Capítulo 11 Salvarme es mi único objetivo

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Te digo lo que es tener libertad para mí: no tener miedo

–Anónimo

 

Esta es la parte que más me duele recordar, siento el dolor y la tristeza a través de mis recuerdos, me perdí tantas veces por salvar a una persona que al final de cuentas solo me dejó vacía.

Me ahogué por intentar rescatar a una persona que nada más quería llevarme a la profundidad con él.

Si te quedan fuerzas, no desaproveches la oportunidad de usarlas a tu favor.

Tardé días con un dolor en el pecho, estaba decidida a terminar con él, acabar con esa toxicidad que me estaba rodeando.

Obviamente no se acabó ahí, tenía formas de convencerme, y que todas sus actitudes son de una persona enamorada.

Las personas somos tan buenas en mentir, y más cuando de fingir amor se tarta.

Perdí la cuenta de las veces que me ha insultado.

Entre uno de esos insultos está: insinuar ser una cualquiera, decirme que he estado con todos los hombres que se me cruzan.

Le juro llorando que no es así, trato de convencerlo siendo cariñosa con él. Pero es inútil.

Para él soy lo más usado y desechable del mundo, tiró de mi cuerpo haciendo que cayera al suelo.

Enserio creí que era amor.

Pero el amor no insulta.

El amor no te consume, no apaga tu brillo.

El amor no te hace llorar a diario.

En esta etapa, hice cosas absurdas, las hice tan silenciosamente que nadie se dio cuenta que gritaba dolor entre risas.

Apagué el dolor de mi corazón con dolor en la piel, la profundidad del filo era tan satisfactorio que mi alma sentía un descanso y la piel es quien sufría.

¿Paraba de doler?

No, la verdad es que no.

Se me hizo costumbre hacerlo, todas las noches mi piel sangraba.

Una tarde decidimos salir a tomar algo, tengo miedo que me pida el teléfono, ahí tengo una conversación con una chica que realiza regalos y estoy preparando una sorpresa.

Pero esta se arruina cuando me pide el teléfono y yo me niego.

Y como era de esperarse empezó a insultarme, por impulso tomé mi teléfono y lo estrellé en una pared. Acto seguido tomé un vidrio y con mucha furia pasé el filo en mi brazo lo más fuerte que pude.

Duele...duele mucho.

Los ojos de Axel se abrieron tanto y el terror se notó en su rostro, rápidamente se quitó su camisa y la amarró en mi brazo.

No quise que me llevase a un hospital, la verdad no me interesa, en el fondo quiero acabar aquí mientras sangro, con la piel ardiendo, el corazón latiendo a toda velocidad y mis manos sudando.

Ya todo dejó de tener sentido para mí.

Tuve que haber salido de ahí desde el primer día que me insultó.

Mi hermana y mi mejor amiga llegaron por mí, dijeron que tenían que desinfectar la herida, realmente no recuerdo lo que hicieron o que decían, mis ojos seguían clavados en el brazo.

En mi brazo quedó una cicatriz muy grande, a veces paso mis dedos por ahí, la detallo algunos minutos y me lleno de nostalgia.

No solo me quedaron cicatrices en mi cuerpo, también en mi alma.

Al fin terminé esa relación y recordar todos los días lo doloroso que es amar, la forma en la que das el poder y la confianza de destruirte.

ᴀᴘʀᴇɴᴅɪᴇɴᴅᴏ ᴀ ᴠɪᴠɪʀ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora