Cuando el calor empezó a quemar, cuando sus propios olores se mezclaron en una tormenta que adormecía sus sentidos, una electricidad inusual, pero adictiva, los recorrió a ambos. Sin previo aviso, se separaron. Fue Vegeta quien tomó la iniciativa, soltando su agarre con una brusquedad que traicionaba la intensidad del momento. Bulma, por su parte, retrocedió lentamente, sus manos temblorosas lo empujaron con delicadeza, como si no quisiera cortar el último hilo que los unía. El silencio se volvió denso, cargado de emociones no dichas. Solo el sonido de sus respiraciones, irregulares y pesadas, resonaba en la oscuridad, amplificando la incomodidad del espacio que ahora los separaba.
Bulma lo miraba, expectante. Esperaba alguna reacción, alguna palabra que rompiera el abismo que acababa de abrirse entre ellos. Sabía que se había excedido, pero él también había correspondido. ¿Por qué el silencio? ¿Por qué no decía nada? El silencio de Vegeta era más abrumador que cualquier rechazo explícito.
—Lo siento... yo...— Balbuceó, incapaz de sostener su mirada. Giró su rostro hacia un lado, sus mejillas ardiendo de vergüenza y confusión. Sin más, se dio la vuelta y salió de la habitación rápidamente, intentando escapar del caos que acababa de desatar.
Vegeta observó cómo se marchaba, sus ojos oscuros fijos en la puerta que ella acababa de cerrar. No la detuvo. Hacía mucho que no tenía una interacción así con una hembra. Pero esta vez había algo diferente, algo más que simple impulso carnal. Su propio cuerpo lo había traicionado, el maldito olor de esa humana lo había seducido. Ese olor lo estaba volviendo loco, que lo hacía perder el control de sus propias acciones. Se apoyó contra la puerta frustrado por no entender del todo lo que acababa de permitir, como el, siendo el enemigo de ellos, un ser tan diferente de atrevió a ceder a algo así...
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Sangre manchaba sus manos, la armadura, su rostro. No había escape, no había consuelo. Los gritos de los moribundos lo envolvían, su respiración se volvía pesada, y sus músculos, tensos por el asesinato. Todo se sentía tan real. Cada paso era una lucha por no ahogarse en la culpa que le oprimía el pecho. "No tuve elección", murmuraba en sueños, pero en el fondo sabía que eso no importaba. Él había sido el verdugo, él había sido el instrumento de su propia destrucción.Luego, como siempre, Freezer aparecía. Alto, imponente, con esa sonrisa cruel en sus labios. El maldito tirano le ordenaba matar más, desgarrar con sus propias manos a cualquier ser que se interpusiera. Y Vegeta, aunque intentaba resistirse, no podía. Sus manos, llenas de sangre, se movían por cuenta propia, desgarrando carne y aplastando huesos con cada golpe.
Pero esta vez, algo era diferente.
Entre las sombras, una figura apareció a lo lejos. Vegeta parpadeó, sus manos temblaron al reconocerla: Bulma. Estaba ahí, observándolo, inmóvil. Su rostro no mostraba miedo inmediato, sino algo peor: desprecio. Su mirada era fría, distante, como si lo estuviera viendo por primera vez, y lo que veía no era el príncipe de los saiyajins, sino un monstruo, una bestia incapaz de redención. El asco en sus ojos lo desarmó de una manera que ningún enemigo había logrado jamás.
"¿Qué estás haciendo aquí?" quiso gritar, pero su voz no salía. Intentó moverse, acercarse, explicar que todo esto era una pesadilla, que él no era ese monstruo, no de esa manera. Pero no podía. Sus pies estaban clavados en el suelo. Podía sentir el calor de los cadáveres a su alrededor, los cuerpos caídos de aquellos que él mismo había matado. Y ahí estaba ella, de pie, mirando los horrores que él había cometido, y retrocediendo lentamente, como si quisiera escapar de su mera presencia.
Vegeta alzó las manos, aún cubiertas de sangre. Intentó limpiarlas, pero cuanto más se frotaba, más sangre aparecía, goteando de sus dedos, corriendo por sus brazos como ríos incontrolables. "No tuve elección", quería decirle, pero sus palabras quedaban atrapadas en su garganta.
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El secreto de tus ojos negros VEGETAXBULMA
FanfictionEsta historia trata de la relación de Vegeta y Bulma, como empezó todo, que hay detrás de esos ojos ónix de Vegeta, que hay detrás de las decisiones de Bulma... como llego a existir algo entre ellos... Advertencia: Drama- Erotismo- Sadismo- Mórbido...