Always hate me

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—¿Qué?... —Gavi empezó a reír como si hubiese escuchado lo más gracioso del mundo. —pero ¡¿qué cosas dices Eric?! por favor, estuvo buena su bromita

—No es ninguna broma Pablo, es re-

—Shh vas a quedar como idiota cuando Pedri salga de ahí

—De verdad Pablo, no estoy jugando y deja de fingir, que ya se que te mueres de felicidad

Gavi no agrego nada más, solo se quedó mirando hacia las escaleras esperando que Pedri apareciera en ellas.

Cinco minutos, no salía. Diez minutos, quizá seguía peinándose. Quince minutos, estaban a nada de tomar la foto ¿dónde está?. Una hora y media, Pedri nunca apareció.

No podía ser verdad, ¿por qué?, ¿por qué Pedri haría algo así, si Barcelona es el club de sus sueños? ¿por qué dejarlo todo por un club como el Madrid? ¿qué ha pasado? ¿qué cambio? ¿Leia tendrá algo que ver...? Tan solo de pensar en las posibles respuestas le ponía incómodo, lo peor de todo es que no entendía porque.

—¿Has visto esto? yo ya me las olía eh

Gavi estaba sumido en sus pensamientos, no prestaba atención a su alrededor que no se enteraba de nada, ni quisiera oía a su amigo Fermín hablando, simplemente ignoraba todo.

—¡¿Gavi?! ¿me estás escuchando?

—¿Qué?

—Hostia... ni siquiera has visto lo que te enseñé ¿verdad? —Pablo negó. —¡Mira!, te digo que yo ya me las olía —Fermín le dio le tendió su celular al sevillano que sintió que se quedaba sin aire.

Era una publicación en twitter con una imagen de Leia vestida de blanco, ¿tenía que ser una puta broma, no? no, era tan real como el verificado del usuario "Real Madrid C.F."

El estómago se le revolvió de ver esa foto; una mezcla de disgusto y molestia lo invadió, no entendía porque, quizá el hecho de que jamás se imaginó a Leia, su mejor amiga de la infancia, en otro club que no fuera el Barça, o el hecho de imaginarse a ella y a Pedri jugando para un equipo tan poco ético cómo el Madrid, o tal vez el hecho de que estarían juntos, no sabe y no está seguro de querer saber. —No se ni porque me sorprendo... ¡es que se han puesto puto de acuerdo! ¿qué carajo?

—¿Lo sabías? —Pablo negó. —Pero ¿por qué te molestas? —Fermín estaba aún más sorprendido, ¿que carajo le pasaba a Gavi? parecía que estaba a punto de golpear a alguien.

—No se, ¿tal vez porque ninguno fue capaz de habérmelo dicho? —dijo irónico.

—Pero ¿no odiabas tú a Pedri?

—¡Joder! ¡déjame en paz Fermín! —Pablo se levantó de golpe y salió de la habitación. Estaba molesto, quería que todo el mundo desapareciera, no saber nada del fútbol, sacar de su cabeza al tonto de Pedri y olvidar todo, solo quería estar tranquilo y en paz, pero no le era posible.

Pedri le estaba comiendo la cabeza.

Todos los días, cada mañana, cada tarde, cada noche el canario aparecía en sus pensamientos. Entraba a las redes y era toda la gente hablando de él, caminaba por los pasillos y era escuchar a los canteranos, entrenaba y era escuchar al staff... donde sea estaba su nombre.

A eso debía agregarle el hecho de que Leia estaba con Pedri, haciéndole compañía, porque lo sabía, no necesitaba pruebas, él lo sabía, sabía que cada mañana desayunaban juntos, que salían juntos, que iban a entrenar juntos, que todo lo hacían juntos y por alguna muy extraña razón se sentía traicionado.