Una segunda vez -VKook/KookV

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Jungkook despertaba removiéndose en la cama. Entre sus brazos, Taehyung ocupaba su espacio. Le vinieron recuerdos de ése mismo día y sonrió por la emoción. Incluso tuvo ganas de repetirlo.

Abrazaba al mayor de cabellos rubios y este descansaba en su pecho y levemente roncaba.

«¿Estaría bien robarle un beso?»

—Tae... —se puso nervioso. Sintió que le gritaría, pero en entonces se recordó a sí mismo lo que hicieron por la mañana. Tal vez las cosas entre ellos cambiaron— Tae... —acarició suavemente su cabello.

—Hmm... ¿Jimin?

—No soy Jimin, Tae. Soy Kook.

Al oír ése apodo abrió sus ojos marrones como platos y se encontró con los orbes alegres del pelinegro.

—Tae. Estamos desnudos y abrazados. ¿No te agrada? —reía.

—¿Qué? —miró bajo las sábanas— ¿Cuándo- ¡Jungkook, nos hemos saltado las clases! Dios... —suspiró descansando la cabeza otra vez sobre la almohada— Jungkook. Vete de aquí. Esto entre nosotros no-

—¿Por qué? Dame un porqué. ¿Ya no te gusto? ¿Sigues enfadado? ¿Acaso-

—Me gusta alguien más, Jungkook. Así es. No siempre se puede volver. Nada es para si-

—El hecho de que nada sea para siempre no tiene nada que ver. Siempre que empiezas algo lo puedes terminar y volver a repetir —sorbió por su nariz que lentamente tornaba roja—. P-por eso tú y yo... siempre volvíamos. —comenzó a llorar. Mientras se vistió, también lloró.

Taehyung lo observaba desde atrás arrepintiéndose de no haberse excusado de otra forma.

—Eres... e-eres una persona horrible. Te odio...

—Mira, Jungkook-

—¡Eres un insensible, ya no quiero saber nada de ti, déjame! —cerró intencionadamente la puerta con muchas fuerzas.

Corrió hasta la habitación de Seokjin mientras golpeaba la puerta repetidas veces y le rogaba al mayor que la abra.

—Jiiin... —enterró su rostro en su cuello y lo abrazó por la cintura buscando resguardo.

—¿Qué pasa, Jungkook?

—Es Tae... —sorbió por la nariz— D-dice que le gusta alguien más. Me lo dijo después de haberme follado de la forma más brutal... —alzó la cabeza con un puchero.

—¿Qué? ¿Cómo pudo hacer tal crueldad? —acarició su mejilla— ¿Quieres pasar y comer helado mientras ves tu serie preferida?

—Sí, por favor. —agarró su mano y entraron.

Se encontraba tumbado en el sofá con los ojos hinchados de tanto llorar, envuelto por una manta azul, sujetando la cuchara mientras estaba dentro de su boca y viendo su serie favorita.

—¿Te estás distrayendo un poco?

—No... No puedo dejar de pensarlo de ninguna manera. O-ocupa todo el espacio de mi cerebro.

—Aww... De una manera u otra es bonito... Aunque, es doloroso también. Que sepas que no debes esperar a alguien, jamás.

—P-pero-

—No —besó su frente y luego alzó la cabeza del menor para tomar asiento. Descansó la cabeza de Jungkook en su muslo—. ¿Y si tal vez es momento de encontrar a alguien más?

—No, no, no... No quiero, por favor. Soy muy muy consciente d-de que no es lo correcto, p-pero quiero seguir amándolo un poco más. Lentamente lo olvidaré, ¿v-vale? Pero ahora no...

Seokjin sonrió. Aveces Jungkook sabía cómo razonar y asumir las cosas.

—Muy bien. ¿Quieres un abrazo?

—Siií. —lo abrazó y besó varias veces su mejilla.

—Te quiero, ¿vale? Que sepas que estoy aquí para todo lo que necesites. —esbozó su típica sonrisa.

—Yo también te quiero mucho.

♡

Nuevamente cayó en la tentación. Era consciente de que así no se olvidaría de Taehyung, pero su erección era insoportable.

A esas horas, todos estaban en la universidad estudiando, pero él se quedó en su dormitorio, tocándose.

—Haa...~ —soltó con las mejillas rojas frunciendo el ceño. Un vibrador no le era suficiente. Quiso sentir como su cuello era sujetado y presionado hacia abajo por aquel chico de cabellos rubios mientras lo nalgueaba y lo obligaba a saltar sobre su pene.

Entonces empezó a moverse más, restregando sus pezones contra la almohada, metiendo en exceso el vibrador, subiendo el nivel y masturbándose a medida que acariciaba sus testículos.

No pudo ahogar ese gemido cuando arqueó la espalda y la punta de su miembro se bañó de semen. Siguió masturbándose mientras lloraba y salían más fluidos.

—Ugh...~ —descansó en el sofá cerrando los ojos.

—Jungkook. ¿Me estás ignorando? —dijo una voz familiar ahí fuera— ¿Qué mierda acabo de escuchar?

—Mierda, Yoongi... Justo en el peor mo-momento. —jadeó nervioso.

—Debe estar dormido y yo debo estar hablando solo... —suspiró antes de abrir con la llave que le dio Jungkook— ¿Jun- —su bolsa de comida cayó al suelo al ver a Jungkook con un vibrador en el culo y semen encima de su sofá.

—¡YOONGI! —se puso a llorar mientras el contrario no pudo evitar reírse. Se tapó la boca con el puño cerrado mirando a otro lado.

—Venga, no llores. ¿Te ayudo en algo? —sus ganas de reír ante la reacción del más joven, eran increíbles— Era broma —dijo cuando se le lanzó una almohada duramente—. Espero que ese no esté manchado.

—Vete, por fa... —sorbió por la nariz sacándose el vibrador y poniéndose de pie. Cuando su amigo se acercó, se alejó.

—¿Qué?

—¿No te doy asco?

—No, Kook. ¿Cómo vas a darme asco? Sólo ha sido sorpresa. Nada más. Eres como mi hermano, sabes. —sujetó su rostro y limpió sus lágrimas.

Este no pudo evitar sonreír. Cada día se alegraba más por tener unos amigos tan tolerantes.

—Estoy cien por cien seguro de que Jin diría lo mismo si te viese así. No sentiría asco, pero sí sorpresa. ¿Me entiendes? Ahora vístete y luego me cuentas por qué no estás en clases...

Acabaron sentados en el sofá. Jungkook encima de Yoongi reclamando mimos y este dándoselos.

—Además, no quiero ver a Tae... Hoy es miércoles. N-nos vemos en muchas asignaturas.

—El miércoles solía ser tu día favorito exactamente por eso.

—Exacto... —empezó a llorar y se abrazó a él— Desearía no haber cortado con él... Podríamos haberlo resuelto de otra forma.

—¿Y por qué no se lo dices a él? Se lo cuentas a todos menos a él.

—Porque sé que no me quiere escuchar.

—La primera opción siempre es hablar en persona. Si no funciona, pasa al plan b: dejárselo escrito. Por cierto, ¿qué os hizo romper?