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Se encontraban ya en el último mes del año, diciembre, y aunque se acercaban "las vacaciones" Pedri no estaba para nada emocionado, el calendario estaba atascado de partidos que por alguna muy extraña razón se encontraban muy juntos unos de otros y eso significaba entrenamientos pesados, pocos días de descanso y viajar, o sea, bastantes horas de vuelo.

Lo único rescatable del mes de mierda que se venía, era que por fin sus padres podían tomar unos días de descanso, al igual que Fer, que tenía muy merecidas las vacaciones que le daba la escuela.

Pero más merecidas las tenía el, tanto esfuerzo y trabajo duro lo estaba matando. Luego de unos buenos partidos saliendo casi siempre al minuto 60 dando algunas asistencias, Koeman se dio cuenta que había encontrado otra joya de la cantera, por lo que Pedri empezó a salir de titular y jugar casi los 90 minutos de cada partido.

Estaba feliz con eso, estaba destacando mucho, pero el problema era que aún no era capaz de soportar tanto esfuerzo físico, su pequeño cuerpo aún no tenía esa capacidad, por eso cuando había días de descanso el los aprovechaba al máximo, se la pasaba todo el día en la cama y solo se levantaba para comer o ir al baño; y aunque el se la pasaba bomba en su cómoda cama había alguien que no estaba para nada contento con eso: Pablo.

—Pedro... levántate por favor

—Así no puedo —Gavi llevaba ya un rato encima de el rogándole que se levantara de la cama. —Además es temprano ¡por dios, muévete!

—Sabes que hoy tengo partido ¿verdad?

—Si, y también que te perderás el desayuno si sigues aquí

—Pero iras ¿cierto? —el menor empezaba a meterse entre las cobijas de Pedri abrazándolo de la cintura.

—Déjame dormir

—Solo dime si o no... ándale, Pedro no te cuesta nada levantarte —Pablo seguía acercándose aún más al canario, pero como ya se les había hecho costumbre para Pedri no era raro, raro fue cuando se acercó de mas y dejó un beso en la comisura de sus labios.

—¡Ya vete! —Pedri por pura inercia se levantó de un tirón empujando a Gavi al suelo.

—¡Ay!... sabes me voy pero porque tengo hambre eh, no porque tú me lo dices

—Aja, si

Al salir el menor Pedri se permitió relajarse y tumbarse de nuevo en la cama, estaba tenso, nervioso, muy nervioso; hacía ya unos días de su "regalo de cumpleaños" de parte de Pablo y aún no lo lograba olvidarlo del todo.

Nada mas de sentir su respiración rozándole las mejillas sintió que volvió a aquel día...

Gavi se acercaba cuidadosamente hacia el llevando su mano a su mentón para empezar a acariciarlo con su pulgar; su mirada viajó hacia sus labios del canario y luego a sus ojos...

El mismo miedo de hace unos días le
invadía de nuevo solo de recordarlo, de darse de cuenta que el fue quien besó primero y que se dejó besar cuando Gavi dio el segundo a pesar
de sentirse arrepentido, de saber que lo que estaban haciendo esta mal, olvidando por completo que anteriormente esos labios habían besado a alguien más.

Pero se dejó llevar por el impulso, por sus sentimientos despertados por las caricias de Pablo, por sus ganas, por que del sevillano recibía toda la atención que le había hecho falta desde que llego al club.

—Feliz cumpleaños Pedro

Pedri tardo unos segundos en reaccionar, su pequeña cabeza no paraba pensar y sus labios quedándose secos con ganas de más. —Gracias... gracias enserio —logro decir luego de un incómodo silencio en que el Gavi no dejaba de mirarlo.

Always hate me Donde viven las historias. Descúbrelo ahora