La amistad entre Yongshik y Minjoon había comenzado muchos años atrás, cuando el mayor de ambos escapaba de las garras de su tío, junto a su padre y hermano, en un extenso recorrido que lo llevó a buscar asilo en la manada Min, aprovechando que la amistad de sus padres era lo suficientemente fuerte para ocultarlos a los tres del peligro. Al conocerse, nadie creyó que se formara una amistad fuerte entre ambos, pues sus edades no les permitían conseguir alguna comunicación adecuada para conocerse el uno al otro; sin embargo, todo ocurrió del modo contrario. Yongshik comenzó a verlo como un hermano menor al cual proteger y, con el paso de los años, cuando ya no se encontraban en peligro de muerte, comenzó a considerarlo un compañero fiel para sus aventuras y secretos.
Tal amistad fue fortaleciéndose con el paso del tiempo, siendo Minjoon el único a quien podía confiarle todo lo que pensaba y por quien esperaba cada temporada. La lejanía, por supuesto, comenzó a irrumpir en su relación, pero fue la correspondencia diaria la que volvió a unirlos después de tantos alejamientos. Su relación fue intensificándose, convirtiéndose en mejores amigos a vista de todos. Ambos compartían el gusto por la caza, la lectura y todo lo relacionado a las tradiciones de sus respectivas manadas. A pesar de las diferencias existentes en sus preferencias –pues a Yongshik le apasionaba el arte, mientras a Minjoon le atraía la vida de soldado–, seguían congeniando maravillosamente en sus conversaciones o acciones, interesándose por la pasión del otro y respetando el tiempo que le dedicaban a sus propios asuntos.
Los lazos que fueron uniéndolos se solidificaron armoniosamente en una amistad que prometía durar hasta el final de sus días, pero tal suceso no aconteció de esa forma, debido a los sentimientos románticos que fueron naciendo en sus momentos compartidos y en los mensajes íntimos que fueron llegando a la manada del otro cada cierto tiempo.
Conforme Yongshik crecía y se volvía más fuerte, convirtiéndose en un alfa gentil y valiente, la mirada de Minjoon empezó a cambiar. La admiración que sentía por él fue convirtiéndose en algo más, un sentimiento misterioso que causaba dolor en su pecho cuando conocía sobre algún nuevo omega que ingresaba a su vida o cuando lo escuchaba hablar sobre algún futuro lejano en el que tuviera una familia con alguien más. Eran situaciones que naturalmente pasarían en algún momento, pero seguía siendo tan doloroso para él escucharlo de sus labios que, inconscientemente, una depresión inadvertida comenzó a oscurecer sus días. Aquel dolor continuó lastimándolo por mucho tiempo, sin saber muy bien la razón detrás de todo ello. Minjoon consideraba que se trataba de su miedo irracional a que le quitasen a su mejor amigo, pero una noche, meditando sobre el origen de tales sentimientos ajenos, se percató de que, en realidad, tal dolor se debía a su enamoramiento unilateral.
El descubrimiento lo golpeó duramente, tanto que no pudo volver a verle después de darse cuenta de ello. Se ausentó en el cumpleaños número 20 de Jeon, a pesar de prometerle ir a verlo. Dejó de escribirle constantemente y esperó que todo muriera con el tiempo, mientras se alistaba para partir a una campaña junto a su padre alfa, en una misión donde debían tratar de conciliar antes de ir a la guerra con uno de sus vecinos. Minjoon creyó que eso iba a ser suficiente para borrar todo tipo de sentimiento alejado al de la amistad, pero, en lugar de ello, solo obtuvo una intensificación en ese primerizo amor, pues su separación solo lo había llenado de angustia y anhelo, siendo estos sentimientos los cuales lo acercaban cada vez más a la idea que intentaba desvanecer de su mente.
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You are not alone
Fanfiction[Omegaverse] [Don't go away #2] «Tras cumplir con el destino que los dioses profetizaron para su futuro, Jeongguk ahora tendrá que encaminar a sus dos hijos al cumplimiento de sus propios destinos, por mucho que estos no se encuentren envueltos en f...