Always hate me

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Barcelona, que bonita ciudad, con un montón de arte por donde le veas. La gastronomía es de lo más destacado junto con su arquitectura que a simple vista llama mucho la atención.
Probablemente el lugar más bonito que haya visitado en su vida, o tal vez solo es nostalgia al regresar después de mucho tiempo y recordar sus primeros años en el mundo del fútbol.

Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo al pasar por aquel lugar, la Masia. Cuantos recuerdos se quedaron ahí, cuantas anécdotas tan diviertas y otras... no tanto, probablemente sus mejores años de la infancia los paso ahí, rodeado de niños que compartían el mismo sentimiento por el fútbol, que estaban dispuestos a darlo todo por llegar al primer equipo, aunque no todos lo logran, varios de sus compañero fueron cedidos y otros abandonan su sueño por falta de recursos.

Pero su caso era distinto, como todo niño, al principio estaba muerto de miedo, las cosas nuevas no eran lo suyo, las odia, pero esta era una gran oportunidad que no podía dejar pasar, entonces la tomo y se fue a Barcelona sin importar que. Con el tiempo se fue acostumbrando, clases de inglés y la escuela por la mañana, entrenamientos y partidos por la tarde y un poco de diversión por la noche, lo mismo todos lo días. Hasta que llegaban las vacaciones y todos partían a sus casas para navidad, otros se quedaban, el debía quedarse, y aunque al principio era divertido, al final terminaba triste envuelto en sus sábanas. Pero estaba bien, el podía con eso, lo logro 2 años, podía con otro. Y lo intento, de verdad que lo hizo, pero no contaba con la presencia de un pequeño salvaje que no le tenía miedo a nada, dispuesto a hacerle la vida imposible. Eso, eso fue la gota que derramó el vaso.

Le habría encantado quedarse ahí, con todos sus amigos, al estilo Messi, un chico de la cantera que debutó en el primer equipo y lo ha ganado todo.

Pero no todo se puede... Nada más acabo el último partido de la temporada y partió a su hogar, no podía seguir ahí, por más que quisiera quedarse y continuar con el club de su vida, no podía, quisiera que su orgullo hubiese ganado, que fuera más grande que cualquier otra cosa, no darle el gusto al pequeño Pablo de irse y alimentar su ego, pero no pudo.

Aunque no todo fue en vano. Al llegar a Canarias se le presentó la oportunidad de entrar a un equipo de su localidad U.D Tegueste que tomo sin pensarlo 2 veces. Pasado un rato se incorporó a las filas del Juventud Laguna. En ese tiempo probablemente masticaba agua o tal vez no había neuronas en su cabeza, porque realizó una prueba para fichar por el Real Madrid, aunque no lo logró, Ancelotti al parecer si tenía neuronas y no lo quiso en su equipo, y ahora lo agradece porque el futuro le tenia algo mejor. Tan solo 3 meses después fue captado por la U.D Las Palmas para incorporarlo a su equipo juvenil.

Tras un año en juveniles, en el verano de 2019, el club le hizo ficha profesional y lo incorporó a la pretemporada del primer equipo, donde no es por presumir, pero fue el más destacado, de manera que se integró en la plantilla definitivamente con el número 28, aunque le habría encantado llevar el 8. Así, en la primera jornada de liga, hizo su debut profesional con solo 16 años. De verdad que no podía pedir más, salir de la Masia le había sentado de maravilla, estaba feliz, todos los días se levantaba con una enorme sonrisa, entrenar, partidos, playa por la tarde y salir con amigos por la noche, los días eran perfectos, pasándola de lo mejor.

Todavía recuerda cuando recibió su primer sueldo, era demasiado dinero para un niño de 16 años que en lo único que pensaba eran chicas. Lo primero que se le vino a la cabeza fueron esas galletas Oreo cubiertas de chocolate blanco... terminó comprando eso y más, definitivamente necesitaba un contador o algo así porque el dinero se le iría en puras golosinas.

—Ey, no vayas a quedarte así eh, pareces loquito del centro —su hermano, la persona "más graciosa del mundo" siempre haciendo chistes para bajar la tensión, aunque agradecía internamente que hiciera eso, estaba muy nervioso y se le había escapado una pequeña sonrisa mientras miraba a un punto fijo sin parpadear al recordar aquellos días. Los iba a extrañar bastante, pero esto era algo que no podía dejar pasar, el Barça lo quería, habían llegado a un acuerdo con Las Palmas para su traspaso, aunque tuvo que esperar casi un año, apenas hoy agosto del 2020 había sido citado para firmar su contrato y ser presentado ante la afición.