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— ¿qué?, ¿a dónde vas? — interrogó Enzo.

— ya te lo dije, bobo. — se encogió de hombros. — no lo sé.

— Julián, estamos a plenas clases, ¿pensás irte así de la nada?

— ¿eso importa ahora? puedo hacer las tareas cuando venga. No será más de una semana que no iré.

— ¿por qué te vas?

— siento que lo nuestro fue algo muy brusco, muy rápido. Necesito pensar bien las cosas.

— pero estábamos muy bien.

— no, Enzo, yo no estaba bien, siempre dudé de vos. Tu pasado no me ayuda a confiar de que realmente estás haciendo lo que me decís.

— Ju, yo cambié, por vos. No deberías cuestionarte así, puedo demostrarte-

— no. — lo interrumpió. — está bien, en serio. Mejor tomemos un respiro los dos, un rato separados nos aclarará las ideas.

el mayor asintió, también estaba de acuerdo con eso, pero no le había tomado tanta importancia.

— bueno, dale. Si eso es para que confíes en mí.

— sí...

se miraron y con su mirada se dijeron cuanto se amaban. Luego, poco a poco, se fueron acercando hasta cortar toda distancia entre ellos.

fue un beso muy tierno, cálido y hermoso. Demostrando toda clase de sentimiento en él.

se separaron y volvieron a verse, se extrañarían, pero sería lo mejor para ambos.

sin más, se abrazaron y se despidieron. Se prometieron internamente mejorar para que lo suyo funcionara.

(...)

Julián se encontraba en Córdoba, en la casa de Paulo.

habían acordado de que se quedara esa semana en la casa de su amigo, él y su familia no tenían problema en que se quedase, Julián era un pan de Dios.

su madre le preguntó como seis veces por qué quería volver a Calchin. Juli solamente respondía con lo mismo: “necesito un descanso.

tampoco era una mentira. Necesitaba descansar de todo tipo de pensamiento negativo e inseguro que le provocaba cada vez que pensaba en Enzo. No era un chico inseguro, pero tampoco quería ser engañado de la forma más cruel después de enamorarse por primera vez.

no quería terminar como las personas con sentimientos frágiles. No quería ser frágil.

Paulo lo recibió con las brazos abiertos, tanto tiempo sin verse era una tortura. Su familia también lo recibió bien, siempre fueron muy amables con él; lo querían como un hijo más.

ahora se encontraba juntando al UNO con Dybala, era su juego favorito cuando se veían. Siempre lo jugaban.

— ¡uno! — gritó el de ojos claros.

— mentiroso, tenés todas las demás cartas en el culo, culiao. — se rió Juli.

— vo' so' el mentiroso. Te da envidia que sea el mejor del UNO.

Julián chasqueó la lengua. — andá. Tomá, más cuatro. — sonrió con malicia.

— ¡ah, qué hijo de puta! — exclamó con el ceño fruncido, mientras agarraba cuatro cartas.

se rió. — por tramposo. — siguió jugando.

— ¿qué trampa? soy un jugador limpio de juicio.

siguieron jugando un buen rato, era un partida muy peleada; tuvieron que mezclar como dos veces las cartas para poder tener mazo y agarrar cartas.

•I'm going to conquer you• // Enzo F. x Julián A.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora