Cuando llegamos a la escuela, Yeonjun me da mi blazer.
-Lo recogí ayer -dice.
-¿Tan rápido?
-Pagué un poco más para poder dártelo antes. - Yeonjun pasa una mano por su cabello-. Ninguno de los dos nos podemos dar el lujo de que nos castiguen hoy en el almuerzo. Reservamos el teatro para el ensayo.
-Cierto.
Yeonjun saca su maleta de gimnasio del asiento trasero y yo me llevo el blazer a la nariz. Espero que huela a jabón, pero, en su lugar, tiene el mismo olor de Yeonjun. Cuando voltea hacia mí, sus labios dibujan una leve sonrisa, como si ocultara un secreto. ¿Me vio? Miro su rostro, luego hacia el coche, y veo mi reflejo en la ventana. Me pongo el blazer y trato de ignorar el rubor de mis mejillas.
Miro mi reloj y me doy cuenta de que todavía faltan diez minutos para que empiece la primera clase.
-Voy a ver a Donny y a Priya antes de clase - comento.
Necesito darle a mi rostro la oportunidad de que se enfríe.
-Está bien -dice Yeonjun-. Nos vemos en Teatro.
Tomamos rumbos distintos. Saco el teléfono de mi bolsillo y abro el chat de los tres mosqueteros.
¿Dónde están?
Priya: En la escuela ¿Y tú?
Yo también. Voy al bloque A.
Alcánzanos en el Purgatorio.
Me lleva cinco minutos llegar a donde están.
-¿Qué pasa? -pregunto al acercarme.
Priya está de pie, con los brazos cruzados y un puchero en la boca; en tanto que las orejas de Donny están más rojas que nuestras corbatas: un signo seguro de sus emociones.
-¿Están peleando?
Desde que empezaron a salir juntos he tratado de averiguar cuál es mi lugar en su relación. Como mejor amigo de ambos, ¿debo involucrarme? ¿Debo tomar partido o permanecer neutro? Esta no es su primera pelea y no es la primera vez que me siento así.
-Donald está siendo ridículo -explica Priya.
-¿Qué hizo?
-Déjalo, Soobin.
Volteo a ver a Donny y me trago lo que sea que vaya a decir. Asiento. No estoy seguro de lo que pasó, pero no creo poder ayudar. Tienen que resolverlo solos. Yo empiezo a tener mis propias calamidades de relación, como el hecho de que creo que Choi Yeonjun me está empezando a gustar en serio. Así empieza el amor: primero no puedes dejar de pensar en la persona, luego no puedes esperar a verla y finalmente quieres pasar todo el día con ella.