Dormir

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Después de un gran rato de estar viendo películas, la hora de dormir llegó, aunque el omega rizado ya se había adelantado durmiendose sobre las piernas de Lio.

Con tan solo aspirar el aroma fresco de menta combinado con el talco que el alfa solía usar Guillermo fue relajándose hasta quedar dormido.

Mira que lindo sos, y eres mi omega — dijo Lio acariciando la mejilla del rizado con su pulgar —

Debemos ir a dormir así que te llevare a la cama — dijo Lio en voz baja, acomodando al omega encima de el para luego pararse de el sillón con el rizado en brazos —

El alfa procuro dejar a su omega con cuidado sobre la cama para no despertarlo.

Después de eso el alfa decidió que sería mejor dormir en el sillón ya que el rizado se había anchado en la cama.

¿A donde vas? — pregunto Guillermo más dormido que despierto —

Al sillón para que estés cómodo, vos podes usar la cama — Sonrio Lio –

No te vas ven para acá, necesito el olor de mi alfa para dormir — pidió Guillermo con los ojos cesgados por el sueño —

Lio sintió como su corazón y su cuerpo lo hicieron sentir una dupla de emociones que le causaban alegría y emoción cuando oyó a Guillermo llamarlo su alfa,  tal vez era su lobo interior.

Claramente viendo a su omega así no podía resistirse a decirle que no, eso ni por la cabeza se le pasaba.

Por lo que el más bajo se quito los zapatos subiéndose a la cama abrazando al rizado, el cual se acurrucó sobre su pecho para aspirar su olor.

Te amo — Suspiro Guillermo antes de quedarse dormido sobre el pecho de Lio —

El alfa no pudo evitar sonreír antes esas palabras, cualquiera que viera su mirada en ese instante diría que era la mirada más sincera y llena de amor que han visto.

Esos eran los ojos con los que Lio miraba a Guillermo.

Yo te amo más Guille — expresó Lio para luego dormir también —


Yo te amo más Guille — expresó Lio para luego dormir también —

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A la mañana siguiente el omega se levantó con el exquisito aroma de su alfa sobre todo su ser.

Guillermo tallo sus ojos y suspiro para luego enterrar su cabeza en la almohada.

Ese es tu olor, y el mio juntos — sonreía el omega rizado mientras aspiraba el aroma —

Deberás que amaba cuando el olor del alfa se impregnaba sobre el.

Después de eso Guillermo decidió levantarse de la cama dirigiéndose a la sala para encontrarse con Lionel tan solo en bóxers vestido con una playera grande que le cubría hasta los muslos.

🄲🄾🄽🄵🅄🅂🄸🄾🄽 🄳🄴🅂🅃🄸🄽🄰🄳🄰  ( 𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora