"Entonces..." Pensó Slender "Todo este tiempo fue un Omega..."
Jeff sería una rareza entre los creepys pero ¿por qué ocultar su naturaleza?. De no hacerlo, pudo haber recibido un trato diferente. No hubiera sido algo extremo con él cuando lo mandó a entrenar con otro alfa, y tendría protección para evitar ataques como con Laughing.
Realmente... ¿Qué estaba pensando el niño al hacer algo como esto? ¿Quizás tenía temor? Era lo más probable. Ingresar en el mundo de asesinos, monstruos, demonios, entes paranormales y demás, seguro que daba la sensación de peligro absoluto para un Omega.
Mirándolo de nuevo, sí tenía rasgos más suaves, como sus cachetes que todavía tenían cierta curvatura, su nariz y mentón algo pequeños, y si quitaba la sangre seca, unos labios delgados. No podía decir mucho de sus ojos porque no tenía completos los párpados y la negrura que los cubría tapaba cualquier diferencia.
Estuvo tan ciego en estos días. Pensar que un joven pudo haberlo engañado desde el primer momento en el que se conocieron... Sin embargo, no estaba molesto. Sorprendido, sí; complacido, tal vez; aliviado, claro.
Por mientras dejaría descansar al chico. Tardaría una hora por lo mucho antes de que despertara, y cuando eso pase, él estaría aquí para conversar pacíficamente y aclarar esta situación que había entre los dos.
Con sumo cuidado retiró sus extremidades del agarre de Jeff y soltó un poco de sus feromonas para calmarlo antes de que intentara despertarse. Eso funcionó a la perfección.
Lo miró por última vez para asegurarse de que estaría ahí, de que todo esto era real y no un producto de su mente cansada.
Se desvaneció en el aire y bajó de nueva cuenta a su habitación. Allí se encargaría de despejar y entretener su mente con papeleo antes de pasar a lo serio. De igual manera, eso ayudaría a matar el tiempo. Todavía estaba en espera de recibir el informe del sellado de la entrada de sus proxies.
La habitación de Jeff quedó en silencio por un largo rato. Dentro de su sueño, la calma que anteriormente lo había relajado lo suficiente como para liberar su propio olor entre la inconsciencia y consciencia, se alejó de sus fosas nasales hasta desaparecer por completo.
En un acto de querer seguir el olor, se movió tratando de encontrarlo de nuevo. Al segundo siguiente de hacer un movimiento brusco, se golpeó la parte frontal de la cabeza contra su mesita de noche, despertándose al instante por el dolor.
- Mierda... -Soltó su quejido en voz baja, su cuerpo todavía se sentía cansado pero ya su mente comenzaba a ponerse al día de su entorno.
Parpadeó confundido por breves instantes, luego poco a poco el leve rastro de feromonas llegó a su nariz y sintió un bombardeo de emociones que lo terminó despertando de golpe. Los recuerdos borrosos, pero al fin de cuenta eran recuerdos, reaparecieron en su memoria para darle una bofetada de lo que hizo quizás minutos atrás mientras estaba medio drogado del cansancio.
Hubo arrepentimiento, temor y furia consigo mismo por caer en los bajos instintos de su casta.
Rápidamente se levantó de la cama, ignoró el mareo y buscó la colonia de feromonas falsas. Sin tener en cuenta la cantidad, se aplicó por todos lados en un intento de borrar cualquier rastro de sus propias feromonas y del ente que había estado en su habitación.
Su respiración se estaba volviendo errática, y con ello buscó de manera desesperada las pastillas supresoras, las abrió y tragó un puñado de las que agarró, tapó el frasco como pudo y finalmente se sentó de nuevo para al menos pensar un poco de lo que haría a continuación.
Era obvio que debía de largarse ya de este lugar. Era cuestión de tiempo para que todos en esta cabaña se enteraran e intentaran, ¿qué sabía él? ¿de abusarlo y utilizarlo como juguete tal vez?. Eran asesinos, despiadados, algunos literalmente eran monstruos sin razonamiento, debía esperar lo peor de lo peor pero no se quedaría para comprobarlo.
Se levantó nuevamente de golpe, abrió el armario pequeño que tenía y sacó sus dos mochilas que estaban botadas en un rincón. Utilizó el que le dió Smile para solo su ropa, quizás el perro demonio no podría rastrearlo con ella por llevar un poco de su propio olor falso.
Dentro metió varios pares de mudas completas de ropa, mientras que en el otro la comida precocinada que sería fácil de preparar, una docena de frascos supresores, su colonia y la hamburguesa que le quedó antes de dormirse.
Cerró todo y comprobó el peso de ambas, a pesar de la apariencia muy llena que tenían, las mochilas no pesaban casi nada en su hombro más sano. Decidió dejarlo un momento en su cama y se metió en el baño para lavarse la sangre seca que le quedaba en la parte posterior de la cabeza, hombro y cara. Debía ser rápido. Muy rápido.
No esperó a que el agua calentara, simplemente metió la cabeza bajo la regadera y abrió el grifo lo suficiente para que le mojara toda la nuca pero sin caer directamente al suelo para que no generase ruido innecesario. Hizo malabares con el champú y acondicionador, creando un nuevo récord personal de lavado de cabeza.
Salió del baño, se pasó fugazmente la toalla y agarró las mochilas mientras caminaba hasta la puerta pero se detuvo antes de intentar abrirla. ¿Y si alguien lo miraba por el pasillo? Mejor no era arriesgarse, dio media vuelta y abrió la ventana. Abajo había una pequeña plataforma antes de llegar al suelo, eso sería suficiente para poder bajar.
Tomó un bocado de aire y se dio media vuelta para comenzar el descenso. Lo hizo con cuidado, todavía temeroso de que alguien lo escuchara o sus heridas ya cicatrizadas se abrieran de repente como por arte de magia.
Una vez estuvo en tierra firme se acomodó la ropa desarreglada y miró en todas direcciones para orientarse. Iría por el norte, que se encontraba al otro lado de la casa. Colocó suavemente las dos mochilas tanto adelante como atrás en su torso y al no sentir ningún dolor, comenzó su rápida caminata hacia la entrada elegida.
En sus pensamientos, rezó a nadie en particular para no encontrarse con Smile o Grinny, mucho menos con el tipo llamado Willow una vez logre cruzar el denso bosque. Si iba a irse, lo haría de tal manera que ninguno de estos lo volvieran a encontrar hasta su propia muerte.
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Sonrisa Enfermiza (JEFF X SLENDERMAN) (OMEGAVERSE)
FanfictionCreepypastas. Fanfic. Suspenso y misterio. Asesinato. Omegaverse. Así que... si desean, pasen a leer. Atte: - WITTPOOLTAS.