Hillary.
Dos años después.Han transcurrido dos años desde aquel trágico suceso. El tiempo ha sido un aliado inesperado, permitiendo que mi plan se desarrollara sin contratiempos, aunque en ocasiones me resulta difícil creer que la persona que actuó de manera tan irracional fui yo. Las experiencias que viví a manos de aquellas mujeres fueron inhumanas; me sometieron a un régimen de medicamentos que incluía relajantes musculares diseñados para animales, lo que, combinado con otras sustancias e inyecciones de las que aún no tengo claridad, resultó en una parálisis total. Perdí la capacidad de mover mis músculos y, además, mi voz se convirtió en un eco distante, ya que los músculos responsables del habla se vieron gravemente afectados.
Mi internamiento en el hospital se tornó aún más complicado al descubrir que ambas estaban trabajando allí, lo que intensificó mi sensación de aislamiento, ya que todos parecían tenerme aversión, salvo el doctor Smith, quien me prometió que con un tratamiento adecuado podría recuperar mis habilidades. Sin embargo, cada intento de fisioterapia y cada medicamento parecían ser en vano, ya que las píldoras que ellas me administraban obstaculizaban cualquier progreso.
En raras ocasiones, lograba sentir un ligero movimiento en los dedos de mis pies, pero la intervención de las píldoras siempre frustraba mis avances. En esos momentos de desesperación, intentaba despejar mi mente y encontrar consuelo en el único lugar que me brindaba paz dentro del hospital: el jardín. Allí, el murmullo de la fuente y la belleza del entorno me transportaban a un mundo diferente, donde podía olvidar, aunque fuera por un instante, la culpa que me atormentaba por el accidente que resultó en la muerte de él; un forcejeo con la pistola que culminó en un disparo cercano al corazón, un momento que aún me persigue.
Él planeaba dejarme por otra mujer, y la idea de quedarme sola con mi madre me aterraba, ya que sabía que no podría manejar la situación. Después de ocultar el arma y regresar a la habitación de mi padre, encontré a mi madre llorando sobre el cuerpo del hombre que amaba, y me perturbó profundamente ver un beso rojo en su mejilla. Hanna, él estaba muerto y no quería enfrentar la cárcel; era consciente de que Hanna haría cualquier cosa por él, así que ideé un plan para culpar a mi madre y deshacerme de la mujer que lo había llevado a cambiar de rumbo y abandonarme sin consideración alguna.
Las cosas se descontrolaron de tal manera que, en lugar de ser la maestra del juego, me convertí en la víctima. Lo único de lo que me arrepiento es de haber entrado a la habitación de mi padre con su diario en la mano derecha, buscando respuestas, con lágrimas en los ojos, y él simplemente me dijo que aguantara. Recuerdo cómo las lágrimas caían por mi rostro, cómo hiperventilaba, y su respuesta fue que me fuera a dormir. Si tan solo hubiera hecho caso a su consejo y no hubiera apuntado con esa pistola, tal vez todo habría sido diferente, tal vez él seguiría vivo y tendría la familia que deseaba. Aún conservo los recuerdos del mes posterior a su muerte; quise entregarme a la policía, pero mi madre comenzó a recibir amenazas de alguien, de la otra mujer, y desde entonces el miedo me invadió, ya que creían que ella era la culpable y no sospechaban de mí. Recuerdo un invierno cuando mi madre llegó llorando, casi provocando un accidente al chocar contra un gran poste, y al ver su frente ensangrentada, temí por su vida; ella no era la culpable, pero yo sí lo era.
Recuerdo el momento en que Hanna me reveló que mi madre era la supuesta asesina, un error monumental, ya que solo yo conocía la verdad: yo era la culpable. Frederick me había advertido sobre una figura enmascarada que merodeaba nuestra mansión, persiguiendo a mi madre, y desde entonces, asumí que esa persona era Hanna. Desde ese instante, nos encontramos en un constante enfrentamiento, consciente de que su intención era acabar con la vida de mi madre, cuando en realidad, la que debía ser eliminada era yo misma.

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H de ? :¿Quién mató a Brais?
غموض / إثارة¿Escribir la biografia de un muerto? Delaney Rymer es una escritora que está luchando contra la propuesta que le cambiaría la vida, aunque su instinto le dice que no debe escribir la biografía de la biografía de un muerto. A pesar de sus reservas...