✨3.7✨

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Abrió sus hinchados ojos debido al sueño, notando el cuerpo del alfa descansar debajo de él de la forma más linda posible. SeongHwa tenía un puchero en sus labios, abrazado a la cintura de Yeosang y su cabello oscuro cayendo sobre su frente en ondas hermosas. SeongHwa era el alfa más hermoso de todos, Yeosang no tenía dudas de eso, era un príncipe. No podía creer que después de todo, él estaba allí siendo cubierto por esos brazos y ese aroma enriquecedor. Lo habían hecho durante toda noche y parte de la madrugada, fue como estar en un jardín de flores fenomenales, quizás se sentía así luego de los años que estuvieron separados.

ーMmm... --. SeongHwa se movió y despacito abrió uno de ojos, para después sonreír. --. Yeo.

ーSigue durmiendo. --. Susurró con las mejillas rojizas. SeongHwa asintió y volvió a caer rendido sobre su almohada. Yeosang rió bajito. --. Tuviste una larga noche.

Dejó un besito sobre la mejilla del alfa. Se levantó de la cama, sintiendo una punzada en su retaguardia. Se colocó una pijama ajena y camino al baño para hacer sus necesidades, no sin antes darle una mirada al departamento.
El sitio no era muy grande, pero tampoco pequeño. El departamento tenía escaleras que unían la habitación con la sala, con una maravillosa vista a la ciudad. Entró al baño, deteniéndose frente al espejo antes de tocar el inodoro.
Allí se dió cuenta de algo que lo dejo sin aliento. Su cuellos tenía manchas rojizas alrededor, pero aún lado estaba la marca de los dientes del alfa en el, hinchada y roja.

Llevó sus dedos a ese sitio, ejerciendo algo de presión, soltando un quejido.
No podía creerlo, SeongHwa le había marcado ¡Le había marcado!
Cubrió con sus manos su boca y un eje de pánico se instaló en su todo su ser. Estaba realmente unido a SeongHwa, pero muy tempranamente. Había guiado a Park a cometer esa acción que haría rodear sus cabezas como pelotas.
SeongHwa apareció por la puerta, somnoliento, arrastrando sus pies sin darle mucha importancia a Yeosang que estaba al borde del llanto. El Omega se dio vuelta buscando alguna marca en SeongHwa, y efectivamente, no solo tenía una, tenía varias.

ー¡Me marcaste! --. Gritó. Asustando al alfa, que, al oír aquello, todo rastro de sueño desapareció de su rostro. --. ¿Que pensaran ahora? Que irresponsable fui.

ー¿Quienes tendrían que pensar? --. SeongHwa levantó una ceja. Acercándose al Omega para mirar la marca con atención. --. A mi gusta.

ーTu familia te va ahorcar y todos tendrán contenido de chismes por la indecencia que hemos cometido. Una marca antes del matrimonio... ¿Sabes cuántos problemas me vas a generar?

El alfa puso en blanco sus ojos al escuchar las quejas de su ahora pareja ¿Por que estaba mal cuando ambos se amaban? ¿Era importante lo que los demás hablarán sobre ellos? SeongHwa realmente estaba harto de que los supuestos periodistas investigaran su vida ¿No había algún artista al cual perseguir? Pero de todas formas le gustaba la idea de que estos supieran que Yeosang estaba a su lado luego de todas las idioteces que fueron capaces de decir cuando ambos se divorciaron. Volverían a casarse, estaba seguro de eso, pero esta vez correctamente, porque Yeosang merecía una boda por todo lo alto en forma de venganza.

Se acercó al omega, alejándolo del espejo para tomar su rostro y hacer que lo mirara. Podía sentir la preocupación ajena, el miedo en su interior. Acarició la mejilla ajena con suavidad, besando después su frente y abrazarlo para darle seguridad. Sintió las manos ajenas apretar su ropa. Yeosang reposo su cabeza en su hombro mientras liberara lágrimas, pues una marca era una marca, una sensación diferente a cuando no la tenía, era entendible también.
Acarició la espalda de su Omega, cantándole suavecito una canción  divertida para calmarlo. Lentamente Yeosang comenzaba a relajarse entre sus brazos.

ー¿Estas más tranquilo, cariño? --. SeongHwa levantó el rostro del omega para mirar sus ojos. Yeosang frunció el ceño al oír lo último.

ーMe siento algo mareado... --. Se alejó del alfa. Sintiéndose inseguro. --. Quiero ir a casa. No quiero estar aquí solo... Contigo.

Marry | Seongsang Donde viven las historias. Descúbrelo ahora