El secreto de tus ojos negros VEGETAXBULMA

El comienzo

¡hola!

Volví con un capitulo de esta historia, espero no quieran asesinarme por haberme demorado tanto :)

Espero lo disfruten

Los días pasaron como la brisa del aire que rosa las mejillas, puedes sentir que te acompaña junto a una sensación cálida, pero tan repentino como viene, desparece... desde esa noche algunas cosas cambiaron, Bulma decidió respetar su espacio, dejar que sea quien era, un ser solitario, misterioso, difícil de descifrar, no intento más acercamientos, ni mostrarse amical, simplemente era una observadora más, algunas veces intercambiaban fugaces miradas, sobre todo en las comidas, pero el silencio lo acompañaba siempre, seguía en su misma rutina, desaparecía de día, y regresaba en la puesta de sol, ella por su lado, trato de concentrarse en los nuevos proyectos de su padre, aunque por días se vio obligada a mantenerse al margen al ver como Vegeta se mostraba muy interesado en aquellos proyectos, sobre todo el de las naves de resistencia y gravedad como en los dispositivos de entrenamiento, la cercanía con su padre era muy frecuente, cada vez los veía conversar más, le parecía sorprendente ya que había ocasiones en que lo encontraba muy concentrado escuchando con atención la explicación del científico ante un nuevo descubrimiento tecnológico, y para evitar incomodar atinaba a cambiar de dirección e ir donde sus aun huéspedes, que afanosos esperaban el día para usar las esferas del dragón.

—Noto a Vegeta tranquilo, parece que tu alejamiento fue lo mejor— menciono Piccoro al aire al acercarse a ella.

—¿De que hablas? — pregunto la peliazul arqueando una ceja.

—Ya no veo que te acerques a él, a eso me refiero—le respondió —Y fue lo mejor, ya falta poco para revivir a todos, no olvidemos que aún podría ser peligroso—

—Él no es una amenaza— le respondió con seguridad la científica —Incluso no veo su interés por ustedes, ni por este planeta, solo veo que espera a Goku—

—¿Eso no te parece peligroso? —

—No— respondió con una sonrisa —Goku no pelearía a muerte, tal vez y se hagan amigos—

Piccoro al escuchar sus palabras abrió los ojos grandemente con sorpresa. —¡Qué dices! Vegeta es un ser despreciable, egocéntrico y apático, no le interesa socializar—

—Vaya... parece que tienes un buen concepto— menciono Bulma cruzando sus brazos

El namekiano vio la mueca sarcástica que gesticulo la peliazul... —Es un psicópata, solo espera la oportunidad, así lo veo yo—

—Yo creo que te equivocas, solo no confía en nadie— refuto ella mirando el juego de golf de los namekianos.

—¿Acaso te gusta? Pensé que te gustaba Yamcha— soltó Piccoro con los brazos cruzados como si nada.

Las mejillas de la peliazul se tornaron rojas de repente y sin controlar sus impulsos vocifero... —¡Pero qué demonios estas diciendo Piccoro! ¡Vegeta no me gusta!—

Todos los namekianos al tener la audición tan sensible, pudieron escuchar desde su distancia, sus palabras, por lo cual, casi asombrados giraron a ver directamente hacia donde se encontraban ellos, incluso Dende se quedo quieto, si bien no comprendió exactamente su conversación si entendía lo que significaba gustar.

—Eres un idiota Piccoro— refuto Bulma al sentirse más avergonzada que simplemente lo empujo antes de salir del jardín, sus pasos se sentían pesados, como era posible que ese idiota mencione algo así y sobre todo crea eso de ella. Ahora se sentía atrapada, su jardín se había vuelto el habitad de los namekuseins, y por aquellas palabras de Piccoro no quería verlos y menos en esa circunstancia que habían escuchado aquel comentario, ya que al estar tanto tiempo juntos era obvio que ellos se enterarían cuál era su propósito con las esferas y uno de ellos era revivir a quien fue su novio tiempo atrás, matado incluso por uno de esos saiyajins, y por otro lado tampoco podía ir al laboratorio, seguramente Vegeta estaría ahí y verlo en ese momento seria lo peor, no quería aceptar el porqué, así que simplemente lo evadía.