por sobre todo lo malo | gialen

two

ENTRE a la habitación, siendo seguido por Luka y Alejo, dispuestos a instalarse en mi habitación.

— ¿Miramos una peli?

— A ver, banquen. La habitación no es solo mía.

Y era verdad, compartía habitación con Valen, y si yo no estoy mal él ni siquiera había entrado al cuarto.

Me retracté al segundo, ya que se empezaron a escuchar pasos cerca, seguidos del sonido de las llaves.

Entró con su mejor cara de "no me hables porque te puedo llegar a cagar bien a trompadas" pero todos sabemos que eso a los chicos no les importa.

— ¡Colo! — lo llamó Alejo. — ¿Podemos ver una película?

Por su cara pareció no creer la pregunta. — Por mi hagan lo que se les cante, yo me voy a bañar, en tanto no me jodan...

— No te preocupes, no te molestamos. — prometió el peli negro mientras se tiraba en mi cama agarrando el control.

— Para, Valen. —lo llamé mientras me acercaba—. ¿Después podemos hablar?

— ¡CHE LOCO! —escuché gritar a Romero desde el fondo, ambos lo miramos incrédulos—. ¿QUE PELI PONGO?

— ¡SOS UN PELOTUDO! —le gritó el otro y se escuchó un ruido muy fuerte—. ¡YA LO RESOLVIMOS!

Miré a Barco, descubriendo que ya estaba mirándome, y empezamos a sonreír divertidamente gracias a los otros dos.

— Sos muy lindo cuando sonreís. —mi cara pasó a una seria—. Perdón. Valen, te juro que no quería decir eso...

— Ajá, tranquilo. —seguía sonriendo—. Entonces no te parezco lindo cuando sonrío?

— ¿Qué? — un minuto de silencio mientras pensaba que decir. — Yo no.. onda, si sos lindo cuando sonreís pero... ay no sé.

Se escucharon risas atrás nuestro.

— Parecen novios. — habló Luka mientras comía pochoclos que anda a saber de donde carajo los sacó.

— Nada que ver. — respondió nervioso.

— Ya sabemos que son re trolos. — comentó Alejo.

— ¡Ay basta! ¡Cierren el orto! No se puede hacer nada con ustedes acá, encima que interrumpen hacen acotaciones pelotudas.

Cuando Valen terminó de hablar todos estallamos de risa por el tono de voz que había usado.

— Bueno, no te jodo más, tranqui. — él asintió y se metió al baño. — Igual quedarían bien de novios.

Apenas dijo la última frase pudimos ver como la puerta del baño se abría rápidamente, dejando ver a un Barco con cara de pocos amigos, diciéndole que se calle.

— A mi no me calles, callalo a tu novio mejor. — yo estaba desinflándome de la risa.

La puerta se cerró, demostrando que estaba enojado.

— Ahora si. — habló Luka mientras se sacaba las zapatillas y se acomodaba mejor en las sillas, buscando Netflix.

— Voy a buscar el termo y la yerba, esperenme. — pidió Alejo.

— Si vamos a ver algo le voy a decir a los chicos que vengan.

Agarré mi teléfono, escribiéndole a los chicos pidiéndoles que vengan al cuarto. Fueron instantáneos los toques en la puerta de Nacho, Maximo y Mati.

— Que al pedo que están.

— Bueno, ¿que vemos?

— Ahora buscamos.

En lo que decidíamos entró Alejo con las cosas y empezó a cebar mates, mientras que Valen salía de bañarse.

— Miren, un trolo. — jodió Luka.

— Otro trolo. — me señaló Alejo.

Todos sonrieron, entendiendo al toque el chiste.

— Uy basta. — suspiró cansado .

Pude ver que lo estaba diciendo en serio así que pedí:

— No lo jodan más.

— Ay, saltó el novio a defenderlo. — se rieron Nacho y Matías.

— ¿Saben qué? me voy a ir a la mierda porque son todos unos pelotudos.

Las puertas no iban a resistir mucho más si seguía cerrándolas muy fuerte. Salió tapándose la cara, dejándonos a todos con una sensación rara.

— Son re boludos chicos. — les dije. — Pidió ochenta veces que paren.

— Era una joda, tampoco para tanto.

— Además... ¿por que le jodió tanto?

Y eso me dejo resonando, ¿por que le había molestado y no se lo había tomado como una joda más?

— Re raro eso, ya lo jodimos con otros chicos y le chupaba un huevo. — dijo Soulé.

Yo no acotaba nada, estaba pensando en ir a buscarlo, recordando las palabras de Mascherano.

— Ahora vengo. — avisé poniéndome el buzo, las ojotas y agarrando las llaves y el celular.

— Vaya a buscar a su enamorado nomás.

— ¡Para! — me di vuelta. — ¿A vos te gusta Valen?

Silencio. Jamás me habría hecho esa pregunta, y quería negar, pero sabía que el comentario de hace un rato no lo hacen los amigos, tampoco era normal en amistad querer probar sus labios...

— ¡Te gusta! — gritaron todos felices y saltando.

— No, va... no sé.

— Anda. — sonrió Nacho. — Que todos sabemos que está raro, seguro te necesita.

Ante la aprobación de todos salí de la habitación, cerrando lentamente y caminando por los pasillos.

Llegué al living y ahí estaba, usando su celular, con la mano en su cara.

— Valen, ¿estas bien?

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Holaaa, espero que estén todos genial, gracias por leer.

Los amo 💗