Hazlo conmigo (Mario x Luigi)

CAPÍTULO 10: EL BANQUETE

Y continuamos con esta hermosa historia 🥰

A la mañana siguiente Mario y Luigi seguían profundamente dormidos hasta que el despertador del móvil de Luigi sonó.

L: Gimió por el sueño. “Cinco minutitos más…” La música del despertador seguía sonando, así que Luigi tomó su móvil y desactivó la alarma. “Hay que levantarse bro.” Dijo aún con sueño.

M: Sintió las yemas de los dedos de Luigi  en sus pectorales, empezó a abrir los ojos y bostezó. “Buenos días Luigi.” Se incorporó y se pasó su mano por su cara para quitarse el sueño que le quedaba. “¿Qué? ¿Preparado para el gran día?”

L: “¡QUE NERVIOS! ¡QUE NERVIOS!” Gritó emocionado. “¿Tú también lo estás?”

M: “*Parece como si nos fuésemos a casarnos nosotros, je, je.* Mucho. Estoy emocionado.”

Se levantaron y se ducharon por separado. Sacaron de sus maletas los trajes de gala que encargaron en el Reino Sombrero: el de Mario era negro, con una pajarita roja (*Nota de la autora: como el que se puede comprar en Super Mario Odyssey.*) y con un broche de una flor de fuego, y el de Luigi era también de color negro pero con una pajarita verde y un broche de una flor de hielo. Claro, y sin olvidar los guantes blancos.

En el altar Estela esperaba a su prometida con un hermoso vestido de novia blanco con estrellas que tenía la base del mismo mientras los invitados llegaban y se sentaban en sus asientos. Al ser los padrinos Mario y Luigi se sentaron cerca del lado de Estela mientras que Peach se sentó cerca del lado de Daisy, pues le pidió que fuese su madrina.
Mario pensaba que Peach estaría enfadada con él por haberla rechazado, pero ella seguía estando de acuerdo en que le había partido el corazón en más de una ocasión, y lo justo era que siguiesen siendo amigos.

Los destellos gritaron emocionados: “¡Mamá Daisy ya está aquí!”

Los invitados se levantaron para recibir a la princesa de Sarasaland vestida de blanco y con una franja naranja en la base de su vestido. Quien las iba a casar sería Destrella/Lubba, ya que fue de gran ayuda durante los eventos del Galaxy 2 y además le debía una disculpa a Estela por irse del planetario.

Dest.: “Hoy estamos reunidos para unir en matrimonio a la princesa Daisy y a la princesa Estela.” Tras el discurso de los padrinos Destrella les hizo la gran pregunta a las novias. “Estela, ¿aceptas a Daisy como tu legitima esposa para amarla y respetarla en la salud y en la enfermedad y hasta que la muerte os separe?”

E: “Sí, quiero.”

Dest.: “Y tú Daisy, ¿aceptas a Estela como tu legitima esposa para amarla y respetarla en la salud y en la enfermedad y hasta que la muerte os separe?”

D: “Sí, quiero.”

Dest.: “Si alguien se opone a este casamiento que hable ahora o calle para siempre.” Silencio. “En ese caso, yo os declaro esposas. Podéis besaros.”

Daisy se abalanzó hacia Estela dándole un fuerte beso en la boca y todos vitorearon y aplaudieron ante la pareja mientras que en algunos, Luigi incluido, las lágrimas no tardaron en brotar de sus ojos ante dicha escena tan hermosa. Estela arrojó el ramo de flores y la afortunada en tomarlo fue Birdo, quien estaba justo al lado de Yoshi y ésta aprovechó para darle un tierno beso haciendo que el dinosaurio verde se sonrojase. 

En el banquete Mario, Luigi y Peach se sentaron con las novias porque eran sus padrinos (*Nota de la autora: no sé si en Latinoamérica los padrinos también se sientan en la misma mesa que los novios.*). Mientras esperaban al segundo plato Waluigi se acercó a la mesa de las novias y fue directo a Estela.

WL: “Estela, Daisy, ha sido precioso. Espero que seáis muy felices.”

D: “Oh, gracias Waluigi.” Le sonrió agradecida.

M: “¿Qué está tramando?” Murmuró.

L: “¿Por qué dices eso?”

M: “No se levantaría justo cuando aún hemos terminado de comer para ir a saludar a las novias. Tu por si acaso no le hables.”

WL: Miró a los hermanos. “Y decidme… ¿os gusta el regalito que os hice?”

E: “¿Te refieres a ese “juguete”?”

WL: “Así es. El vibrador doble.”

M: Le tapó los oídos a Luigi. “¡LO SABÍA!”

L: “Mario, ¿qué ha dicho?”

D: “¡Waluigi, no lo digas delante del cachorrito!”

WL: “Vamos chicas, si estaba de broma.” Soltó esa risa característica suya. “Hoy es un día para pasarlo bien y celebrar el inicio de vuestro matrimonio.”

P: “Sí, pero no deberías de decirlo en plena comida.”

WL: “Perdón Peach. Bueno, me vuelvo a mi mesa.” Y fue a sentarse junto a Wario.

M: Aprovechó que se había ido para quitar sus manos de los oídos de Luigi. “Ya está. Lo siento mucho bro.”

L: “¿De qué hablaba Waluigi? Dijo algo de no sé qué doble.”

E: “¡Oh, n-nada, nada!” Dijo nerviosa.

D: “¡S-sí, y-ya sabes lo bromista que es Waluigi!” Las dos, al igual que Mario, temían que su inocencia muriese si llegaba a enterarse de la existencia de dichos juguetes sexuales.

L: Las miró con sospecha. “Voy al baño, ahora vuelvo.” Se levantó y se alejó.

M: Notó a Luigi decepcionado, así que fue con él. “Yo también voy al baño.” Fue en la misma dirección que Luigi y entró con él. “¿Estás bien bro?”

L: “¿Por qué no me decís que es de lo que hablaba Waluigi?”

M: Cerró con pestillo. “Mira, no es que no lo vayas a entender, e-es solo que… puede que tal vez te afecte.” Suspiró profundamente. “¿Tú sabes lo que es un juguete sexual?”

L: “¿Un qué?”

M: “Verás, a veces… cuando uno está completamente solo pues recurren a otros métodos que no sea la masturbación, y utiliza dichos juguetes.”

L: “Pero Estela y Daisy no están solas. Se tienen la una a la otra.”

M: “Las lesbianas también utilizan estos juguetes para sentir la penetración.” Luigi se sentía decepcionado ante la falta de confianza de sus amigas. “*Me voy a odiar por esto.* Oye, ¿quieres que compre uno de esos vibradores dobles y lo usamos juntos?”

L: “Tú… ¿harías eso por mí?”

M: “Si eso te hace sentir mejor entonces sí. Te quiero mucho hermanito, y siempre te querré.”

L: Se sonrojó. “Y-yo también te quiero bro.”

Ya casi llegamos al clímax de la historia.

Creedme, va a ser un cierre delicioso 😋

Nos vemos 💕