✨3.4✨

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Por un demonio que estaba realmente cansado de estar allí ¿Y quien no? Era tremendo el dolor que traía en todo el maldito cuerpo gracias a la paliza que Yeobin le había dado, era un completo desquiciado y Yeosang comenzaba a desesperarse.
No solo era el cansancio y el dolor, el hambre también hacía de su parte. La comida anteriormente traída seguía allí, siendo pisoteada por las moscas, pues se negaba a comer algo que posiblemente tenga veneno.
En ese cuarto sucio y frío, solo podían oírse sus sollozos, porque sujetado dolorosamente del pie no podía hacer mucho, sentía mucha impotencia al no poder defenderse.

Tosió varias veces cubriendo con su pálida mano su boca, liberando más lágrimas debido a los malestares que tenía.
Miró su mano notando la sangre, una mala señal, pues nada estaba debidamente bien.
Yeobin por fin entro al cuarto con otro plato miserable de comida, conformado por un pan y un huevo deforme, era un asco. Este al notar el grupo de moscas en el plato anterior le fue imposible no enfadarse y volver atacar a Yeosang. Tomándolo con brusquedad por la quijada y enterrando sus peligrosas uñas.

ー¡Esto es lo mejor que puedo traerte luego en las ruinas en las que me dejaste! --. Gritó, sujetando con fuerza al Omega débil. --. Claro, no es spaghetti, tampoco lasaña o carne, así que si no quieres ¡Entonces te mueres de hambre maldita escoria!

Volvió a levantar su mano para buscar hacerle más daño a Yeosang, haciendo que el omega cerrara sus ojos esperando el golpe: golpe que nunca llegó gracias a que Yeobin logró ver el teléfono.
Yeosang entró en pánico y se puso de pie para intentar arrebatarle el aparato.
El teléfono terminó hecho añicos en un abrir y cerrar de ojos en el suelo, haciendo que todas las esperanzas se fueran al demonio.

ー¡Eres un monstruo, un maldito monstruo! --. Gritó ya cansado, sin poder soportarlo más. --. ¡¿Que es lo que quieres de mí?! ¡Ya mátame de una vez!

ーEs mi venganza Yeosang, mi venganza por todo lo que me has hecho desde el maldito día en que naciste. Nunca paras de quitarme cosas, me quitaste a Seohyun y vas a pagarlo muy caro ¡Muy caro!

Yeobin sacó una navaja de su bolsillo, acercándose lo suficientemente a Yeosang para intentar herirlo, fallando en el intento. Comenzaron a forcejear, Yeosang buscando quitarle el arma y hacer que se detenga pero era inútil. Yeobin era alguien que estaba realmente mal, alguien que no se detenía a la ligera y en un descuido logró cortarle en la mejilla gravemente.
Llevó su mano a su rostro cubriendo la herida, viendo como este sonreía con malicia al a ver logrado lastimarle.

ー¡Oops! --. Rió divertido. --. Creo que ya no serás tan bonito como antes, eso dejará una gran cica...

Cayó al suelo inconciente bajó la mirada asustada de Yeosang.
No quería que fuera una alucinación, algo que su cabeza le había hecho imaginar para hacerlo sentir confortado o quizás ya estaba muerto. La policía entró llevándose el cuerpo adormecido de Yeobin y ayudándolo a soltarse de esa estúpida cadena que le impedía el movimiento. 
Yunho y SeongHwa estaban allí, estaban allí y no era mentira cuando estos se acercaron para sostenerlo.
Su cuerpo no respondía, solo veía como SeongHwa colocaba su mano sobre la herida en su rostro.
Ni siquiera oía sus voces desesperadas y de un instante a otro ya todo estaba oscuro nuevamente.

~•ᕦ••✿✿✿✿✿✿✿••ᕤ•~

abrió sus ojitos con cansancio, encontrándose con el rostro armonioso y adormecido de SeongHwa a su lado. Se sentó con dificultad en la cama, mirando a su alrededor, notando que estaba en su habitación por fin.
Comenzó a recordar todo lo que había pasado, sintiéndose impotente, porque nuevamente Kang Yeobin había logrado causarle daño de una forma tan fácil¿Y como? Todo era su culpa nuevamente. Llevó su mano a su rostro sintiendo aquello que protegía su herida, era largo, además, el dolor en su cuerpo seguía, era insoportable.

Marry | Seongsang Donde viven las historias. Descúbrelo ahora