Capítulo 25: Aquél día

22 12 0
                                    

Vera.

Las semanas pasaron rápido, todo era lo mismo, no quería más, no podía más. La misma mierda.

Llegó el día de la consulta con Faina y fue todo igual, ella haciendo anotaciones en su libreta, fingiendo que me escuchaba.

No veo progreso Vera, le comentaré a tu mamá para que decida qué vamos a hacer contigo. ¿Por qué no seguiste yendo a ballet? Te habría servido de mucho.

Porque ya no me gusta ballet. Contesto con simpleza.

Rodó los ojos y comenzó a hacer anotaciones nuevamente. Seguro decía: Caso perdido.

Cuando Faina dio por terminada la sesión, me fui a paso rápido. Mi mamá no estaba afuera, así que no la esperé, estaba pensando en todo lo que mi nueva psicóloga le diría a mi mamá. No llevaba dinero, así que no me importó y seguí caminando.

A decir verdad, no había considerado el hecho de que el consultorio quedaba a tres horas de mi casa. Mis pies se cansaron muy rápido y tomé asiento en una parada de autobús.

Esperé un rato y me encontré con una cara amiga.

Matty.

Se sentó a mi lado y estuvimos callados por un rato, cosa que no duró mucho porque de inmediato rompió el silencio:

Te extrañamos Vera.

Y yo a ustedes. Me limité a decir.

Entonces, ¿Por qué no vas a la escuela?, ¿Por—por qué no contestas nuestros mensajes?

Matty, no creo que sea prudente ir a la escuela, aún no estoy lista.

Y... No les contestaré hasta que tenga una visión clara de todo lo sucedido. Aún no los perdono, decidieron ponerse del lado enemigo, así que no lo sé.

Querida, no existen tales lados, sólo queremos que entres en razón, lo que hizo Diego no tiene justificación, lo sé, pero sí que tiene una explicación.

¡Shh! Hice un ademán con la manoFaina dice que no tengo que recordar nada, y mucho menos, pronunciar el nombre del innombrable.

Faina está idiota. ¿Cómo que no vas a decir nada?, entonces, ¿Para qué le pagan?, ¿Para que te quedes callada toda la puta sesión?

Eso creo. Casi no nos dirigimos la palabra.

No creo que eso sirva de algo, yo no soy psicólogo ni tengo conocimientos de nada, pero lo que sí sé, es que se va a una terapia para que te ayuden a sanar y te escuchen, no para que calles.

Es que ella ya está al tanto de todo, sabe lo que pasó, absolutamente todo, y cree que es mejor opción hablar sobre el amor y mierdas, siempre y cuando se evada todo lo mío con Diego. Incluso me recomendó retomar mis clases de ballet.

¿Y funcionó?

Niego con la cabeza.

No, pero me ayudó a distraerme SonreíYa no soy nada buena.

Podrías si te lo propusieras. Pero... ¿en serio no te deja hablar del tema?

Niego de nuevo.

Se quedó pensativo por unos minutos y prosiguió.

Mi amor, eso que dices está mal, Faina está mal. Acarició mi hombro en un gesto de apoyo.

My Rockstar Lover [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora