Min YoonGi ama el dinero de Jisoo, las joyas que le obsequia, la ropa que le compra y las tarjetas de crédito que le otorga. Jisoo piensa y cree firmemente que YoonGi está muy enamorado de ella, y el hijo de la mujer sabe con certeza que ese omega l...
“Algo sobre esta chica me dice que miente” the ultimate deception, JTB
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los ojos de la mujer se paseaban siguiéndolo, observando su actuar. Toda la semana que duró la estadía en el hotel, ella se dedicó a estudiar su comportamiento. Quizá por qué era paranoica, o como dirían todos sus hermanos, estaba demasiado loca.
El omega estaba feliz, ella notaba lo inmensamente feliz que se le podía ver, pero eso terminaba en cuanto los lujos y sus caprichos desaparecían. Por que mientras él tuviera sus anillos con piedras preciosas, su ropa de Praga, y perfume de Paco Rabanne, el mundo podía caerse a pedazos y todo estaba bien.
Pero en cuanto algo le era negado, además de berrinchudo, se volvía insoportable tenerlo cerca. Además que era egoísta y lo bastante egocéntrico para caerle mal a la vieja beta.
—Hermanita, tengo que preguntarte una cosa—comentó tras suspirar, mirando a la más pequeña a los ojos. A sabiendas de que su cuñado no estaba en la casa, y había salido a por un poco de víveres, no sé preocupó por hablar bajo.
—Dime unnie—dejó la taza en la que tomaba té sobre la mesa ratona—, ¿Es algo malo?
—No, claro que no. Es solo que… ¿Qué edad tiene YoonGi?
—Veintinueve—respondió con simpleza—, ¿por qué?
—Hmm… ¿No te parece un poco extraño?
—¿Qué cosa?
—Tiene treinta años menos que tú, Jisoonie. Es un omega bastante joven, lindo, que hasta podría ser tu hijo.
Estaba dañando el orgullo de su alfa. ¿Acaso le había llamado vieja?
—Deja de decir tonterías, Hyejin—suspiró.
—Hermanita, piénsalo bien. ¿Y si es solo un casafortunas que quiere tu empresa y tu dinero? Sus intereses pueden ser muy diferentes a los tuyos.
—Basta, no sigas.
—¡Tiene casi la edad de tu hijo, Jisoo!
—¡Cállate Hyejin!—golpeó la mesa con los puños cerrados, realmente molesta—, no permitiré que hables así de mí esposo. Ni tú, ni nadie, por que no tienen derecho a opinar sobre lo que pase en mí vida.
—L-lo siento, yo…
—Vete, Hyejin. Vete a tu casa y con tus asuntos, por favor. Al menos por hoy—sonrió a duras penas, forzadamente.
La mujer asintió con la cabeza, poniéndose de pié. Se marchó con prisa antes de que su hermana se molestará en serio.
Jisoo suspiró mirando el anillo que decoraba su dedo.
YoonGi jamás le haría algo así, su lindo gatito no podría. Era tan puro, sano y suyo. Por eso lo había elegido.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.