Capítulo 12:24

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Diario de Ivar Ericsson:

He decidido abrir la carta, sé que puede que no me diga nada importante; sin embargo, esta carta le preocupa mucho a mi padre.

─¿Seguro, seguro que lo quieres leer? ─me entrego la carta.

─Más que seguro ─asentí─ ¿Quieres quedarte a escuchar? ─abrí lentamente el sobre.

─Si ─se cruzó de brazos y se encogió de hombros─ Quiero escucharlo.

─Mire un segundo el sobre, saque la carta y tire el sobre al suelo─ Mhm...─La carta tenía una simple frase 

"Espero me perdones, todo lo hice porque te quería proteger, Te amo cariño"


─¿Solo eso dice? ─me arrebato la carta, la miro por los dos lados y nada─ Te dije que esta carta no tenía sentido, que no tenía nada importante, pero no me escuchaste.

─...─mire la punta del papel─ Ahí hay algo escrito ─señale la orilla de la hoja. 

Tom le dio la vuelta y lo leyó en voz alta

─Diario... Moa Lundgren... y te dice dos direcciones ─me entrego la carta─ ¿Las conoces?

─Mire atentamente la carta, ley la calle─ Es mi casa... y la otra no lo se─me levante─ Vamos, seguro algo nos explica más 

─Muy bien, solo déjame ir por mi mochila.

Tom se fue corriendo, yo salí de la casa para esperarlo fuera. 

Empezamos a caminar, hasta llegar a la casa de una de las vecinas de Tom.

─Que raro ─miro por la ventana─ Ella nunca recibe visitas ─se cruzó de brazos─ 

─¿Cómo sabes que no recibe visitas? ─También mire por la ventana.

─Porque soy el único que lo visito, a veces voy a su casa a jugar ajedrez, no tiene hijos, ni esposo, ni amigos, ni familia que la vaya a visitar, está sola la pobre ─me miro─ No sé quién este ahí para que ella esté tan emocionada.

Desde lo lejos pudimos ver como le servía el té a un desconocido

─Tal vez está loca, y no sea nadie, la soledad afecta mucho a los viejos ─me encogí de hombros─ Sigamos, luego la visitaras ─tome su mano y comencé a caminar─ Deja de preocuparte por ella.

─Si... seguro ─miro por última vez y siguió caminando.

Por fin llegamos a mi casa, en el jardín estaba puesto el letrero de "se vende".

Abrí la puerta de la reja y rápidamente salió una mujer de la casa.

─Hola, señores ─coloco sus brazos al rededor de los nuestros─ ¿Buscan una casa? ─nos soltó y subió los escalones ─nos miró rápidamente─ Sois una pareja de Gay?

─¿Qué? ─confundido─ No... somos

─Tranquilo, el vecindario es tranquilo, todos son agradables, a muchos les gustaría tener vecinos bueno... pues, como ustedes ─se encogió he hombros─ Bueno, entremos, les enseñaré el lugar.

─No hace falta ─negué con la cabeza─ Solo vine a buscar algo, yo vivía aquí, desde pequeño.

─Oh... yo te conozco ─Asustada─ Tu madre fue asesinada por tu padre. ─río nerviosa─ Claro, pasen ─abrió la puerta.

Le agradecimos, al entrar sentí que el lugar estaba frío, todos los muebles de mi madre estaban puestos, habían quitado los otros, eso era bueno, Tom subió las escaleras, mientras yo tenía etapas de nostalgia, entre a mi habitación y estaba todo bacillo, ya no estaban mi póster de todos mis grupos favoritos, de Slayer, Slipknot, Mötley Crüe...

Por fin lo vi ordenado, fui a la habitación de mis padres, Tom estaba buscando en todos lados, cajones, armario, debajo de la cama, en todos lados, pero no estaba en ningún lado. 

─¿Tu madre no tiene algún secreto que tú sepas? ─se cruzó de brazos.

─Yo no espiaba a mi madre, no como tu ─hice lo mismo que él.

─Bueno, pues ponte a buscar ─se levantó─ ¿No tiene una caja o algo? ─miro a los lados.

─Sí, tiene una, está en el sótano, mi madre me la enseño un día, me dijo que ahí había dinero, y luego me llevo a comer un helado ─me cruce de brazos.

─¿Por qué no lo dijiste antes? ─me miro mal.

─Perdón ─salí de la habitación.

Él me siguió, bajamos las escaleras hacia el sótano, todo estaba oscuro, encendí la luz y esta solo parpadeaba, daba pánico saber que algunas partes de la habitación no se veían 

─Ahora recuerdo porque nunca baje al sótano, esto me da miedo ─ mire a mi alrededor.

─Callate ─saco su móvil y encendió la linterna─ Busca la caja ─empezó a caminar.

─Creo que está escondida en mis antiguos juguetes ─empece a caminar hasta unas cajas, las moví a un lado, y ahí estaba una caja enorme, sople un poco, ya que tenía bastante polvo e intente abrirla, voltee a mirar a Tom y solo estaba abriendo las cajas para ver los juguetes.

─Deja de mirarme, y abre la caja ─saco dos figuritas de acción.

─... Está bien ─le mire confundido, mire nuevamente la caja y suspire─ El código debe de ser fácil.

─¿Fecha de cumpleaños? ¿Aniversario? ─se encogió de hombros mientras destruía mi figurita.

─No rompas eso, me costó encontrarlo ─sé lo quité─ Además, no puede ser el aniversario de casados, recuerda, que no eran dos, eran tres ─guarde los muñequitos y luego cerré la caja.

─Prueba con tu cumpleaños y el de Freia ─Se levantó del suelo.

─Mi madre mato a mi hermana, te crees que lo pondrá? ─me cruce de brazos.

─Entonces lo de Maya y Luca...─se encogió de hombros, levante una ceja y lo mire medio enojado─ Vale, pues no se ─se inclinó hacia atrás─ Se me olvida todos los problemas de tu familia ─puso sus ojos en blanco.

─Probare con el mío ─me di la vuelta, me agache y coloque el código en la cerradura, la puerta se abrió. 

─Se nota que solo te quería a ti ─los dos nos miramos y él solo me miraba con cara de enojo, negando con la cabeza.

─Fui... el primer hijo...─me encogí de hombros y tragué saliva.

ELLA - LOS HECHOS -Where stories live. Discover now