Beautiful Boy (Español)

Hogwarts

Por fin. Está en el bagón, y sus padres ya se han ido. Sirius corre inmediatamente hacia sus amigos y cuando ellos se dan la vuelta para saludar a Regulus,  él se va.  Quiere ser el primero en entrar en el bagón. Coge el baúl y sube dentro, yendo directamente al baño. Abre el baúl, coje las tijeras que ha escondido y se mira al espejo. Su maldito pelo largo le pesa como un plomo. Es como si alguien estubiera tirando de su coleta, y cree que tiene la solución para ello.

Coje las tijeras, y sin pensarlo empieza acortarse el pelo. Al principio corta un trozo lentamente, como con miedo. Pero ahora se encuentra cortando rabiosamente todo su pelo hasta que este le llega por encima de las orejas. "es un buen trabajo" piensa. Y enseguida siente como esa liberación que siente se mezcla con el miedo. Pero el simple hecho de verse así, como él quiere, le hace querer llorar. Y por una vez en mucho tiempo, llora de felicidad.

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Entra en el bagón de sus amigos, en el que siempre van. Evan Rosier, único hijo de una familia que odiaba, pero que era posiblemente la persona más graciosa que había conocido nunca. Era sangre pura, por lo cual Walburga estaba encantada de que fuese su amigo, no como en el caso de los amigos de Sirius. Su pelo rubio le caía sobre la cara en un desorden que hacíe parecer que se acababa de levantar.

Al lado de Evan, estaba Barty, quién tenía un pelo marrón y una cara agradable, pero había algo en sus ojos que llamaban mucho la atención. Regulus cree que podría haber sido elegido para la casa ravenclaw, pues es un chico super curioso e inteligente. Además de leal y orgulloso. Quizá por eso es que le pidió al sombrero que le seleccionase para Slytherin, pues toda su familia había sido Slytherin, igual que la de él. Bueno, en excepción de Sirius, claro.

Y por último, al lado del sitio donde se sentaba Regulus, estaba Pandora. Pandora a excepción de ellos era una ravenclaw de quinto año y era la persona más maravillosa que había conocido nunca. Muchos decían que era rara, pero era diferente de la manera más dulce que una persona puede ser. Tenía un pelo rubio y largo, siempre enredado por ramitas y hojas que se recojía en un moño.

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Cuando entra al bagón, todos parecen que aguantan la respiración. Se miran entre ellos y cuando vuelven a mirarle esbozan una sonrisa. Evan entonces empieza a hablar, como si no pasase nada.

-Me han dicho que este año tendremos una fiesta los de segundo y tercero junto a los mayores-Les cuenta sonriendo. Cuando conoció a Evan, le había parecido un chico un tanto soso. Pero luego descubrió la capacidad que tenía de beber alcohol y salirse con la suya cuando algún prefecto les interrogaba. Desde ese día, decidió que era un buen amigo. Y ahora, le parecía que había hecho una buena decisión.

Se pasan todo el viaje hablando mientras Regulus está leyendo con los pies encima de Barty. Mira por la ventana, y por primera vez, se siente infinito.