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STILES, ROCKY Y YO FUIMOS A LA máquina expendedora para buscar algo de comer. Según él, dormir tanto le había causado hambre.

Stiles sacó algunas monedas de su bolsillo y las introdujo en la máquina. Yo lo observé con los brazos cruzados y mi cuerpo recargado en la pared al costado de la máquina. Rocky se sentó un poco alejado de nosotros, observando la escena.

—Recuerdo que hace unos pocos días solté unas lágrimas de la preocupación, justo en este lugar.— Hablé con una pequeña sonrisa.

Después de todos aquellos sucesos, mi única preocupación era Lydia, pero estaba tranquila respecto a todo lo demás, al igual que Stiles, por lo que ambos recordabamos algunos sucesos con humor, para no quedarnos con el trauma.

—Aw, después de todo sí te importo.— Contestó Stiles con humor.

—No realmente.— Dije con una sonrisa y rodé los ojos.

—Si, si. Lo que digas.— Stiles dijo y observó a la máquina nuevamente, que al parecer se había estancado o algo así. —¿En serio?

Dejé mi postura anterior y me paré al lado de Stiles para observar la máquina. Stiles tomó los extremos de la máquina y comenzó a agitarla para que se moviera.

—Stiles, no creo que funcione.— Hablé.

Stiles dejó de agitar la máquina y la observó con furia.

—Te compré chocolates, pero esta estúpida máquina no me los quiere dar.

—No es para- espera, ¿Me compraste chocolates?— Lo miré.

—Sí, son tus favoritos.

Mi corazón latió con fuerza ante las palabras de Stiles, no tenía idea de cómo es que sabe eso, pero lo sabe, y eso lo hace la persona más increíble de todo el planeta.

Stiles volvió a tomar la máquina pero esta vez de la parte superior, y comenzó a agitarla nuevamente y con más fuerza. La máquina comenzó a desplomarse hacia adelante y yo tomé el brazo de Stiles y lo jalé hacia atrás para que no nos cayera encima. La máquina cayó al suelo y estoy casi segura de que el estruendo de los cristales rompiéndose se escucharon por todo el lugar.

Stiles y yo observamos la máquina en el piso, sin saber qué hacer. Ambos teníamos una expresión de sorpresa pasmada en el rostro, mientras que Rocky observaba todo con las orejas paradas.

—Si preguntan, diré que fuiste tú.— Hablé.

Ambos íbamos a tratar de levantar la máquina, cuando un grito extremadamente agudo y fuerte se escuchó por todo el lugar. Mis oídos comenzaron a doler de inmediato, por lo que cerré mis ojos con fuerza y me puse las manos encima de las orejas tratando de tapar los oídos, pero era inútil. Me tiré al piso sin poder soportar el dolor y me pegué a una pared, aún con los ojos cerrados. No podía escuchar nada más que el horroroso grito.

El grito pareció parar, pero el eco aún retumbaba en mis tímpanos.

Destapé mis oídos y abrí lentamente mis ojos pero un dolor y mareo inundó mi cabeza, y la situación empeoró cuando no vi a Stiles ni a Rocky frente a mí. Me levanté del suelo e inmediatamente me sentí desorientada, sentí que me caería al suelo pero mantuve mi equilibrio.

Comencé a caminar con cuidado, y me asusté al no ver a absolutamente nadie. Mi paso se volvió más y más rápido hasta recorrer cada pasillo del hospital, pero no encontraba a nadie.

Sentí una oleada fría de viento pegarme por la espalda, que venía cargada de una voz, que hablaba en susurros. La voz era suave y un poco aguda, no entendía qué es lo que decía, pero sonaba como si me estuviera llamando. Me giré para ver detrás de mí, pero no había nadie.

𝐍𝐢𝐠𝐡𝐭𝐦𝐚𝐫𝐞 » 𝑆𝑡𝑖𝑙𝑒𝑠 𝑆𝑖𝑙𝑖𝑛𝑠𝑘𝑖 ♡︎ 𝑇𝑊 ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora