Hola chaparrito ¿como amaneciste? — pregunto Guillermo dejando un beso sobre la frente de su alfa —

Buenos días mi vida — Contesto Lio adormilado — Me siento más tranquilo — dijo este —

¿Estas listo para hoy? — pregunto Guillermo —

Lo estoy — respondió Lio sorbiendo su nariz —

¿Seguro? — pregunto el omega —

Si pero abrázame un momento y luego salgo de la cama — pidió el alfa —

Claro, hazme espacio — pidió Guillermo volviéndose a meter a la cama para apapachar al más bajo —

Guille, no sabes como quisiera llorar — expresó Lio —

Hazlo mi amor, es algo normal yo estoy aquí — respondió Guillermo —

Lo sé pero es que no puedo, ahora tan solo siento ese vacío en mi pecho, pero ya no puedo llorar — Explicó Lio —

Es normal, lo estas afrontando — dijo Guillermo mientras pasaba su mano por el lacio cabello de Lio —

Trato, estoy agradecido de que nosotros sigamos aquí pero siento que hubiera sido más feliz si todos lo estuvieramos— suspiro Lio —

Estuve pensando en que podríamos llamar a nuestro cachorro Angel, y si es niña Angela — Menciono Ochoa—

¿Vos estarías de acuerdo con eso? — pregunto Lio mirando al omega —

Más que encantado, Angel es y será tu mejor amigo, también fue alguien a quien le tuve aprecio el poco tiempo que pude conocerlo — Respondió Guillermo —

Gracias — sonrio Lio aspirando el olor de su omega —

Ahora debes bañarte, desayunar y vestirte para irnos — dijo Guillermo —

No tengo ganas de bañarme, solo me voy a vestir — dijo Lionel —

Yo me baño contigo — propuso Guillermo —

Bueno, así me dan más ganas — dijo Lio — pero solo si vos me lavas el cabello — propuso el más bajo —

Con gusto mi alfita — sonrio Guillermo —

Que bonito pelo, que bonito pelo — Decía Guillermo mientras repartía el shampo por todo el cuero cabelludo del alfa —

Gracias Guille — sonrio Lio mientras era literalmente bañado por su omega —

No agradezcas mi amor — Respondió Guillermo dejando un casto beso sobre los labios del alfa tomándolo por al barbilla —

Luego de eso el omega continuo enjabonando con delicadeza al alfa hasta que llego a su parte baja.

Ahi te lavas tu — Dijo Guillermo pasandole el estropajo al alfa —

Gracias mi vida — respondió Lio —

Cierra los ojitos voy a enjuagar tu pelito — indicó Guillermo echando agua con la regadera sobre el cabello de Lio —

Ambos ya se encontraban en el entierro del alfa, Lio daría unas palabras antes de que este fuera enterrado.

Bueno, somos pocos aquí, pero todos conocimos a la increíble persona que fue Angel — dijo Lio parándose al lado de donde estaba el ataúd —

Yo tal vez lo conocí de antes, por que Angel fue mi hermano de otra madre, mi hermano mayor, fue quien me ayudo cuando más lo necesitaba y quien me devolvió la fe en la humanidad,  sin duda amigo como el muy pocas veces en la vida se encuentran — expresó Lio —

Por eso y todo lo que representa Angel para mi, cumpliré mi promesa y seguiré siendo alguien del que el se hubiera sentido orgulloso. Asi que pido que todos le demos un aplauso antes de irse — pidió Lio secando la pequeña lágrima que se escapaba de sus ojos —

Todos los presentes aplaudieron, Lio también lo hizo.

Guillermo al percatarse de como se encontraba su alfa, se levantó acercándose a este para extenderle un pañuelo.

Gracias — sonrio Lio bajamente mirando a su omega —

Paso un tiempo hasta que todos los demás se habían ido, los únicos que aun observaban a la tumba del alfa eran Lio y Guillermo.

"Podes ser mejor todo los días"

Angel me enseñó eso — sonrio Lio —

Era una excelente frase de vida — Menciono Guillermo —

Recuerdo que siempre que yo decía que me daría por vencido en la escuela por mis bajas calificaciones el me daba un zape en la cabeza y me decía "a llorar a otro lado boludo, vos lloras por qué queres podes salir mejor " — río Lio recordando al alfa — Luego me ayudaba a estudiar por que sabía que suelo distraerme rápido — Contó este —

Esa es una linda manera de recordarlo — dijo Guillermo —

El siempre bromeaba con que si se enteraba que morí no lo creería, que seguro iba a ser invento mío para faltar a la escuela, Angel si vos no querías ir al trabajo lo hubieras dicho — Menciono Lio —

Recuerdo que antes de conocernos llegaba al local a comprar tortas y siempre decía "voy a querer otras dos para el león que tengo en casa" — Contó Guillermo sosteniendo la mano de su alfa —

Ese era yo — río Lio — Todavía recuerdo cuando nos emborrachamos por primera vez con las botellas de vino barato de su tía, luego nos pintamos la cara con marcador negro y le montamos una obra a su tía donde éramos leones — Contó este —

Ambos tienen muy lindas anécdotas — dijo Ochoa —

Lo sé y siempre las llevare conmigo — dijo Lio levantándose de la banca caminando hacia donde estaba la lápida de Di Maria —

Adiós fide, vos fuiste el mejor, no mereces que te recuerde con tristeza, vos hubieras querido que cuando hable de ti, hable del increíble amigo de mi vida — sonrio Lio mientras una pequeña lágrima caía sobre su mejilla dejando una rosa blanca sobre la lapida -—

Vamos Lio — dijo Guillermo uniendo su brazo con el del alfa —

Nos vemos — se despidió Lio sacudiendo sus mano —

Adiós Lio, quisiera que sepas que soy muy feliz — ojalá la fresca y refrescante brisa tuviera voz para decirle a Lio que estaba más que bien, incluso podría decirse que había hallado la paz.

Buenas, si lo se ya me pase, pero de ahora en adelante ya todo será felicidad.

Esto no se acaba y terminará bien, lo juro.

All the love 💕

— Queso