Unos golpes en la puerta del dormitorio me despertaron.
─Selene, se hace tarde. Y dile a Ian que también se le hace tarde ─dijo Diana.
No me di cuenta de que justo a mi lado una melena negra con chinos alborotados estaba aún acostado en mi cama. Mi madre se había dado cuenta que Ian había dormido en mi cuarto. Por lo menos no había entrado al cuarto, porque si hubiera visto que Ian había dormido en la misma cama que yo, seguramente en este momento estaría gritando groserías a los cuatro vientos; sin embargo, me impactó lo tranquila que había reaccionado cuando no lo vio en la cama junto a mi hermano.
─Ian ─lo sacudí─. Ian, tienes que despertar. Se nos hace tarde.
Refunfuñó y se volvió a acomodar. Jaló de mi camisa y acomodo su cabeza en mi regazo. Si anoche no hubiera llegado tan tarde, nada de esto estaría pasando.
─Ian, es en serio ─. Me eché a reír─. Vamos a llegar tarde y mi mamá ya sabe que dormiste aquí.
Eso fue suficiente para que abriera los ojos de golpe. Se levantó y trató de ubicarse en un segundo. Por poco cae de sentón al hacerlo a máxima velocidad. Tenía todo el cabello despeinado y alborotado, me dieron ganas de pasar mis dedos por él. Vi su espalda desnuda y la forma en la que sus pequeños pero notables músculos se contraían al ritmo de sus movimientos, y fue entonces que me percaté de lo que estaba ocurriendo ahí. Había dormido con mi mejor amigo en ropa interior. Me sentía muy avergonzada por lo que había pasado. Jamás hubiera dejado que se quedara conmigo y menos de esa forma. Además, ahora que sabía que sentía algo por él, no podía evitar pensar en situaciones y cosas que antes ni siquiera pasaban por mi cabeza, al mismo tiempo que pensaba en él.
─ ¿Tú...mamá...? ─preguntó frotándose los ojos.
Se sentó en la cama frente a mí.
─Sí, no entró. Gracias a dios ─contesté avergonzada.
─Estás...─me miró entrecerrando los ojos─. ¿Sonrojada?
─ ¿Qué...? ¡No! Claro que no. Levántate ahora mismo ─lo empujé de la cama con los pies─. Tenemos que estar listos en cinco minutos, de lo contrario, llegaremos tarde el último día de clases.
─No sería nada nuevo ─comentó poniéndose de pie.
Hasta ese momento pude apreciar adecuadamente su cuerpo. Nunca me había fijado, pero tenía un cuerpo muy bien formado. Para ser un muchacho de veinte años, estaba en bastante forma. Era flaco pero tenía los músculos del abdomen y los brazos marcados. Con el cabello todo alborotado y los bóxers holgados, daba una pinta muy sexi. Por mi mente cruzó, por un momento, ver esa imagen todos los días en la mañana.
El hecho de que fuera dos años mayor que los demás, era más que suficiente para crear revuelto entre las chicas de nuestra generación. Estuvo dos años en el extranjero por el trabajo de sus padres, por eso se retrasó en los estudios. Y a pesar de verse tan grande, aún era como un niño, por lo menos cada que estaba conmigo.
Me estiré y toqué su cabello, queriéndoselo peinar. Pude apreciar cómo su piel se estiraba, cómo su respiración hacía que su pecho subiera y bajara lentamente. Había madurado un poco y se veía mucho más grande que la última vez que pude apreciarlo. Nunca había entendido qué era lo que las demás chavas veían en él, hasta ese momento. Ian en verdad era guapo y llamaba la atención. Era listo, divertido e inteligente. Además de ser de los pocos chavos que trataba a una mujer como a una dama; sin olvidar resaltar, nuevamente, que era unos años mayor que los demás.
─ ¿Te gusta lo que ves, Selene? ─preguntó risueño.
─ ¿Cómo...?
Me levanté de la cama sin mirarlo a la cara. Me puse a buscar mi ropa del colegio y, cuando la tuve, salí del cuarto sin mirarlo y sin dirigirle la palabra. Fui directamente al baño y me puse la ropa. No podía apartar la imagen de Ian de mi cabeza. Si no hubiera sido por Vale y Fer, no me habría dado cuenta de mis sentimientos por él y nada de esto me estaría afectando. Estaba tan concentrada viéndome en el espejo que no me di cuenta de que había olvidado mi maquillaje en el cuarto, así que regresé por él. Cuando abrí la puerta, me topé con el cuerpo de Ian recostado en mi cama, aún en ropa interior.
ESTÁS LEYENDO
Una noche de baile
RomanceSelene es una chica que cursará el último año de preparatoria y descubre estar enamorada de su mejor amigo, Ian. Pero el destino se interpone entre ellos y Selene sufre un grave accidente que casi termina con su vida. En su recuperación conoce a Gab...