ELLA - LOS HECHOS -

Capítulo 13:26

Diario de Oscar Ericsson:

Estuve pensando en lo de antes, ¿Cómo es que sigue viva? Yo vi su cadáver... bueno, su mano más bien dicho.

Pero la verdadera pregunta es ¿Por qué Tom lo sabe? 

─Solo pasa ─me miro frustrado.

─¿Por qué están todos aquí? ─trague saliva─ ¿Qué pasa?.

─Tom ya me contó que fueron a buscar ese diario ─se cruzó de brazos.

─¿Y qué pasa? ─mire a Tom─ Ustedes no me dicen nada, es normal que tenga curiosidad.

─Eres muy joven para asimilar todo esto, ni siquiera Carla o yo lo entendemos ─inclino su cabeza.

─Se que es difícil, pero es mi derecho a saber los secretos de mi familia ─mire al suelo.

─¡Ya te hemos dicho todo! ¿Por qué sigues buscando? ─puso sus manos sobre mí.

─Porque mi padre tiene las respuestas! ─eleve la voz─ Pero él no quiere decirme, ustedes tampoco, y mi madre ni siquiera está viva, y si lo estuviera, no estaría cuerda para asimilar la situación, lo único que mi padre me dijo, fue que esa chica lo sabe todo, pero no sé qué chica es.

─Es la misma que te dije ─hablo de pronto, todos le miramos sorprendidos, levanto la cabeza y me miro─ Esa chica sabe todo lo que ha pasado en tu familia, desde el comienzo al final.

─¡TOM CALLATE! ─se levantó de la silla.

─¡¿Por qué no puede saberlo?! ─saco sus manos de sus bolsillos.

─Te dijimos explícitamente que no podías contárselo ─se acercó al─ Tom...─le miro fijamente─ Tú ya lo sabes ─se acercó a él y le susurro algo en el oído.

Su expresión paso de ser fría y furiosa a asustada.

─Perdón...─se tapó la boca, se alejó de su padre y salió corriendo hacia su habitación, yo aparté a la señora Carla y fui tras él.

─¡IVAR! ─me sujeto del brazo─ Para de una vez, es por tu seguridad.

Mire a los dos por última vez y me suelte, fui corriendo, hasta llegar a la puerta de la habitación de Tom, la abrí de golpe y él solo me quedo viendo. 

─Vete ─susurro─ Vete...

─Tom, dime todo lo que sabes, dímelo ahora.

─No puedo contarte nada ─negó con la cabeza.

─Dímelo de una vez, al menos dame el diario, para poder leerlo.

─No puedo dejarte leer ese diario ─dio un paso atrás.

─¿Por qué no me apoyas en esto? ERES MI MEJOR AMIGO! ─apreté los puños.

─Yo siempre te apoyo, siempre te he creído, pero también quiero que estés bien, que no te vuelvas loco como tu madre! ─miro hacia atrás─ ¡Piensa un poco, deja de pensar en esto, tu madre ya esta muerta, tu padre la mato, tu hermana está muerta, centrate en los dos únicos familiares que te quedan! ¡DEJA DE PENSAR EN EL PASADO, TODO ESO YA PASO, OLVIDALO! ─Choco contra el escritorio. 

─¡NO PUEDO, ENTIÉNDELO! ─lo agarré de la camisa─ Tú harías lo mismo, es más tú serias peor que yo ─lo empuje─ Entiéndelo!