01. El destino del que no se puede huir.

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El crecimiento de la manada Park, al igual que los avances tecnológicos y científicos que se obtuvieron tras los últimos años, se debía, en gran parte, a la gestión de los actuales líderes, quienes habían apostado en la investigación liderada por ...

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El crecimiento de la manada Park, al igual que los avances tecnológicos y científicos que se obtuvieron tras los últimos años, se debía, en gran parte, a la gestión de los actuales líderes, quienes habían apostado en la investigación liderada por Seokjin y los médicos nuevos que se formaron en la manada tras la creación de programas donde la familia real financiaba ciertos proyectos en búsqueda de mejoras en todos los ámbitos posibles. Al igual que la medicina avanzó, lo mismo sucedió con el poder del ejército real, el cual había obtenido dos grandes victorias en los últimos 10 años, aumentando los territorios que le pertenecía a la familia real hasta desaparecer manadas vecinas.

Lo que se consideraba como la zona mortal del sur pronto pasó a manos de la manada Park, pues las manadas que se encontraban a sus alrededores, siendo minúsculas en poder y estrategia, lograron ser disueltas por simples acciones, pasando a ser parte de los Park sin mucho preámbulo. Algunos a causa de la derrota en las guerras y otros por voluntad propia. Varios pueblos cedieron sus terrenos y, de esa manera, la manada se expandió hasta ocupar la cuarta parte de toda la zona sur, llegando incluso a rozar sus fronteras con las manadas más inmediatas del centro, las cuales firmaron tratados de paz para que la furia de los Park no llegase a sus pueblos.

Habían pasado apenas cuatro años desde que Jung Hoseok y Jung Taehyung habían ascendido al trono, pero sus gestiones se habían desarrollado muchos años antes, logrando consolidar a la manada como una de las más fuertes y peligrosas de la región. Con la armonía actual con que se manejaba el pueblo principal y los pueblos aledaños de sus territorios, no hubo una urgencia tal para conseguir más soldados en sus filas. Al contrario, las políticas que empezaron a manejarse fueron las de tratados con manadas del Norte y del Centro, con el único propósito de conseguir bienes compartidos que lograsen aventajar varios de sus sectores. Esto llevó a varios líderes a intentar firmar tratados con la manada Park, pero muy pocos lograban convencer al inteligente y siniestro líder Hoseok, quien solo aceptaba los tratos que más convenían a su manada.

El paso del tiempo no solo afectó al estado de la manada, sino también a la Familia Real, quienes recibieron la llegada de un nuevo príncipe de sangre real en la primavera de un año donde la manada daba comienzo a una temporada pacífica y próspera. Su nacimiento significó una nueva alegría para sus padres, quienes, convencidos de que su existencia traía consigo la bendición de los dioses, decidieron llamarle Jungmin, tomando como referentes los nombres de sus propios progenitores.

Ahora, más de un año después del nacimiento del último hijo de los Jeon, siendo el caluroso mes de julio el que reinaba sobre la manada Park, la pesca se había intensificado, siendo diversos los hombres que salían a realizar este arduo trabajo cada día. La temporada no era tan buena como en otras estaciones, pues debían esperar hasta la noche para encontrar por fin que los peces atraparan la carnada que se les brindaba. Los grupos de trabajo se organizaban por la mañana y se lanzaban al atardecer. Muchos viajaban mar adentro y otros solo se quedaban en la manada a buscar de manera cercana. Para Jeongguk, en cambio, quien había dejado atrás el trabajo de la pesca para enfocarse en la crianza de sus hijos, el desarrollo de su arte y la construcción, esta actividad en particular era realizada como un pasatiempo.

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