13 El regreso del héroe en prácticas

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Zee no volvió al día siguiente, y tampoco al que vino después de ese.

Así, pasaron tres días. Eran recién las 10 de la noche, y Nunew se estaba cambiando para ir a dormir cuando se escucharon los carruajes, y un estruendo en la puerta. Nunew se asustó, pero no prestó mucha atención. Ya tenía suficiente de meterse en donde no le llamaban.

En eso, escuchó su puerta tocar.

- Nunew...

- Nat, ¿Qué sucede?

- Lamento mucho decirte esto, con mi padre volvió antes de lo previsto, ha dicho que viajaremos al sur, donde está Zee, mañana temprano, por lo que lamento, y me averguenzo, de decir que tendrás que volver a tu hogar.

- Oh, lo entiendo, no hay ningún problema - lo despreocupó Nunew - mañana temprano volveré a armar mi equipaje y pediré transporte a Mew y Gulf, que están más cerca.

Pero Nat le miró incómodo.

- Realmente me avergüenzo de esto, no espero que perdones esta descortesía... debes volver... ahora mismo.

- ¿Está noche?

- Lo siento amigo, creeme que yo tampoco puedo comprender este comportamiento.

- Oh dios... Estoy seguro de que Zee habló con tu padre... no hay manera de que sea perdonado después de lo que he dicho. Nat, no me mires así, me merezco esto totalmente, alistaré mis cosas.

- ¿Tienes dinero suficiente? Tus padres te enviarían dinero recién la próxima semana. Tampoco tienes tiempo para pedir transporte.

- ¡Es verdad! ¿Qué haré?

- Tengo algo en mi alcoba. Iré rápido y volveré.

Nunew, muy humillado, empacó sus cosas y fue a la entrada. Naturalmente, nadie lo estaba esperando para ayudarle. Todo el servicio estaba durmiendo, y el señor Pruk tampoco tendría ganas de atender a alguien que lo acusó del peor de los crímenes.

- Nunew, de verdad lo siento, mi padre tampoco quiere poner a su disposición el coche, ni ningún criado, solo te puedo acompañar hasta el pueblo en los caballos.

- Nat, no debes preocuparte - recibió una pequeña bolsa, tenía varias monedas, era más que suficiente para volver hasta su casa.

- No Nunew, de verdad me siento mal por esto, y no merecemos tu disculpa. Solo puedo confiar en que tu noble corazón no nos guarde rencor a mi ni a mi hermano. - Nat le abrazó, y lo llevó hasta el pueblo.

Nunew le quería contar la verdad a su amigo, pero cuando se enterara, lo odiaria también. Quería disfrutar los últimos momentos de ternura con Nat, antes de verse obligado a no verlo más, todo por su tonta culpa. Se sentía todo un tonto.

Desde ahí, tuvo que tomar transporte colectivo que pudo pagar gracias a la generosidad de Nat, y lentamente, haciendo varias paradas durante la fría noche, Nunew pudo llegar a su hogar a eso de las 11 de la mañana del día siguiente, sin haber dormido nada. Pero al menos se encontraba a salvo.

Normalmente, un héroe que vuelve a casa vuelve con una victoria que pueda presumir. Vuelve a casa para recibir las alabanzas y alegría de su gente después de salir victorioso de una épica historia. En el caso de Nunew no había ninguna. Ni White era un amigo apropiado del cual hablar y ni Zee ni Nat le volverían a dirigir la palabra por culpa de su imprudencia.

- Hijo... ¡Que temprano has vuelto! No te esperamos en al menos tres semanas mas - Su padre Gun le dio la bienvenida, también salieron sus dos hermanos más pequeños a quienes abrazó con fuerza. Al menos, en su casa, siempre sería bienvenido. Pero nadie en el mundo lo conocía más que Gun, quien supo inmediatamente que algo andaba mal con su hijo.

- Padre... ¡yo soy un tonto! ¡El peor hijo de todos! Me averguenzo de todo lo que he hecho.

- ¿Pasó algo en casa de los Pruk?

Entonces, Nunew se dispuso a contar todas sus aventuras, desde la llegada a Bali, los paseos en carro con White y Perth, la invitación a Chiang Rai y el desastroso final de la historia.

Gun, dio un largo suspiro, y abrazó fuertemente a su hijo.

- Nadie hace las cosas bien al primer intento Nunew - Lo intentó tranquilizar su padre, pero Nunew solo seguía llorando.

Dicen que llorar es el primer paso para curar un corazón roto. Nunew decidió, que de momento, sus prácticas de héroe romántico habían terminado, y se preparó para comer con su familia.

Al menos en casa ya conocía bien cómo funcionaban las cosas, y desde el primer momento se volvió a sentir cómodo.

- ¿Vamos a ir a buscar brujas Nunew? - Preguntó su hermano más pequeño, su compañero de aventuras. - lo tomó entre sus brazos, estaba un poco más grande que cuando se fue.

- No lo creo... leer es bueno, pero no deberíamos perdernos en fantasías pequeño... ahora, dale un abrazo a tu hermano.

Esa noche, su hermanito se escapó de su cuarto para dormir con su hermano mayor. Nunew lo abrazó, y se perdieron juntos en el inocente mar de los sueños, donde nada les puede hacer realmente daño.

Seguiría el consejo que Gun le había dado. Se recuperaría de ese tonto enamoramiento, y la próxima vez haría todo con más cautela.

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El viernes se publicarán los últimos dos capítulos de esta historia <3

Muchos abrazos, espero que disfruten el capitulo <3

La abadía de Chiang Rai - Zee NunewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora