Capítulo 5

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—¿Hoy? 

—No hay motivo para retenerte más aquí. Los análisis han salido muy bien —Christine anotó varias cosas en su portafolios—. He pedido que tramiten el alta, en nada podrás marcharte. 

Me quedé quieta sobre la cama. Estaba feliz de poder irme por fin, ya había estado muchas semanas en el hospital. Había acabado bastante harta de los análisis, los sueros y de estar todo el día tumbada en cama. 

Pero... ¿a dónde iría? Ni siquiera tenía hogar al que volver...

—Si quieres, puedo avisar a alguien para que vengan a buscarte —la pelirroja pareció advertir mis dudas, dado mi silencio. Supongo que varias semanas juntas habían dado mucho de sí para que nos hiciéramos buenas amigas. 

Pensé detenidamente. No había mucha gente a la cual podía recurrir. No tenía familiares a los que pedir ayuda. A mi mente acudió la imagen de Sophia, la cual me dijo una vez que habíamos compartido casa por un corto periodo de tiempo cuando éramos más jóvenes y no teníamos mucho dinero para afrontar los gastos por nuestra cuenta. 

—¿Puedes prestarme el teléfono?  

—Claro —sonrió. Sacó su móvil del bolsillo de su bata y me lo dio—. Voy a ver si ya están los papeles, enseguida vuelvo —con eso, se marchó y me dejó privacidad para hacer la llamada. 

Busqué entre las pocas cosas que tenía y encontré un papel donde tenía anotados varios números de teléfono. El aparato no tardó más de dos segundos en sonar antes de que la chica descolgara. Le di la buena noticia y se puso muy contenta de que al final estuviese todo bien. Ni siquiera me dejó terminar la pregunta cuando me dijo con entusiasmo que estaría encantada de tenerme en su casa. Dijo que sería como en los viejos tiempos.  

Pocas horas después estuvo todo listo para marcharme al fin, Sophia llegó y me despedí de Christine, prometiendo que volvería a visitarla de vez en cuando. Al salir del hospital pude fijarme mejor en donde me encontraba. Nueva York era una ciudad grande y yo en ese momento me sentí pequeña y vulnerable. 

—Venga, mi casa no está muy lejos de aquí —me alentó la castaña.

No tardamos mucho en llegar a su apartamento. No era muy grande, lo justo para poder vivir con comodidad. 

—Siéntete como en casa, ¿vale? —sonrió mientras me mostraba la que iba a ser mi habitación—. Sé que no es una mansión, pero espero que estés cómoda. Sobra decir que puedes quedarte el tiempo que quieras. 

—Descuida. Muchas gracias por dejar que me quede —le ofrecí una media sonrisa de disculpa. 

—¡No se merecen! Estoy contenta de que me llamaras. 

—Para poder hacerlo todo más fácil con los gastos, me gustaría volver a mi antiguo trabajo en la cafetería, si puede ser... 

—¡Por supuesto! ¡Jim se alegrará mucho de verte por allí! ¡Oh, y los clientes te han echado de menos también! —su entusiasmo me hizo reír ligeramente. Parecía estar genuinamente feliz con mi llegada. Debía ser cierto que en el pasado fuimos unas amigas muy unidas. Sentía que podía ser como una hermana—. Bien, te dejo que te instales tranquila. Voy a hacer algo de comer mientras tanto, debes estar hambrienta después de toda esa comida sin sustancia que te daban en el hospital. 

—No lo sabes tú bien —bromeé.

—Lo imaginaba. Luego te aviso cuando esté todo listo —asentí y con eso me dejó sola en la habitación. 

Miré a mi alrededor. Una cama, un armario pequeño y un modesto escritorio era todo lo que cabía en la pequeña estancia. Para mí estaba bien. No planeaba quedarme por mucho tiempo, solo hasta que consiguiera el dinero necesario. No quería importunar la vida de Sophia, ella tendría sus propios planes para el futuro.

Y yo, en cambio, no tenía ni idea de absolutamente nada.

«¿Cómo formar un futuro si no conozco mi pasado?»  

Caminé hasta la ventana y miré a través de ella la ciudad a mis pies. Era extraño... Un sentimiento de añoranza me invadió, pero no pude identificar por qué. Tan solo era un paisaje, un paisaje urbano como cualquier otro.  

No supe hasta cuanto me mantuve así, intentando recordar algo que no encontraba por ninguna parte en el palacio de mi memoria, hasta que Sophia me llamó para avisarme de que la comida estaba ya lista. 

𝐌𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐞𝐬 || 𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 𝐱 𝐎𝐜 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora