Capítulo diez

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"Inhalar, exhalar ¡Y guardar el secreto!"


Horas más tarde, YoonGi se arrepentía de haberle dado a Jimin el permiso de follarlo todo lo que restaba del día. Es decir, claro que no estaba arrepentido por que había disfrutado cada maldita ronda, pero la manera en que todo su cuerpo dolía era impresionante.

Para su buena suerte, Jimin se estaba haciendo cargo de su parte del problema. En vistas de que el omega se encontraba bastante cansado y débil, se había ofrecido voluntariamente a darle una ducha, vestirlo con ropa limpia, y preparar la cena. El plan de salir a caminar había quedado en el olvido, ya que YoonGi no quería moverse del sofá de la sala ni de casualidad, por lo que se les había ocurrido que hacer una maratón de películas podía ser la mejor opción para pasar el rato.

El Omega se quedó en el living mirando la primer película solo mientras que Jimin se dedicó solo a cocinar.

-¿Vamos a ver Harry Potter?-preguntó ceñudo, dejando las casuelas con comida en la mesita frente al sofá. Se quedó sentado en el suelo con un almohadón bajo su trasero, y giró la cabeza para mirar al mayor-, ¿YoonGi?

-¿Vas a decirme que no te gusta la saga?-le señaló con el control remoto. Jimin se encogió de hombros, y antes de que soltara alguna palabra, el peli-negro volvió a hablar-, la verdad no me importa. Vamos a ver eso y punto.

Park suspiró, negando con la cabeza.

-Dahyun no se pone tan malhumorada después del sexo-se quejó bajo, sin pensar realmente en si estaba siendo escuchado o no. Tomó su cazuela y sus palillos y empezó a comer mirando la televisión; la película estaba por dar comienzo.

-¡Me alegro por ella, dile que me pase sus tips para soportarte a tí!-exclamó, dejando caer el control remoto sobre la mesa para tomar con brusquedad su tazón.

Oh, entonces si le había oído. Jimin lo miró por varios minutos, el omega estaba enojado hasta con los actores de la película solo por existir. No lo entendía, él de repente había cambiado, no era el Omega mimoso de hace menos de una hora.

-¿Qué te sucede?

-¿Es necesario que me pase algo?-respondió con la boca llena de fideos, manchandose con salsa la barbilla.

-Estás molesto.

-No. Estoy bien, Jimin, estoy...-se quedó en silencio un segundo, y retomó la palabra-, ¿porqué no te has ido aún? Es tarde, ¿que haces aún en la casa?

-YoonGi...

-¡No digas que estoy exagerando!-se rió, pero parecía nervioso. El alfa seguía sin comprender que le sucedía-, tú siempre haces lo mismo, te vas. Sales por esa puerta-señaló hacia el costado-, y desapareces la semana entera después de haberme hecho gemir tu nombre incontables veces.

-No, no es...

-Sales-le imterrumpió-, y no te importa lo que pasa conmigo. Sales, y vas con Dahyun, no me importa qué cosas hacen, pero solo te vas.

El alfa dejó la casuela sobre la mesa y soltó los palillos también sobre ella. No había probado ni siquiera tres bocados de la cena que tanto le había llevado hacer, pero ya no tenía apetito.

-Hoy he hecho de todo por tí-le gruñó-, ¿pero te pones de malhumor y empiezas a reclamarme cosas? Yo no soy mí madre, y tampoco tienes el derecho a sacarme en cara nada.

-No lo entiendes-se pasó las manos por el cabello, tirando de él-. ¡No te pedí que hicieras nada por mí! No pedí que cocinaras, ni que me ayudarás a vestirme. No necesitaba tu ayuda, Jimin.

𝗥𝗲𝗴𝗹𝗮 𝗗𝗲 𝟑 𝗦𝗶𝗺𝗽𝗹𝗲 (JimSu|Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora